Mantener un organismo saludable, es tarea de todos los días. Para lograrlo, las sugerencias pueden ser muy variadas, principalmente en lo que refiere a los alimentos. En ese camino, buscar esos productos que logren reunir gran parte de los minerales y vitaminas que necesita el organismo, es fundamental. Uno de esos pequeños tesoros es el antiquísimo amaranto. Esta planta y su semilla es, en pocas palabras, un elixir de la salud, una portadora de muchos nutrientes esenciales para mantener el equilibrio del organismo, así como la cura de muchas enfermedades, consumida de forma regular.
CARACTERÍSTICAS I El amaranto es un alimento cultivado como cereal, que ha sido un remedio natural de los pueblos azteca e inca y se consume hasta la fecha, aportando grandes beneficios nutricionales.
Su origen es andino, siendo utilizado por las culturas precolombinas, las que poseían una gran sabiduría en cuanto al aprovechamiento de los diferentes alimentos, entre ellos, el amaranto. Para estas culturas ancestrales, las propiedades de esta planta tuvieron aplicaciones medicinales en el tratamiento de diferentes enfermedades, razón por la cual, lo consideraban una semilla milagrosa.
Su color va de rojo a morado y pertenece a la familia de las Amaranthaceas y al género Amaranthus, siendo plantas de cultivo anual. Puede ser cultivada entre 2000 y 3000 metros sobre el nivel del mar, principalmente en suelos arenosos y arcillosos, solo o asociado con maíz u otros cultivos. Se consume principalmente como grano reventado, se puede hacer harina para elaborar cremas, en mezcla con harina de trigo para elaborar pan; o con el grano entero para hacer sopas.
De acuerdo a un estudio realizado en 2012 por la licenciada Sylvia Herrera D. y la ingeniera A. Montenegro, que lleva el título, “Amaranto: prodigioso alimento para la longevidad y la vida”, esta semilla, tiene importantes propiedades para la salud.
Es una planta que se ha perpetuado en el tiempo, debido justamente a su prestigio, que ha llevado a su consumo no sólo en América sino a nivel mundial. Según indica el presente estudio, “sus propiedades permiten reconocerlo como la mejor alternativa que posee la humanidad para solucionar el hambre mundial”.
En la actualidad, el amaranto se cultiva en Perú, Bolivia, noroeste de Argentina y en Ecuador en zonas templadas y valles interandinos.
El género Amaranthus tiene 70 especies, 55 de origen americano y las 15 restantes se cultivan en Europa, Asia, África, Australia, India, Pakistán, Sri Lanka, Nepal, Birmania, Afganistán, Irán, China, Nigeria, Uganda, Oceanía, Malasia, Indonesia.
PROPIEDADES | Esta semilla tiene muchas propiedades de gran valor alimenticio. Es una fuente de proteínas, minerales y vitaminas naturales. Según los estudios referidos, el amaranto es rico en ácidos grasos poli-insaturados, que incluyen el omega-6, omega-3 y el escualeno, que ayuda a disminuir el colesterol en la sangre. También contiene agentes antioxidantes como los tocoferoles (alfa hasta delta) y tocotrienoles; así como calcio, elemento esencial de los dientes y los huesos, posee proteínas, vitaminas: A, B, B1, B2, B3, C, K, ácido fólico, niacina, calcio, cobre, hierro y fósforo, magnesio, manganeso, potasio, zinc, y tiene una buena presencia de lisina. Las hojas de la planta tienen más hierro que espinacas, acelgas o verdolagas.
Médicos investigadores ecuatorianos y mexicanos recomiendan su uso para prevenir y ayudar a curar osteoporosis, diabetes mellitus, obesidad, hipertensión, estreñimiento, diverticulosis, insuficiencia renal y hepática, encefalopatía hepática y desnutrición; y es apto para celiacos y autistas.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y la OMS (Organización Mundial de la Salud), mencionan que sobre un valor proteico ideal de 100, el amaranto posee 75, la leche vacuna 72, la soja 68, el trigo 60 y el maíz 44.
El 27 de febrero de 2008, integrantes del Instituto de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), encabezados por doctor Manuel Soriano, incluyeron en un artículo sobre el amaranto, “toda la gente, en diversos momentos de su vida, puede sufrir de depresión, ya sea por dinero, problemas familiares, laborales o de salud, y el amaranto tiene un alto contenido de triptófano, un aminoácido aromático que se convierte en serotonina, estimulante del cerebro”, refirió Soriano García. Tal es el beneficio que al amaranto se lo considera un postre al que se lo conoce con el nombre de “alegría”, debido al rol que este juega en el equilibrio del sistema nervioso central.
Otra de sus características que lo hacen tan especial, es que contiene todos los aminoácidos esenciales, lo cual es poco común en el mundo vegetal, y no tiene gluten.
En México, es común consumirlo como cereal inflado, rociado con miel o con chocolate. Cuando se realizan mezclas de harina de amaranto con harina de maíz, la combinación resulta excelente, llegando a índices cercanos del 100% porque el aminoácido que es deficiente en uno, abunda en el otro. Además, la digestibilidad de su grano es del 93%.
El contenido de grasa es de 7 a 8%. La presencia del escualeno, el aceite de la semilla, tiene magníficas propiedades para tratar las enfermedades de la piel, ya que la lubrica, las características son similares a las que se obtiene de animales como la ballena y el tiburón.
Todas estas razones hacen de la planta de amaranto, tanto sus hojas como sus semillas, en una verdadera maravilla de las tierras americanas.
Por Yudith Píriz,