De distintas formas se trabajó con un mismo objetivo, el de rendirle al libro su merecido reconocimiento en su día. Con las actividades realizadas, se buscó incentivar la lectura e integrarlos de una forma lúdica y artística, a partir de un íntimo café literario rodeado de musas poéticas y música.
Hay quijotes y los molinos se ven en el horizonte, cada Quijote tiene su escudero y cuando llega mayo, cada centro de estudio se convierte en posada o castillo para recibir a quienes de una manera romántica, sentimental y respetuosa ponen en su pedestal al libro de frágiles hojas de papel y de corazas de duro cartón por tapas.
Cada año se puede observar más actividades abiertas a la comunidad desde los centros de estudio públicos en sus ramas Inicial, Primaria y Secundaria.
El calendario marcó el 26 mayo como domingo, lo que llevó a que muchas actividades por el Día del Libro, se realizaran a partir del jueves y hasta el sábado, mientras que continúan en esta semana.
EN LA UTU / Vamos hoja a hoja. El jueves 23 de mayo alumnos de Ciclo Básico, en su gran mayoría de la Escuela Técnica Alfredo Zitarrosa, participaron de la actividad organizada desde la biblioteca de UTU, que contó con el apoyo del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), y su programa Impulsa.
Los alumnos se apropiaron del frente de la institución educativa y comenzaron a bosquejar en el bajo de la pared, distintas figuras. Según informaron, para llegar al diseño final del mural hubo un taller literario anterior, en el que las lecturas y su análisis se convirtieron en figuras plasmadas en una pared en formato de mural.
Son sus propias historias y experiencias lectoras, las de los alumnos las que comienzan en un extremo con un joven abriendo un libro y generando olas que llevan imágenes, frases y variado contenido.
El 26 de mayo fue establecido como Día Nacional del Libro, por la inauguración de la primera biblioteca pública del país, en 1816. El proyecto fue propuesto al Cabildo de Montevideo en agosto de 1815 por el religioso y arquitecto Dámaso Antonio Larrañaga con el motivo de ofrecer servicio a «todos los que deseen saber». Larrañaga fue nombrado el primer director del instituto. Gracias a su laborioso trabajo y donaciones literarias de varios personajes importantes, la Biblioteca Nacional de Uruguay es la única institución que permanece desde la época libertadora.
En el mundo, el Día del Libro se celebra los 23 de abril pero en Uruguay desde 40 años antes, de esta declaración internacional, ya se venía celebrando.
Son datos que si no los sabíamos suman a nuestro acervo cultural general y si también sirven para recordar lo aprendido y más cuando lo transmite un joven sin que se lo preguntara por eso naturalmente volví a repetir y repasar la historia, motivado por la adolescente narrador.
EN EL LICEO / El sábado por la mañana, de puertas abiertas, esperaba a los visitantes el Liceo N° 1 “Profesora Libertad Lausarot” (Ex Rincón de la Bolsa). Alumnos, docentes, algunos vecinos e invitados especiales para conformar un “café literario” en la sala “Biblioteca Profesora Karina Pizzorno”, de la institución de enseñanza secundaria.
Después de algunas palabras del integrante del equipo de dirección del instituto dando la bienvenida, abrió los oídos y endulzó el alma con sus relatos y creaciones la poetisa Norma Lueiro quien comenzó con una ficcionada historia de que ocurriría si hubiese un apagón tecnológico.
Si bien en su relato destaca la importancia que herramientas como internet, los buscadores o las redes sociales tienen al compactar todo en una pantalla, dijo que siempre hay otras herramientas desde el origen como el papel, lápiz o las amarillentas hojas de un libro que nos salvarán y llenarán ese vacío.
“Un celular se cae y chau, un libro lo olvidamos, lo rayamos, hasta lo dañamos y siempre esta, un libro es un amigo fiel sin dudas”, dijo Lueiro, que luego leyó algunos de sus poemas.
Lueiro intercambio con alumnos y docentes y presentó su última obra, galardonada en el certamen departamental literario “Abel Soria”, con el título “Dormida la noche”.
Se cerró el café literario con música. En primera instancia actuó el profesor del coro del liceo Adrián Smith, quien interpretó sus propias canciones comenzando por “El viejo aquél”, desgrano historias y anécdotas para darle el cierre y le dio la bienvenida a Zelmar Berón, quien recordó la importancia de Karina Pizzorno en su vida de estudiante, recreando en canción una de sus composiciones llamada “Niño”. Berón fue alumno y de su mano volveremos al Liceo N° 1 “Profesora Libertad Lausarot”, pues en 2019 está cumpliendo 30 años de su fundación.
Por Carlos García.
