Las investigaciones sobre las funciones y/o reacciones del cerebro ante las diferentes circunstancias que vive una persona, se han enfocado en ver a éste órgano como el creador de realidades. La neurociencia está mostrando la importancia de atender aquello que el cerebro recepciona para después transmitir al resto del organismo, situaciones, pensamientos, emociones que luego se muestran a través de acciones.
Comprender la realidad desde la perspectiva que surge de lo que informan los sentidos, parece desde la mirada de la Neurociencia, una escasa y muchas veces errónea forma de percibir e incluso incorporar la información adecuada.
En esa línea, varios científicos intentan abrir un abanico de posibilidades en lo que tiene que ver con la realidad, las emociones, los pensamientos y la función del cerebro en ese proceso.
TRABAJO| El investigador en Neurociencia y divulgador David del Rosario intenta descifrar la importancia de los pensamientos y su rol como cocreadores de realidades. Es Ingeniero en telecomunicaciones y biomedicina, trabaja en investigación científica y en divulgación, con el objetivo de usar la ciencia para revolucionar el día a día de las personas, invitando a descubrir quiénes somos, cómo funciona nuestro organismo y a entender por qué hacemos lo que hacemos desde una perspectiva completamente diferente.
Sus investigaciones lo llevaron a crear “El libro que tu cerebro no quiere leer” (Urano), una obra pensada para desentrañar los caminos que llevan a crear la realidad para cada persona. Según Del Rosario es importante comprender que cada cerebro ha vivido experiencias diferentes y tiene también metas u objetivos diferentes por lo que, tomar conciencia de ello, puede cambiar la forma de entender la vida.
Explica Del Rosario que decidió el nombre de su libro debido a que entiende que se trata de una propiedad universal de todos los cerebros. “Lo leí una vez, lo leí otra vez, lo leí otra vez, pero me costaba un montón recordarlo. Era como si mi cerebro no quisiera hacerlo”, comenta y agrega luego que “al cerebro no le importa la verdad, le importa la coherencia. Y trata de mantenerla a toda costa. Como ese artículo desmontaba mi mundo, mi cerebro activaba un mecanismo de defensa, el olvido, para borrarlo de mi mente y que mi mundo siguiera siendo coherente”.
El Neurocientífico dice que su libro intenta despertar en cada lector el “darse cuenta” y llegar a la toma de conciencia del mundo y de su propia vida. “Realmente, esto no cambia nada de tu vida, lo que cambia es la forma de ver tu vida. Ahí descubres que no es lo mismo vivir, que vivir la vida siendo consciente de cómo funciona tu mente y tu organismo”, dice.
También explica, que no sólo lo que se piensa sino también lo que se recuerda, no es real, sino una falsa mirada de sucesos que hemos vivido pero que hemos adaptado y modificado con el paso del tiempo. “Un pensamiento es una propuesta, una imaginación neuronal, y un recuerdo, es un pensamiento que apunta al pasado. El cerebro, a pesar de lo que muchas personas piensan, no es reactivo. El cerebro es predictivo. Es decir, alguien nos dice algo y el cerebro da significado a lo que nos están queriendo decir”, dice.
El científico dice que el cerebro es un órgano que muchas veces imagina e inventa situaciones o emociones que no son reales. “El cerebro humano es un órgano muy imaginativo…Nos creemos las historias que inventamos», dice y agrega que debido a ello, los sentidos tienen también su rol que, en ocasiones, modifican la realidad.
De acuerdo a Del Rosario, los pensamientos recorren un camino diferente en cada persona, de acuerdo a su pasado y su actualidad. Esto determina que, frente a determinado hecho, el cerebro de cada persona reaccionará también de forma diferente y esto provocará ver realidades dispares y mucha veces contrarios ante el mismo suceso.
“Para proponer un pensamiento, el cerebro utiliza una red neuronal que se encuentra principalmente en el hemisferio izquierdo y conocemos como «módulo intérprete». En cada situación de vida, el intérprete propone una imaginación neuronal, un pensamiento. ¿Y cómo cocina los pensamientos? Con tres ingredientes: experiencia pasada, expectativas de futuro y base genética”
EMOCIONES| Desde siempre, las emociones han despertado un profundo interés y una búsqueda constante. Hoy, la ciencia ha podido demostrar que las emociones juegan un rol fundamental en la vida de las personas. De todas formas, Del Rosario entiende que más que la emoción en sí, es la percepción de ésta la que provoca desequilibrios.
Hoy se sabe que no son las emociones las que causan diferentes situaciones, sino el miedo a asumirlas. “Las emociones no enferman, es tu indisposición a sentir una emoción lo que te puede llegar a enfermar. Es un punto sutil que no vemos”, dice.
En lo que sí está de acuerdo con otras disciplinas espirituales, es en la concepción de que la toma de conciencia de lo que nos pasa, es el primer paso para superarlo. “El sufrimiento, en personas sanas con sus necesidades básicas cubiertas, aparece cuando nuestra forma de comportarnos no está alineada con la forma de funcionar de nuestra mente y organismo. Cuando empiezo a tomar conciencia de que aquello que pienso es una propuesta neuronal, una imaginación y no un hecho, entro en un espacio de ignorancia. Dentro de ese espacio de ignorancia se abren un montón de posibilidades”.
No cree en lo que muchos terapeutas aconsejan como forma de estar presentes y en armonía. La idea de mantener pensamientos positivos para sentirnos bien, no lo comparte. Entiende que es necesario dejar trabajar al cerebro, sin presionarlo ya que si eso no sucede, aumenta la presión para intentar sentir algo que no se ajusta a la realidad.
“Deja a tu cerebro tranquilo y permítele que haga su función. La cuestión es: ¿cuánto de dispuesto estoy yo a vivir las cosas que me ocurren? Reconocer mi indisposición como el origen de mi sufrimiento es muy hermoso, y nos ofrece una nueva visión acerca de la felicidad”, dice.
Explica que hoy se intenta por todos los medios ofrecer fórmulas para ser feliz y según él, como en muchos casos no se logra, comienza la frustración. Desde su libro buscó como único objetivo que sus lectores dejaran de buscar la felicidad, dejaran de intentar cambiar lo que piensan o sienten, eso como la clave para vivir una vida plena, que no es lo mismo que obtener la felicidad.
Establece que frente a una situación que no nos gusta, se otorga al cerebro el poder de pensar que eso no te hace feliz y es ahí cuando comienza la angustia y esa angustia habla acerca de la utilidad que tiene ese pensamiento para cada uno en ese momento. “Cuando empiezas a prestar atención a un pensamiento, empiezas a descubrir que ese pensamiento te genera una sensación. Ahí comienzas a ver que la conexión real es entre lo que piensas y lo que sientes, no entre la situación y lo que sientes. Por lo tanto, tú eres responsable de lo que sientes, no la situación”, dice.
Por eso, es importante tomar la decisión de usar ese pensamiento o no. “Al darte cuenta de que ese pensamiento no es útil, dejas de usarlo, dejas de poner atención sobre él y ahí comienza la sanación”, dice.
El Neurocientífico opina que todas las situaciones son muy personales, así como los pensamientos que se tienen de ellas y no pueden emplearse formulas fijas, predeterminadas ni igual para todos. Esto entiende, es la base para comenzar a desestructurar modelos de vida que no se ajustan a todas las realidades.
Del Rosario intenta transmitir la idea de ser más libres y permitir sentir aquello que necesitamos en determinado momento. “Deja a tu cerebro que piense. Siéntete. Descúbrete. No te creas nada de lo que digo. Úsalo para descubrir cómo funcionas, cómo funciona tu sistema de pensamiento. Descubre si para ti esto es útil”, dice.
Por Yudith Píriz.