En esta temporada en que no podemos todavía consumir algunas frutas frescas, existe la muy saludable y nutritiva opción de seguir disfrutando de su sabor, incluso, potenciado.
Las frutas desecadas no sólo prolongan el sabor del verano, sino que proporcionan un plus de nutrientes a la dieta.
La desecación o deshidratación a la que son sometidas algunas frutas frescas, es un mecanismo destinado a reducir al máximo el contenido de agua en la constitución de la fruta, con el fin de paralizar la acción de los gérmenes que necesitan humedad para vivir. Para lograr este objetivo, se recurre al calor natural (exposición al sol) o bien al artificial (a través de gas o electricidad).
CONSUMO | La deshidratación puede aplicarse a diferentes frutas como por ejemplo las ciruelas, dátiles, duraznos, uvas o higos, entre otras. Esta forma de preservar las propiedades y el uso prolongado de las frutas, ya se utilizaba desde la Edad Media en las cocinas tradicionales de varios países.
En Turquía, Irán, Arabia Saudí, Yemen y los países del norte de África sigue siendo tradicional el cordero con pasas de ciruelas, albaricoques y almendras, miel y especias, y el pollo se estila guisar con pasas de ciruelas y uvas, membrillos y dátiles.
Las uvas son un manjar del que se disfruta en su estación, de todas formas, el resto del año, también se las puede seguir consumiendo a través de las pasas, no dejando de degustar ese sabor especial.
Que las uvas son un excelente alimento para el organismo es sabido, de todas formas, las pasas, no son tan consumidas como las uvas, aunque es importante conocer los beneficios que éstas tienen para el organismo, ya que, al igual que la uva fresca, son muchas.
Las uvas pasas, como su nombre indica, son uvas pasadas, secas, deshidratadas, ya que simplemente se dejan secar hasta que se queda un fruto dulce y con un color que dependerá del tipo de uva. A pesar que muchas veces se las asocia con los frutos secos, no lo son, ya que siguen siendo una fruta a la que se le extrajo sólo el agua, por lo que aún sigue conservando gran parte de sus nutrientes.
Lo bueno es que se dispone de ellas durante todo el año, aportando salud y bienestar también en épocas invernales.
BENEFICIOS PARA LA SALUD | Durante la desecación de la fruta fresca, su contenido en agua se reduce, lo que da lugar a la concentración de los nutrientes. El valor calórico de las frutas desecadas es elevado, en el caso de las uvas, cada 100 gramos contienen 264 calorías, por su abundancia en hidratos de carbono simples. Por ello, las uvas pasas son ante todo una gran fuente de energía, siendo muy recomendadas en deportistas y personas que mantienen una alta actividad, aunque son indicadas en general, para dar calor al organismo en días de bajas temperaturas. Al estar secas el concentrado nutricional es mayor, ya que la uva ha perdido el agua y se han quedado los azúcares que son los causantes del característico sabor de las pasas y su alto contenido energético.
De todas formas, sus fuentes de nutrientes son tales que, siempre con moderación, es muy importante su consumo. Son una excelente fuente de potasio, calcio, hierro y de provitamina A (beta-caroteno) y niacina o B3. La vitamina C, en mayor cantidad en la fruta fresca se pierde durante el desecado. Constituyen una fuente por excelencia de fibra soluble e insoluble, lo que le confiere propiedades saludables para mejorar el tránsito intestinal.
Las pasas de uvas en particular pero todas las frutas desecadas en general, combinan muy bien con los cereales de desayuno y lo enriquecen en vitaminas, minerales y fibra, lo que puede resultar una alternativa interesante para personas de todas las edades, con la idea de hacer esta primera comida del día, atractiva, variada y con nuevos sabores.
Por ello, representan un alimento muy práctico para consumirlo en cualquier momento, solas o acompañadas con otros preparados.
Al poseer un concentrado de sales minerales, si se las deja en remojo durante 8 horas, liberan gran parte de esas sales, que luego al beberse en ayunas, da como resultante un efecto laxante natural en el organismo.
Para su elaboración, son elegidas principalmente las variedades sin semillas, de acidez baja y ricas en azúcares.
Otro de los beneficios de las uvas pasas, tiene que ver con que son ideales para desintoxicar y depurar el organismo, ayudando a eliminar toxinas.
También, su consumo ayuda a mejorar la circulación y a regular la presión arterial.
Gracias a la cantidad de potasio que contienen las uvas pasas, su consumo ayuda a prevenir enfermedades reumáticas.
El potasio, necesario para mantener un perfecto funcionamiento del organismo, es esencial para eliminar líquidos del cuerpo, pues es un buen diurético, ayudando también a mantener tendones y articulaciones en buenas condiciones, evitando la aparición de calambres.
Las pasas, al igual que las uvas, son una buena fuente de antioxidantes. Esto se debe al alto contenido de bioflavonoides que poseen, que sirven de protección celular, evitando que se vean afectadas por el ataque de los radicales libres, y logrando prolongar su juventud por más tiempo. Estas sustancias hacen de estas frutas deshidratadas, una buena prevención para una gran variedad de enfermedades, incluso el cáncer.
Combinan muy bien en ensaladas, preparaciones agridulces, flanes, helados, cremas, compotas o frutas asadas, tortas, budines, panes dulces y muchas otras preparaciones.
Debido a todos sus aportes nutricionales y su gran sabor, incorporar las pasas de uva en diferentes preparaciones, o simplemente solas, son una excelente y saludable opción en cualquier momento del año.
Por Yudith Píriz.
