Un total de 582 personas debieron ser evacuadas entre San José de Mayo y Ciudad del Plata debido a las inundaciones provocadas por las intensas lluvias acaecidas durante la pasada semana. La crecida récord del río San José, que alcanzó una altura de 11,48 metros el jueves 14, superó la marca del año 2016 y desembocó en el obligado desplazamiento de un número aún no exactamente determinado, ya que no se cuenta a los autoevacuados. El sábado, con el descenso del nivel del río, el Comité Departamental de Emergencia (CECOED) anunció el inicio de la etapa de retorno a los hogares de las familias afectadas, muchas de las cuales sufrieron la pérdida parcial o total de sus pertenencias.
La situación comenzaba a complicarse en la capital del departamento cuando el nivel del río San José superó los 7,40 metros durante la mañana del jueves 14 tras varios días de fuertes precipitaciones y tormentas. Este incremento afectó directamente a las familias que vivían en las proximidades del curso de agua, llevando a que durante esa mañana, se debieran realizar las primeras evacuaciones, con cuatro familias abandonando sus hogares debido al aumento del caudal del río y las proyecciones de más lluvias, lo que anticipaba un incremento en el número de evacuados en las horas siguientes.
En principio se coordinaron medidas de emergencia en conjunto con el gimnasio Argos para albergar a las familias afectadas. Por otra parte, el CECOED se reunió en las primeras horas del día para definir los pasos a seguir.
Tras la reunión, el coordinador del CECOED Yarwynn Silveira, informaba a los medios sobre la activación de todas las instituciones involucradas en el territorio para mitigar la emergencia y brindar asistencia a los afectados. Silveira destacó en ese momento la rapidez con la que aumentaba el caudal del río, con un incremento de 25 centímetros por hora. Para el mediodía, ya se reportaban varios pasos cortados en el norte del departamento y también se había observado la destrucción de alcantarillas.
Conforme a lo pronosticado, el nivel del río siguió creciendo en las horas siguientes, lo que resultó en un mayor número de personas evacuadas. Además, la capital maragata se vio privada del suministro de agua potable de OSE, dado que la planta potabilizadora también fue alcanzada por la inundación. En respuesta a esto, OSE solicitó a UTE la interrupción del suministro eléctrico a la planta, lo que ocasionó su paralización. Como consecuencia, toda la capital departamental se quedó sin agua desde la madrugada del viernes.
Por tal motivo, se establecieron seis puntos específicos en la ciudad donde se podía recibir agua potable de camiones cisterna de OSE. Además, se coordinaron acciones para que la Intendencia brindara agua no potable en los centros de salud y educativos, así como en otros espacios donde se necesitara.
HISTÓRICA | En la mañana del viernes 15, la intendente de San José Ana María Bentaberri, en conferencia de prensa se refirió a la magnitud de la inundación que afectó a la ciudad, diciendo que fue superior a la registrada en 2016. “Al momento de hoy esta inundación ha llegado a una cota más alta que la del 2016. En el 2016 la cota fue de 11,40 metros, anoche (por el jueves), registrábamos 11,48 metros cuando se pudo hacer la última medición”, informó Bentaberri.
Las declaraciones las realizó en la Sala de Conferencias de la comuna tras una reunión del Comité Departamental de Emergencia, en la que estuvo presente el presidente del Sistema Nacional de Emergencias (SINAE), Santiago Caramés. En ella se informó sobre la crítica situación por la que atravesaba San José de Mayo, con más de 300 personas evacuadas hasta ese momento.
En la oportunidad Bentaberri detalló que habían sido habilitados dos nuevos espacios para trasladar a las familias: el gimnasio del colegio Sagrada Familia, y un espacio proporcionado por la empresa Sanfer en calle Colón. Además, se realizaron las coordinaciones para la instalación de un hospital de campaña que oficiara de centro de alojamiento para asegurar que las familias trasladadas tuvieran acceso a los servicios básicos.
Durante la instancia, la Jefa comunal se refirió al trabajo conjunto con diversas reparticiones públicas, incluyendo al Ministerio del Interior, el Ministerio de Defensa y el Ejército, para brindar asistencia a las familias afectadas. En sus declaraciones, la Intendente llamaba a mantener la calma y el trabajo conjunto para enfrentar la situación, haciendo un llamado a la colaboración de los vecinos. Dijo que el objetivo principal era garantizar la seguridad y el bienestar de todos los damnificados y que se continuaría brindando apoyo y seguimiento a la situación.
En el transcurso de las horas, el número de evacuados continuó aumentando y superó los 500. Según los últimos informes del Sistema Nacional de Emergencias al cierre de esta edición, en la ciudad de San José de Mayo el total de evacuados alcanzó los 575, según datos oficiales. Este departamento fue el más afectado por la inestabilidad atmosférica que perjudicó diversas áreas del país, registrando un total de 582 damnificados, incluyendo siete en Ciudad del Plata.
EL REGRESO | Sin embargo, desde la tarde del viernes el nivel del río descendió gradualmente, disminuyendo de los 11,48 metros registrados en esa madrugada a 5,38 metros a las 11 horas del domingo. Esta situación condujo a que durante las primeras horas de la tarde del sábado, el Centro Coordinador de Emergencias Departamental (CECOED), iniciara el proceso de retorno a sus hogares de las familias evacuadas y se fueran conociendo algunas historias de familias que perdieron todo durante este temporal.
Para las familias evacuadas, el CECOED dispuso la entrega de hipoclorito a cada una inicialmente. Aquellas que se autoevacuaron estuvieron habilitadas a recogerlo en la Dirección de Gestión Ambiental y Salud de la Intendencia o en la Dirección de Políticas Sociales hasta las 20 horas del domingo.
Simultáneamente, el organismo solicitó a las familias completar un formulario para presentar ante UTE, a fin de que se les restablezca el servicio de energía eléctrica.
En este contexto, el CECOED informó que también se puso en marcha la limpieza de las calles y espacios públicos afectados por la situación.
De esta forma, la capital departamental debió afrontar una nueva catástrofe atmosférica, sin haber empezado a solucionar los problemas que dejó la ocurrida hace ocho años atrás.
Imagen ilustrativa, tomada de la web.
Por Katherine Martínez.
