El director por el Frente Amplio en el Directorio de OSE Edgardo Ortuño habló con La Semana sobre las obras que está realizando el ente en el río San José para llevar agua dulce hacia el río Santa Lucía, de manera de mejorar el abastecimiento del vital elemento a los habitantes de Montevideo y Canelones. Comentó además que el ente debe responder a por lo menos 12 recursos administrativos contra la construcción del proyecto Neptuno en Arazatí, tres de los cuales son de productores de la zona.
Primeramente el jerarca hizo referencia a las razones que llevan a la realización de la obra en San José. “Estamos llegando a niveles críticos de las reservas de agua dulce en Paso Severino. Si pensamos que además de lo que aporta el río Santa Lucía, de 67 millones de metros cúbicos de capacidad de embalse en Paso Severino, más 10 millones en Canelón Grande, hoy tenemos un millón de esos metros cúbicos de capacidad de reserva”, comenzó diciendo Ortuño.
Mencionó luego que “la realidad plantea que las reservas de agua dulce continúan descendiendo día a día y por tanto en un escenario de corto plazo tendremos no solo agua no potable como la que se está abasteciendo desde principios de mayo, como consecuencia del aumento de cloruro de sodio y trihalometanos por encima de los valores máximos permitidos, sino que tendremos en la próxima semana, agua que no será bebible, por el aumento significativo de esos niveles”.
“Eso llevó a buscar alternativas de agua dulce y se eligió la del río San José, obra que como representante del FA en el Directorio, venimos planteando desde el mes de febrero por el agravamiento de la crisis hídrica”, agregó.
Respecto a la obra en sí, dijo que se trata de “un trasvase de agua dulce del río San José hacia el Santa Lucía en el embalse ubicado en Paso Belastiquí, supone generar un embalse provisorio de tierra en la zona de Paraje Buschental, sobre el río San José, que permite elevar los niveles del agua para la toma que se instalará en el puente de Valdez, en el cruce de la ruta 45 con el río, de modo de, mediante tuberías, primero una de un kilómetro 200 que conectará con una tubería de fundición dúctil de 13 kilómetros y medio, hasta llegar al Belastiquí, donde se haría el vertido del agua. Es una obra con varios componentes, con una inversión de unos 35 millones de dólares”.
PLAZOS | El jerarca de OSE, el único que está haciendo declaraciones luego de la decisión del Presidente de centralizar toda la información, dijo que para esta obra “se ha planteado la ejecución en plazos récords, producto de la colaboración de los actores institucionales que colaboran con acelerar los trámites para acelerar los tiempos de este tipo de inversiones. Esta obra pasa a ser fundamental para reducir el tiempo de empeoramiento del agua que suministrará OSE, que no será apta para consumo humano. Para recuperar esa condición se necesita un aporte significativo de agua dulce y ese es el objetivo central de la obra”.
“Nosotros decimos que el plazo presentado por el Presidente es demasiado ambicioso, no creemos que la obra esté pronta en 30 días, pero si hay un compromiso de las empresas de tratar de bajar el tiempo de 60 días a 45”, mencionó Ortuño.
Consultado concretamente respecto a si este trasvase no generaría problemas para la ciudad de San José de Mayo, que en verano tuvo problemas de abastecimiento, dijo Ortuño que, en efecto, “en febrero San José de Mayo integró el grupo de seis ciudades para las cuales OSE estableció restricciones de uso de agua potable, debido a los bajos niveles que tenía el río San José, lo que plantea la interrogante sobre la capacidad de aporte del río en forma permanente, pero en la coyuntura actual el río se ha recuperado y los técnicos dicen que tiene una capacidad de aporte de 200 mil metros cúbicos por día”.
Esto “hay que evaluarlo con los estudios técnicos correspondientes, algo que ahora no se ha hecho por la premura del tiempo, de manera de asegurar el abastecimiento de San José de Mayo y saber si hay caudales suficientes como para mantener o no este abastecimiento de respaldo”, dijo Ortuño, que consideró que “se deberá definir si será una obra provisoria, coyuntural, si se desmantelará una vez pasada la crisis hídrica o se planteará aprovechar la inversión que se realiza con la consolidación de este trasvase alternativo, pero eso requiere estudios de fondo”.
NI MIRAS | Respecto a si se suspenderían estos trabajos si lloviera de forma voluminosa en el próximo tiempo, Ortuño dijo que “no está previsto por INUMET que sucedan lluvias intensas en el próximo mes. La obra es necesaria, las previsiones son de un invierno seco y por lo tanto las dificultades de abastecimiento se extenderán hasta la primavera y eventualmente podrían afectar al verano, lo que se agravaría más por el nivel de consumo”.
Sobre si se podrían llegar a realizar perforaciones en el acuífero Raigón, Ortuño dijo que “OSE evalúa perforaciones en el entorno del área metropolitana en distintos puntos, no descarto ni confirmo nada sobre el Raigón, que es rico en aguas subterráneas, pero que está exigido con niveles de extracción significativo, por lo cual hay que tener cuidado de cuidarlo. Si en Ciudad del Plata habría posibilidades de extracción, pero por ahora no se han concretado”.
Consultado sobre si hay un plan de contingencia para la posibilidad de lluvias importantes, dijo que debería haberlo “ante la eventual ocurrencia de lluvias copiosas que pudieran tener como consecuencia afectaciones de actividades productivas o incluso de viviendas de la zona, manteniendo máquinas que pudieran acudir a solucionar una situación de ese tipo. Es algo en lo que se debe trabajar”.
Foto tomada de internet.
Por Javier Perdomo.
