El pasado sábado 1º de octubre al mediodía en el Memorial Penal de Libertad se reunieron un centenar de ex presos políticos, familiares de detenidos desaparecidos y referentes políticos frenteamplistas del departamento, para recordar los 50 años de inauguración del centro de reclusión como cárcel militar.
La actividad contó con un solo orador, que fue el integrante del grupo de ex presos y presas políticos Crysol Gastón Grisoni, quien recordó que el hoy establecimiento de rehabilitación “fue un centro emblemático de reclusión para hombres, para casi 3000 luchadores sociales, gremiales y políticos, durante el terrorismo de Estado. Fue un centro de reclusión administrado por las Fuerzas Armadas, dependiente de la Región Militar Nº II, con asiento en la ciudad de San José de Mayo”.
“En el marco de la lucha constante por profundizar la democracia que ayudamos a construir; por mantener viva la memoria de lo ocurrido, nos reunimos hoy para rendir homenaje a los 35 compañeros que habiendo sido recluidos en el penal, fallecieron antes de recuperar la libertad”, dijo Grisoni, que añadió que “algunos fallecieron por falta de asistencia médica oportuna, otros dadas las condiciones imperantes, diseñadas para la destrucción psíquica y moral de los prisioneros -con el aporte de psicólogos y psiquiatras especializados-, fueron conducidos a la autoeliminación. En otros casos no se aclararon debidamente las circunstancias de la muerte”.
“Todos ellos siguen vivos en nuestra memoria, en nuestros corazones, en nuestra lucha como colectivo organizado”, continuó diciendo Grisoni, que luego mencionó que el homenaje se realizaba también “a los centenares de compañeros, que habiendo recuperado la libertad, ya no nos acompañan físicamente”.
“El paso del tiempo es inexorable y definitivo, lo que perdura es el colectivo organizado, manteniendo viva la memoria y las banderas de lucha, que permanecen inalterables”, dijo Grisoni.
FAMILIAS | Posteriormente agregó el Presidente de Crysol que “en este día no podemos ni debemos dejar de referirnos a nuestros familiares, a las hijas e hijos, que acompañaron a los prisioneros políticos, soportando las más duras condiciones a nivel de la sociedad y el trato humillante e inhumano por parte del personal de vigilancia. A todas ellas y ellos, siempre nuestra mayor gratitud y reconocimiento. Sin su apoyo, sin su sacrificio, sin su solidaridad, todo habría sido más difícil”.
Posteriormente Grisoni cuestionó la llamada teoría de los dos demonios, que los defensores del terrorismo de Estado sostienen. Dijo Grisoni: “En un continente dominado por Estados Unidos, lo ocurrido en el pasado reciente no puede interpretarse al margen de las políticas globales de esa nación. Los hechos son los hechos, gusten o no gusten a las autoridades ministeriales. Las fuerzas armadas fueron convocadas a la escena política en junio de 1968 para apoyar las medidas prontas de seguridad y reprimir, militarizando a los sindicatos en conflicto”.
“Equiparar la conducta de los particulares con las de los funcionarios del Estado es un error conceptual. Los gobernantes deben cumplir sus funciones respetando las normas de derechos humanos, sin excusas, sin explicaciones, sin elucubraciones raras, sin justificaciones y mucho menos, sin obediencia debida”, agregó.
Prosiguió diciendo Grisoni que “las normas de derechos humanos están diseñadas para contener y moderar la conducta de los gobernantes, para civilizar y humanizar la vida social. Como normas surgieron a nivel internacional luego de las trágicas situaciones que se vivieron durante el fascismo, la Segunda Guerra Mundial y el holocausto del pueblo judío. Sólo los funcionarios del Estado violan las normas de derechos humanos, es un principio básico que todos los gobernantes deben asumir”.
“La dictadura fue una inmensa tragedia nacional, seguimos afirmando que hubo un solo demonio que golpeó al Uruguay, el terrorismo de Estado, que fue militar, pero también fue civil, porque contó con el respaldo de los principales grupos económicos de la época y de los principales medios de comunicación”, agregó Grisoni.
La proclama leída por Grisoni añade que “la política represiva que se ejerció desde 1968 fue necesaria para apuntalar el proyecto social, económico y político de los dueños del poder. Hoy hace ya 37 años y medio que Uruguay retornó a la vida democrática”.
“En este país hay democracia y libertad porque miles y miles de luchadores sociales y políticos, supieron estar donde había que estar, enfrentando al gobierno de Jorge Pacheco Areco, al del Bordaberry y al del terrorismo de Estado. Se pagó un duro precio entre detenidos, desaparecidos, asesinados, presos, clandestinos, exiliados, un enorme sacrificio popular. En ese torrente están los 35 compañeros que hoy homenajeamos”, mencionó Grisoni.
MUESTRA | “Para afirmar la libertad y la democracia, las graves violaciones a los derechos humanos que se cometieron en este país, no pueden quedar impunes. Fueron cometidas por funcionarios del Estado que debían impedir que ocurrieran; tienen que ser esclarecidas y sancionadas por el poder del Estado que tiene las prerrogativas constitucionales para hacerlo”, culminó diciendo Grisoni.
Terminado el acto protocolar en el Memorial, la dirigencia de Crysol y los referentes departamentales procedieron a concurrir a Casa de la Cultura, donde quedó inaugurada en el hall de la sala María Búa de la institución, la Muestra Fotográfica «Fotógrafos de la apertura», de los fotógrafos Ciro Giambruno y José Luis Sosa, que registra momentos emblemáticos del proceso que lleva a las elecciones de 1984 y la paulatina liberación de presos políticos. La inauguración contó con la presencia de uno de los fotógrafos, Ciro Giambruno, quien dialogó con los presentes. La muestra puede ser visitada durante las próximas semanas en la Casa.
Imágenes: Sebastián Parentelli.
Por Javier Perdomo.
