El sábado 16 de marzo a media mañana, llegaba un mensaje de la bióloga Tamara Avellán anunciando que la reunión que se planificaba realizar en la tarde en su casa cambiaba de locación y se realizaría sobre el “Puente Valdez”, que se encontraba cortado tras tres días continuados de intensas lluvias en todo el país. La intención inicial de planificar una estrategia para pedir el retiro de las bombas que se pusieron entre junio y agosto de 2023, se debió transformar en una acción de denuncia, ante los hechos consumados.
Es que el agua se llevó todo lo que dejaron las seis impresas que colocaron las bombas y los 13 kilómetros de caños hasta Paso Belastiquí; contenedores, maquinaria de poco porte, restos de restos, fueron arrastrados por las aguas que del Norte bajaban por el San José, provocando inundaciones en la capital departamental y desbordes en todo el recorrido que hace el río que da nombre al departamento.
A partir de las 16 horas comenzaron a llegar los convocados a ubicarse del otro lado del puente sobre el río. Allí, donde se bajaba al obrador de las seis empresas constructoras y el agua estaba a escasos metros de la ruta 45, entre curiosos que llegaban en gran número para ver la vía cortada, fueron arribando ediles de San José, dirigentes del Frente Amplio de Libertad y algunos vecinos de la zona de Buschental, que convocados por el empuje de Avellán, participaron de la movida.
La convocatoria de medios fue escasa; tan solo los dos de Libertad, pero igualmente, se improvisó una especie de conferencia de prensa en la que Tamara Avellán llevó la voz cantante. Mencionó la preocupación de todos los reunidos por “lo que está pasando en la zona del puente Valdez, sobre todo por los restos de la infraestructura de las bombas que se habían instalado el año pasado para hacer el trasvase del San José al Santa Lucía”.
“Hoy en día eso ya no se necesita más porque no estamos más en una situación de déficit hídrico, al contrario, tenemos una inundación tremenda y estamos preocupados con la posibilidad de que los restos que hayan quedado acá puedan dañar el medio ambiente. Nos preocupa que haya gasoil que pueda haber quedado por ahí, los baños químicos que puedan estar dentro de los contenedores, los propios contenedores”, mencionó la bióloga y propietaria de la estancia Los Potros.
DENUNCIA | La vecina dijo luego que “esta es una situación que merece una denuncia ambiental y le pedimos a los vecinos, a los pobladores de San José, que denuncien esta situación, porque esto es algo que iba a ser temporario y que ahora lo están dejando de forma permanente”.
El ex Concejal y ahora vecino de la zona de Colonia Italia, Fabio Reyes, también habló en la reunión realizada en el puente Valdez. Mostró su preocupación por los daños provocados por las inundaciones y respecto a lo que pasaba atrás suyo mientras hablaba con los medios dijo que “esto ya se sabía, se había advertido, hubo reuniones acá en Colonia Italia donde lo dijimos”.
Recordó Fabio Reyes que “no era solo esto lo que se había planteado acá. Estaba también la locura de hacer 200 pozos semisurgentes, esa era otra locura; de 200 bajaron a 100 y al final se hicieron solo siete”.
Fabio Reyes comentó luego que “no sabemos lo que hay dentro del agua; es todo una irresponsabilidad, nos prometieron que había un plan de contención para que cuando llegase una creciente al Puente Valdez, en seis horas pudieran desmantelar todo. Lo que vemos atrás demuestra que está todo muy por fuera de la realidad”.
Consultada Tamara Avellán sobre si el dique que se construyera en la zona de Buschental, como parte de las obras para lograr el trasvase de río a río, podría haber perjudicado al río, dijo que “el perjuicio que puede haber quedado no necesariamente tiene que ver con la inundación, pero sí con la concentración de nutrientes y de material orgánico, anterior a la inundación”.
Avellán dijo que lo ocurrido con las inundaciones les hizo cambiar los planes para definir qué hacer a nivel institucional y que deberán convocar a otro encuentro para discutir la temática que inicialmente tenían marcada.
De todas formas anunció que ella en particular va a realizar “una denuncia ambiental, dado que los contenedores y la infraestructura está en el río y no se retiró ante la inundación. Todos los vecinos han tratado de rescatar su vaca, su caballo, que tenían en las zonas inundables y acá quedó infraestructura que no se retiró y que puede hacer daño al medio ambiente. Esa es una medida que voy a tomar y sugiero hacerla a todos”.
Respecto a si entendía que iban a pedir alguna reunión a autoridades de OSE o del Ministerio de Ambiente, Avellán dijo que “lo mejor es primero pasar por las vías autorizadas que existen, debemos usar esos derechos que tenemos”.
PLUVIÓMETROS | Entre los presentes se encontraba el equipo del Concejal del FA Luis “Titer” De Armas, grupo del cual tomó la palabra José González, quien dijo que lo que se veía en el río San José, es “una prueba más de la improvisación absoluta que en todos los órdenes viene llevando adelante el gobierno de coalición”.
Anunció el Concejal suplente que en la próxima reunión del Concejo Municipal, “vamos a exigir a las empresas o a los organismos que correspondan, que se retire esta instalación, tal como mandataba la DINACEA (Dirección Nacional de Control y Evaluación Ambiental, ex Dinama), que decía que una vez que se levantara la emergencia hídrica, se levantara todo lo que se hizo, cosa que no ha pasado”.
Pero además, “lo otro que vamos a pedir, es algo mínimo, porque en Libertad cada vez que llueve, INUMET (Instituto Nacional de Meteorología), no tiene registros de lluvia”.
“Hay que colocar por lo menos tres pluviómetros en el Municipio y que se reporten los niveles de agua de la zona. Uno tendría que estar en Kiyú, que es la ciudad más importante del Municipio después de Libertad, otro en la propia Libertad y otro sobre el río San José. Tenemos que ser parte de las estadísticas de lluvia de este país, de pronto eso da una mano para prevenir algo”, dijo José González.
Apagadas cámaras y grabadores, la reunión continuó un rato más, mientras con el calorcito del sábado a la tarde, eran centenares los curiosos que de uno y otro lado del río, llegaban para saber dónde estaba cortado el San José. Pero eso será motivo de otra crónica.
Por Javier Perdomo.