La edila suplente del Frente Amplio Estela Álvarez, al hacer uso de una media hora previa en la Junta Departamental, planteó la necesidad de que los inspectores de tránsito realicen su tarea con un sonómetro, como una forma de controlar los ruidos de los vehículos con caños de escape recortados.
Álvarez comenzó planteando su preocupación por los problemas que causan estos vehículos y recordó que la Junta Departamental de San José, el 9 de noviembre de 1998, sancionó el Decreto 2.816 que establece la reglamentación referente al tema y que en 2004, se promulga la Ley 17.852, que “también contempla todo sobre la prevención, vigilancia y corrección de la contaminación acústica y los inconvenientes relacionados a ruidos molestos”.
Sin embargo, dijo la edil, “todos los días somos testigos de denuncias recurrentes de vecinos sobre la problemática de los ruidos que producen los caños de escape libres o recortados, ya sea de autos o de birrodados, los parlantes con altavoz, las picadas clandestinas en ciudades y alrededores, lo que altera la convivencia y produce malestar”.
“Testimonio de ello son las firmas recogidas en Rafael Perazza, como así también los reclamos ante el Municipio de Libertad”, narró y luego añadió que “no es necesario especificar las perturbaciones o alteraciones que esos ruidos pueden ocasionar en centros de atención de salud, en centros de estudios, en horarios de descanso, afectando negativamente la calidad de vida de los residentes y produciendo estrés, trastornos y problemas auditivos”.
Luego Álvarez, realizó varias propuestas, entre ellas que se agregue a la documentación que se brinda a la hora de rendir la prueba de manejo información sobre los decibeles aceptados, condiciones de los vehículos y las multas a las que estarán expuestos”. Además, sugirió “hacer una campaña educativa de concientización pública sobre la normativa y el impacto negativo del ruido excesivo de vehículos y lo que afecta al medio ambiente y a la salud humana”.
“Debería ser un trabajo conjunto entre los municipios y la Intendencia, con una dependencia de servicios de convivencia donde podrían ser atendidos todos los temas relacionados a ruidos molestos y recibir denuncias de los y las vecinas”, dijo y luego agregó que “corresponde implementar para ser utilizado por los inspectores de tránsito, como se hace con la espirometría, un sonómetro como parte del control vehicular. Se debe establecer una coordinación efectiva para que se realicen operativos periódicos y se intensifiquen los controles para garantizar el cumplimiento de la regulación establecida”.
Por Javier Perdomo,