La comunidad de Puntas de Valdez comienza a ver como realidad palpable el dictado de cursos secundarios en su lugar. En carácter de cursos semipresenciales, en 2019 comenzará a dictarse cursos de Ciclo Básico en las instalaciones de la escuela 26, pero esto es sólo el comienzo, ya que el objetivo sigue siendo la construcción de un liceo en la localidad.
En la pasada semana se supo que las docentes Liliana Díaz y Gisel Luna, dos vecinas de la localidad, serán las coordinadoras de los cursos a dictarse allí. Estas dos docentes son las encargadas desde la jornada del lunes 25 de contactarse con las casi 200 personas que expresaron a fines de 2018 su intención de participar de los cursos, para definir si están en condiciones de asistir a los cursos que se dictarán en la localidad.
Liliana Díaz comentó a La Semana que a fines de año le pidieron a ella y a Gisel Luna, como docentes y vecinas de Puntas de Valdez, que presentaran carpetas para el cargo de Coordinadora, ya que era intención de las autoridades de Secundaria que quien estuviera en ese cargo fuera residente en la localidad. Sorprendidas quedaron cuando les informaron que el cargo sería compartido y que cumplirían 12 horas cada una.
“Es bueno trabajar en equipo”, comentó la docente, quien informó que los contactos con los aspirantes se realizarán para ver el perfil de cada uno de ellos, la disponibilidad horaria y las posibilidades reales de concurrir, cuidando además de no quitar alumnos a los cursos del Liceo Libertad.
En una primera etapa, explicó Díaz, se buscará completar los tres niveles del Ciclo Básico y en una segunda etapa se buscará crear los grupos de Bachillerato. La intención es que luego que las coordinadoras se contacten con los aspirantes, se proceda a la efectiva inscripción de los alumnos, tarea que realizará personal administrativo de Secundaria.
Toda esta tarea llevará algunas semanas, por lo cual los cursos no comenzarán el 1° de marzo como el resto de la educación, pero sí ocurrirá en el correr de marzo o primeros días de abril. Por todos los medios de comunicación se dará a conocer las fechas en que se harán las inscripciones definitivas.
NÚMEROS | Consultada respecto a la cantidad de alumnos que tendrían estos grupos de los tres niveles iniciales de Secundaria, dijo Liliana Díaz que el máximo sería de 25. “Pongamos que hay gente que sólo le quede alguna materia y se amplíe un poco el cupo pero va a andar por ese número. No es concluyente pero va a andar por ahí para que funcionen. El mínimo tiene que ser de entre 10 o 15 personas, porque si no ese nivel no se hace”, explicó.
Respecto a la cantidad de veces que deben asistir los alumnos a clases presenciales, dijo Liliana Díaz que “obligatoriamente, tienen que asistir una vez al mes, pero el docente tiene que estar disponible una vez a la semana para los alumnos y la realidad marca que los alumnos terminan yendo una vez a la semana porque necesitan esa tutoría”.
“El seguimiento del alumno es personalizado, lo que se busca es que realmente el nivel de culminación y aprobación sea el más próximo al 100%. Se supone que es gente que quiere estudiar, que tiene que hacer lo que realmente puede y que nuestro rol después de este arduo trabajo de entrevistas es de acompañamiento y seguimiento a los procesos, para que logren culminar”, comentó la docente y vecina de Puntas de Valdez.
Liliana Díaz dejó claro que el semipresencial no es el final de la lucha, apenas es un comienzo. El edificio liceal para Puntas de Valdez “lo seguimos peleando, esto no termina acá”, dijo.
OBJETIVO SIGUE FIRME | Contó que “cuando nos conformamos como grupo de vecinos -yo estaba en esa comisión y nunca aspiré a trabajar en esto-, comenzamos promoviendo un liceo de Ciclo Básico para los vecinos porque consideramos que era una necesidad del pueblo, queremos que los gurises se queden estudiando acá, que no emigren. En ese momento nos contestaron que no había presupuesto para construir un liceo y no hay forma de hacerlo funcionar en el mismo horario de la escuela, por lo que surgió esta alternativa”.
“Cuando hicimos la preinscripción y se vio que había mucha gente adulta interesada, se decidió darle la respuesta a esa gente primero, pero este programa va a durar unos tres años, después cae el plan y a nosotros nos da margen para ir demostrando el interés y organizándonos para seguir peleando por la construcción del nuevo liceo para el próximo presupuesto”, dijo la docente.
Liliana Díaz se mostró muy contenta con la respuesta de la gente del pueblo. “Ha sido increíble, han ofrecido desde todo tipo de cosas para amueblar el lugar hasta espacios para que funcione. Es muy positivo, porque es un pueblo unido trabajando para que esto salga”, comentó.
En algún momento se manejó que se iban a colocar aulas móviles en el predio de la escuela 26, pero según contó Díaz, esa idea fue descartada. “Se van a compartir los salones con la escuela, lo que sí sucederá es que Secundaria va enviar nuevo mobiliario para tres salones. Se cambiarán los bancos, que sean más adecuados para adultos, además de insumos de papelería, fotocopiadoras, se va a trabajar con el Plan Ceibal y también aportará auxiliares de servicio y limpieza”, informó. En síntesis, todo menos la planta física para el liceo, al menos por ahora.
Al ser consultada respecto a lo que significa para ella este desafío, dijo la docente que “ninguna de las dos (ni ella, ni Gisel Luna), esperábamos que nos convocaran, el desafío nos encantó porque apuestan a que sea gente con conocimiento de la zona las que estén coordinando. Es como el sueño del pibe, trabajar en tu comunidad, con la gente que viste crecer y en el área que vos manejás, cuando como docentes siempre tendemos que andar rodando por todo el departamento y por otros departamentos; esto es para hacer fuerza para que las cosas salgan y rueden de la mejor forma posible”.
Por Javier Perdomo.