Los cambios estacionales marcan estilos de vida, hábitos, rutinas y en la cocina, alimentos que dan paso a otros más adecuados a la estación. Ante la llegada del otoño en el Hemisferio sur, es importante ajustarse al ritmo que esta época del año establece.
Al formar parte de la naturaleza que nos rodea, y si prestamos atención, esta nos invita a hacer cambios, al igual que puede observarse en animales, árboles y plantas, así como la permanencia y recorrido del sol sobre la bóveda celeste y las temperaturas que poco a poco van descendiendo.
Quizá lo más visible, sea el cambio en la tonalidad del color de las hojas de árboles y arbustos, lo que, todo en su conjunto, nos advierten que esos cambios, también serán notorios en los seres que formamos parte de este espacio vital. Por ello, esa trasformación se dará en nuestro organismo, tanto en posibles alteraciones en la salud en general, como en el estado de ánimo.
ADECUACIÓN| El equinoccio de otoño, es el momento del año donde el día y la noche tienen la misma duración debido a que el Sol, en su recorrido aparente, cruza el Ecuador celeste del planeta. Es un evento astronómico que marca el cambio estacional del verano al otoño.
Estos acontecimientos repercuten en cada ser que habita el planeta, de ahí que buscar los necesarios ajustes de acuerdo a ellos, es fundamental para mantener un correcto equilibrio. Por su parte, las emociones y el estado de la salud en general, se verán beneficiados si se acompasan esos cambios macados por los movimientos estacionales.
Desde la Medicina Tradicional China, profundos observadores de estos eventos cíclicos, han establecido desde hace más de 2000 años, los factores prioritarios a tener en cuenta para cada estación de año,.
En lo que respecta al otoño, cuyo comienzo en Uruguay fue el 20 de marzo, presenta características y prácticas recomendadas con el objetivo de mantener la salud y la energía para esta época del año, permitiendo con ello, estar más fuertes y nutridos ante la llegada de la próxima estación, el invierno.
De acuerdo a los postulados de la antigua Medicina, durante la temporada de otoño, es hora de hacer el cambio de lo expansivo y externo, a lo contractivo y más interno. Expansivo-externo: se asocia con un verano sin preocupaciones, descanso, vacaciones, días más largos, pasar más tiempo al aire libre, quedarse despierto hasta tarde y dormir menos.
Contractivo-interno: se asocia con el autoexamen, estar más tiempo en la casa, dormir más, pasar más tiempo en lugares cerrados y relajarse. Para la Medicina China, el otoño se corresponde a la fase metal. También se corresponden a esta fase los pulmones, la nariz, la voz, la piel, la sequedad, la tristeza y la melancolía.
Durante esta temporada, los pulmones ocupan un lugar central, ya que son los más vulnerables debido a que están directamente en contacto con el ambiente exterior, a través de la nariz o de la piel y por ello son los que reciben el primer golpe de un ataque externo climático.
También para esta Medicina, todos los órganos tienen un par. El Pulmón se relaciona con el intestino grueso (pareja Yin-Yang). El intestino grueso ayuda a dirigir los residuos hacia el exterior y a discernir lo que nos sirve y lo que no.
Así, los pulmones son órganos Yin, absorben oxígeno y eliminan el CO2. Las emociones asociadas con los pulmones son dolor y tristeza, así como dificultad para dejarlo ir. Durante la temporada de otoño, es importante concentrarse en lograr un Qi (energía vital) saludable y mantener libre el flujo de Qi pulmonar sin bloqueos ni obstrucciones. Hacerlo permitirá pensar con claridad, estar abierto a nuevas ideas y cambios, positividad y paz interior.
En cuanto al intestino grueso, este es Yang y absorbe el agua que queda en los alimentos no digeridos y elimina los desechos del cuerpo. Durante la temporada otoñal es importante mantener un Qi saludable para evitar también cualquier obstrucción al Qi del intestino grueso. Esto permitirá la relajación, la desintoxicación, dejar ir las cosas que ya no nos ayudan, y tener una perspectiva positiva de la vida. Tener un estancamiento en el flujo de Qi hacia el intestino grueso, puede producir estancamiento y una perspectiva más negativa de la vida.
De ahí que el no adaptarnos al cambio de estación, sea tan perjudicial para el organismo, llevando a desequilibrios, bloqueos en el flujo de Qi y en definitiva un mal funcionamiento de los pulmones y del intestino grueso.
La correlación de los pulmones con el otoño, se establece a partir de algunos signos externos que pueden manifestar alteraciones. De acuerdo a la Medicina china, los pulmones “florecen” en la piel, por lo que es habitual que las afecciones de piel se relacionen con una alteración pulmonar; como por ejemplo la correlación entre el eccema y el asma. Sin olvidar que el clima propio de esta estación es la sequedad, y esta afecta a la piel y al organismo en general.
SUGERENCIAS| Para mantener el organismos adecuadamente, la Medicina tradicional china ofrece algunas prácticas y alimentos que ayudan a logra el adecuado equilibrio. Mediante unos puntos de acupuntura específicos se puede reforzar el sistema inmunológico, digestivo y consolidar el sistema emocional (recuperando la fuerza, la autoprotección, la alegría,… que se han quedado alteradas debido a la desarmonía en el elemento metal).
Se aconseja la Acupuntura, debido a que esta es una excelente manera de hacer circular el Qi en los canales del pulmón y del intestino grueso, indispensable en el cambio del verano al otoño. Esto además de fortalecer el sistema inmunológico, ayuda a disminuir el dolor, a aliviar los síntomas de la alergia otoñal, así como los síntomas del resfriado y la gripe, además de ayudar a regular la digestión y calmar la mente.
Otro consejo es no descuidar la temperatura del ambiente. Es fundamental mantenerse abrigados a medida que la temperatura comienza a descender. Esto es especialmente importante porque los pulmones son vulnerables a los vientos y a los cambios de temperatura. La parte superior de la espalda y el cuello juntos se conocen como la «puerta del viento» en la medicina china, por lo que es importante usar una bufanda para proteger los pulmones y la garganta.
En cuanto a los alimentos, el otoño es picante y debe equilibrarse con alimentos ácidos ya que estos ayudan a que el cuerpo se mantenga caliente y húmedo. Para los trastornos relacionados con el pulmón, la importancia de los alimentos picantes se debe a que estos brindan ese calor interno necesario para protegernos de los cambios, ya que en esta etapa se puede pasar de temperaturas muy cálidas a muy frescas en cuestión de horas. También son recomendados las sopas calientes, guisos, calabaza, jengibre, infusiones, especias calientes como cardamomo, comino, cilantro, pimienta negra, canela, así como las legumbres. Durante los meses de otoño, hay que evitar los alimentos fríos como las ensaladas, así como agua o jugos muy fríos.
Es época de limpiar el organismo mediante complementos depurativos. Son muy recomendable la alcachofa, el rábano negro o el ajo. Los alimentos ideales para fortalecer el intestino grueso son los cereales integrales, sobre todo cebada, así como verduras verdes y amargas sin olvidar las frutas (uvas, manzanas, peras, ananá). Es importante desde ya, comenzar a cambiar los hábitos veraniegos y prestar atención a los drásticos cambios de esta estación.
Por Yudith Píriz,
