La forma de alimentarse se han transformado conforme se produjeron transformaciones a través del tiempo en el mundo. Las dietas han ido surgiendo de acuerdo a los estilos de vida, a las regiones y hasta los contextos socio económicos y culturales de cada momento histórico.
Son muchas y variadas, las dietas que han marcado una forma de entender el proceso alimenticio. Desde siempre las dietas han ido buscando el disfrute y/o el sentirse bien a partir de los diferentes sabores. Dietas macrobióticas, paleo, vegetarianas, veganas, ketogénicas, y tantas más, desarrollan planes que priorizan algunos alimentos y evitan otros.
Por aquello de “que tu alimento sea tu medicina “, encontrar otras formas de comer, puede marcar una diferencia a la hora de mantener el organismo sano y prevenir ciertas enfermedades. Si bien el tema económico está afectando la situación actual, quizá con pequeños cambios, dentro de las posibilidades de cada uno, pueda ser de gran ayuda.
PREVENCIÓN | Los nutricionistas investigan acerca de las formas de alimentación y cómo esto influye directamente en la crisis sanitaria actual. Dos de ellos, expresan su preocupación por la escasa importancia que se le da a la alimentación, como forma de prevenir diferentes o hacer frente a distintas enfermedades.
Una de ellas es la endocrinóloga argentino-estadounidense Mariela Glandt, autora del libro «Cómo comer en los tiempos del covid-19». Graduada en las universidades de Harvard y Columbia en Estados Unidos, Glandt es especialista en diabetes y trabaja en la prevención de esta patología.
Según Glandt, «hay una epidemia que está agravando el coronavirus y es que comemos comida de baja calidad». Entiende que para robustecer el sistema inmunológico, la clave está en la alimentación. “Se sabe que el Covid-19 afecta más gravemente a las personas con ciertas patologías que presentaban antes de infectarse con el virus, entre las que se encuentran las enfermedades metabólicas. Y lo que es evidente y casi nadie señala es que la mayoría de esas dolencias están relacionadas con lo que esas personas comen”, dice la especialista.
Las enfermedades metabólicas se caracterizan “por un exceso en la ingesta de azúcar, carbohidratos y aceites vegetales. Todos ellos provocan un rápido aumento de la hormona insulina y podrían conducir a una resistencia a la insulina y a otros desequilibrios hormonales”, dice y luego opina que poco se habla de los alimentos que se ingieren a diario y del mal que pueden provocar en el organismo. «La alimentación es el mayor riesgo de coronavirus y nadie está hablando de ello», dice.
Para ella, la clave está en el síndrome metabólico que tiene que ver con personas que sufren patologías como presión alta, problemas cardiovasculares, obesidad y diabetes y que son las más propensas a terminar en los CTI.
“La comida está formada por proteínas, carbohidratos y grasas. El cuerpo descompone los alimentos en azúcares y ácidos y puede utilizar esta energía de inmediato o almacenarla en tejidos corporales, como el hígado, los músculos y la grasa corporal. Un trastorno metabólico ocurre cuando hay reacciones químicas anormales en el cuerpo que interrumpen este proceso. Cuando esto pasa, es posible que el cuerpo tenga demasiadas o muy pocas sustancias que necesita para mantenerse saludable. Un ejemplo de trastorno es la diabetes”, dice.
En relación a la forma en que este proceso afecta a las personas, se desprende que todos los desequilibrios orgánicos, son un factor desencadenante de muchas enfermedades, entre ellas, el Covid-19.
“Cuando el síndrome metabólico está presente causa una inflamación crónica…, entonces no puedes reunir la defensa que realmente necesitas contra el virus. Si el virus cae en un cuerpo que no está en las mejores condiciones, nos enfermamos gravemente. Las personas con alguna de estas características son más vulnerables a la enfermedad y, si se contagian, el coronavirus les hace más daño que a otras”.
Continúa expresando la experta que “en los últimos años comemos comida con tanta azúcar y tanto aceites vegetales, que no es realmente comida”. Glandt recomienda comenzar con los cambios poco a poco e ir sustituyendo alimentos basura por alimentos de calidad nutricional, para generar esas tan necesarias defensas contra el coronavirus y contra todas las enfermedades”.
CAMBIOS| Explica la especialista que se trata de una problemática que afecta cada vez a más personas pero que aun así, puede revertirse de una forma sencilla, controlando y observando lo que se come. “Podemos controlar estos riesgos mucho más fácil de lo que uno piensa y lo podemos revertir en cuatro semanas. Lo más importante es empezar a comer comida real, de verdad”.
Uno de los alimentos que dice Glandt que enferma más a la gente es el azúcar, y sin embargo se controla poco o nada. En el caso de la fruta opina que es necesario controlar su ingesta ya que muchas de ellas contienen demasiada azúcar y no es aconsejable si se suma a otros alimentos dulces que se ingieren en el día. “Esto de comer azúcar todo el tiempo nos está enfermando”, dice.
Aconseja comer la fruta y no su jugo, y reducir su ingesta debido a que con ellas se consume mucha azúcar. “Lo peor es la concepción de creer que estas tomando algo que te hace bien. Es el caramelo de la naturaleza”, dice.
Según Glandt además del azúcar, los carbohidratos también están causando serios problemas de salud. Entiende que es imprescindible cuidar qué ingerimos, y qué puede causarnos en el estado general de nuestra salud. “Es necesario tomar conciencia de lo que pones en el cuerpo…El cuerpo sabe perfectamente cómo producir todo el azúcar que necesita. El cerebro sabe exactamente como vivir sin comer carbohidratos. Evitar los carbohidratos es el mejor modo de romper el ciclo de subidas de insulina y resistencia a la insulina”, dice.
Debido a ello, entiende que es necesario dejar de ver a ciertos alimentos como sanos, debido a que muchos de ellos son los principales causantes de muchas enfermedades.
“Creo que la alimentación es la mejor manera de preparar a nuestros cuerpos para luchar contra este virus, la superposición entre la disfunción metabólica y vulnerabilidad frente al Covid-19, es imposible de ignorar”, explicó.
Glandt asegura que la comida rápida es la gran culpable de las malas costumbres alimenticias que ven aumentar la obesidad en su población. “La comida basura sin nutrientes, comida procesada llena de azúcar y aceites vegetales, las sodas y jugos de fruta, deberían sustituirse por comidas que no destruyan el metabolismo”.
La médica indica que sus pacientes disfrutan de vegetales, pollo, pescado, huevos, carne, aceite de oliva y lácteos en abundancia, que pierden peso y que su metabolismo se recupera en poco tiempo y recuerda que en tiempo de pandemia, la dieta adecuada debe ser la prioridad.
“En estos momentos estamos todos petrificados pensando cómo evitar ser una víctima de covid-19. El 80% de la gente que se contagia no lo pasa bien pero no muere. Pero un 20% sí tiene complicaciones graves. El objetivo es ayudar a la gente a mejorar su sistema inmunológico para poder pelear el coronavirus si es que le toca”.
MÁS APORTES| A su vez, Miguel Ángel Martínez-González, explica la importancia que tiene la alimentación en la emergencia sanitaria actual. El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública y catedrático visitante en Harvard, explica en su “Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir, la importancia de la alimentación en las patologías complejas”, que “hay polémica porque hay muchos intereses comerciales detrás de los mensajes que se lanzan a la población sobre alimentación saludable y mi objetivo es empoderar a la gente para que no sean marionetas a las que la industria alimentaria pueda tirar de los hilos y decirles qué comer”.
Las personas tienen gran confusión acerca de la alimentación y eso se debe a los intereses de las grandes empresas que venden alimentos. Basta con ver publicidad de productos altamente nocivos para la salud, como los snacks, los cuales son presentados por figuras públicas como artistas o renombrados futbolistas, que invitan a consumir este tipo de productos. La publicidad de estos malos alimentos, lleva a que muchas personas, sobre todo niños y jóvenes que ven en sus ídolos un ejemplo, sigan su consejo de consumirlos.
Ante esto Martines Gonzales explica algunas pautas que ayudan a mantener una verdadera alimentación sana y que aportan nutrientes de calidad al organismo.
Con respecto a la pandemia el catedrático expresa, «Lo que comemos puede determinar si resistimos o no al coronavirus»
El especialista en la dieta mediterránea menciona algunos de los alimentos que en otros momentos eran considerados perjudiciales y que hoy, gracias a las investigaciones, se ha podido demostrar todo lo contrario. Por ejemplo el caso del café y del huevo.
“Si analizas el café por su composición química, es el alimento que más cafeína contiene. Pero también tiene una mezcla compleja de sustancias, muchas de ellas polifenoles antiinflamatorios.
En cuanto al huevo, explica Martínez Gonzales que se ha desterrado su mala fama y hoy es considerado un super alimento.
“No hay un alimento con más colesterol que la yema del huevo y eso hizo que hace algunos años los cardiólogos lo desterraran de la dieta de sus pacientes de riesgo. Sin embargo, hoy se sabe que su consumo no conlleva mayor riesgo cardiovascular y que además es una opción nutritiva y muy versátil”, explica el científico
Otra de las recomendaciones tiene que ver con la vitamina D, la que explica, tiene muchos beneficios frente a la pandemia del Covid y otras patologías.
“Está demostrado científicamente que la vitamina D previene frente a las infecciones virales como la Covid-19. Se puede tomar esta vitamina en los pescados grasos, como salmón, atún, caballa o sardinas, y también en setas y hongos o huevos y la exposición diaria de 15 o 20 minutos al sol”.
El epidemiólogo entiende que la alimentación occidental está siendo muy mala, haciendo referencia a España pero que en la actualidad, este misma panorama puede verse en muchos países. “Nos han invadido las modas norteamericanas y cuanto más joven es la gente, más alejada está de un patrón dietético de alta calidad. Se come mucha hamburguesa, bollería industrial, bebidas azucaradas, exceso de calorías, de cárnicos, grasas saturadas, ultraprocesados, salchichas, azúcares añadidos…”, explica.
Agrega que la obesidad es el primer factor de riesgo evitable frente a la pandemia, el otro es la edad, por lo que la alimentación es esencial, opina. La recomendación del experto tiene que ver con incluir siempre que se pueda, aceite de oliva, tres raciones semanales de legumbres y tres de frutos secos. Los dos académicos coinciden en afirmar que la alimentación, puede desencadenar una buena o mala salud en general, de acuerdo a los alimentos que se consumen.
Por Yudith Píriz
