Al finalizar el jueves 11 la instancia de juicio oral y público, la jueza penal de 2º turno de San José de Mayo María Elbia Merlo dará a conocer al mediodía del próximo jueves 1º de junio la sentencia en la causa iniciada en julio de 2021 a partir de la denuncia de torturas y apremios físicos presentada por siete personas (cinco hombres y dos mujeres), que permanecieron detenidas en el Batallón de Ingenieros Nº 6 de San José en el año 1975 y condenadas a cinco años de prisión por manifestarse contra la dictadura.
El grupo de denunciantes integraba un total de 21 militantes de la UJC (Unión de Juventudes Comunistas), cuyas edades oscilaban en 1975 entre los 18 y los 25 años; todos obreros y estudiantes oriundos de San José.
Los y las denunciantes han contado con el respaldo del Observatorio Luz Ibarburu, de Crysol y de la Intersocial San José y han estado representados por la doctora Fiorela Gambarino y el doctor Pablo Chargoña. El Fiscal Especializado en Crímenes de Lesa Humanidad Ricardo Perciballe pidió una condena de 12 años y seis meses de penitenciaría contra los militares retirados Rubens Francia y Francisco Macalusso por los delitos de privación de libertad, abuso de autoridad contra detenidos y lesiones graves.
La defensa de los imputados estuvo a cargo de las doctoras Rosanna Gavazzo y Estela Arab en representación de Rubens Francia, y de Rafael Ravera en representación de Francisco Macalusso, quienes presentaron diferentes estrategias, aunque coincidieron en argumentar que se trataba de oficiales de bajo rango que actuaron en razón de la obediencia debida y aludieron a la ley 14.068 de Seguridad del Estado y del Orden Interno y el ya repetido y desestimado argumento de que los delitos por los que se los acusa han prescrito.
BARCELÓ | Lisandro y Margarita son dos de los siete denunciantes y también son los padres de Carlos Barceló. El reconocido director de humoristas Sociedad Anónima estuvo en las cuatro jornadas y dijo a La Semana que si bien hay mucha expectativa por conocer la sentencia de la jueza Merlo “lo más importante ya se logró y es que la Justicia tratara a las víctimas como víctimas y a los responsables al menos como acusados”.
Barceló dijo que en las ponencias de los abogados defensores en ningún momento se negaron los hechos denunciados, “se reconocieron los maltratos, la tortura, la prisión injustificada con el argumento que sus defendidos o no tenían en su momento contacto con los detenidos o que recibían órdenes y no podían desobedecerlas, o que no se puede probar que estuvieran allí, pero en ningún momento cuestionaron que los hechos denunciados ocurrieron”.
A modo de ejemplo agregó que “hubo un alegato donde a uno de los denunciantes le preguntan si como consecuencia de los tormentos que había sufrido no era posible que sus dichos pudieran no ser del todo claros, es decir que aun intentando rebatirle están aceptando que esa persona sufrió tormentos”.
TESTIMONIOS | En la primera de las cuatro jornadas del juicio se escuchó la ponencia de los peritos que actuaron en la causa. Barceló contó que “se trata de forenses y especialistas en la sistematización de la documentación, la clasificación de la información y eso nos mostró a todos muchas cosas que aclaran la situación de manera sencilla”.
De allí surge que los 21 militantes fueron acusados de cuatro supuestos delitos “reunirse a hablar de política, realizar pintadas en muros, como uno que pintaron en el liceo que decía ‘abajo la dictadura’; además los acusaron de hacer volantes y repartirlos y por último trabajar en la recaudación de fondos para sostener estas actividades a través de la cobranza de las cuotas de afiliación partidaria”.
Sin ser acusados de ningún hecho violento aquellos muchachos y muchachas fueron condenados a cinco años de prisión de los cuales tres y medio lo pasaron en el mismo Batallón Nº 6 y un año y medio en el Penal de Libertad y “además quedó en evidencia que hubo un seguimiento a esos muchachos durante meses con muchos recursos humanos y materiales del Estado”.
REFLEXIONAR | Barceló opinó que “resulta muy curioso que nadie salga a detener esa fantasía que es la teoría de los dos demonios porque allí estuvieron unos gurises de 18 a 25 años, la mayoría adolescentes ya que los mayores eran uno de 24 y otro de 25 y de lo único que se les acusó es de hacer algunas cosas que hoy enorgullecerían a cualquiera, como es el oponerse a una dictadura sin ejercer ningún tipo de violencia, sin tirar siquiera una piedra para expresar libre y pacíficamente su pensamiento”.
Los denunciantes debieron relatar ante la jueza su experiencia y “la contundencia de los relatos y la prueba acumulada es abrumadora. Cada testimonio fue más sólido que el anterior; esas cuatro jornadas del juicio fueron muy enriquecedoras a la vez que desgarradoras y terrible porque los hechos que se describieron son una verdadera vergüenza para la historia de nuestro país considerando que lo hicieron nuestro Ejército y la Justicia Militar, pero es muy esclarecedor para hacernos reflexionar”.
La defensa de los acusados esgrimió una batería de argumentos que se han repetido en todas las causas abiertas sobre el terrorismo de Estado como la obediencia debida y la supuesta prescripción de los delitos investigados, “pero eso ya se ha resuelto previamente en instancias anteriores al juicio donde lo que se busca es el juzgamiento, pero hay cosas muy sólidas”.
Barceló dijo que “por ejemplo, una de las defensoras planteó que su defendido estaba durante todo su horario en la oficina y que los celdarios quedaban en el otro extremo del predio, sin embargo siguiendo la declaración de un denunciante que hizo una especie de mapa ubicando dónde estaba cada dependencia confirmaba que la oficina de este señor Francia efectivamente estaba muy lejos de los celdarios, pero estaba exactamente al lado de la sala de tortura, pared por medio, entonces la misma argumentación que lo coloca lejos de los celdarios es la que también lo pone al lado del lugar donde sucedían las torturas”.
FISCALÍA | La creación en 2017 de la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad a cargo del doctor Ricardo Perciballe aceleró los procesos de investigación y desde ese año se han logrado más de 40 condenas. Barceló comentó que “al centralizar las informaciones y tener un mismo equipo para analizar las causas hay un plan de acción y se ha podido conocer al detalle el plan ejecutado por las Fuerzas Conjuntas que tenían el objetivo de destruir todas las organizaciones, tanto del Partido Comunista como de los sindicatos y los gremios estudiantiles”.
Las fuerzas represivas del Estado han justificado sus acciones en la lucha antisubversiva pero ésta “había terminado en 1972 y estos hechos ocurrieron en 1975. Hoy está probado que después de 1972 no hubo ningún acto de violencia armada salvo el caso de un grupo armado que vino desde fuera del país y realizaron un único hecho”, comentó Carlos Barceló.
Agregó que la Fiscalía Especializada ha logrado determinar “un modus operandi bien definido porque cuando se condenó a estos muchachos en San José fueron a Treinta y Tres para cometer uno de los hechos más dantescos que hubo en el Uruguay con la aplicación de la misma experiencia que habían puesto a prueba acá. La condena en San José fue el 10 de abril y el 12 se produjeron las detenciones en Treinta y Tres, también de jovencitos que fueron sometidos a los mismos métodos”.
FAMILIA | Tras destacar la tarea del fiscal Perciballe, Barceló se refirió a lo que ha sido este proceso para su familia. Comentó que “ha sido muy removedor y muy curioso. Mis padres estuvieron presos, pero yo soy hijo de un matrimonio y mis dos hermanos son hijos de otro matrimonio entre las mismas dos personas, porque lo que significaron estos hechos más el exilio posterior generó trastornos muy profundos en sus vidas que promovieron una interrupción de su matrimonio que se pudo reconstruir muchos años después y de ahí llegaron mis hermanos”.
Tras ese verdadero periplo vital “mis padres solamente hablaron de su experiencia en la cárcel una única vez, porque las víctimas hablan cuando pueden, no cuando quieren y ahora pudimos asistir con mis hermanos y estuvimos escuchando el juicio oral y público y sobre todo las declaraciones de ellos dos”.
Sobre ese punto Barceló dijo que “nos hizo mucho bien, aunque fue muy duro lo que escuchamos porque es increíble que le hayan hecho esas cosas a unos muchachos por pintar unos carteles que decían abajo la dictadura; es terrible y lo más increíble es que sus acusadores jamás sospecharon que esos muchachos pudieran haber tenido la intención de cometer algún acto violento. Para el Estado uruguayo de aquellos años eran sospechosos de hablar de política y de pintar unos muros y por eso los torturaron y los condenaron a cinco años de prisión”.
La Intersocial San José junto a Crysol y el Observatorio Luz Ibarburu convocan a la población a acompañar a los denunciantes el próximo jueves al mediodía en la puerta del juzgado y han solicitado a la Suprema Corte de Justicia que se autorice la transmisión de esta última instancia por vía streaming en el sitio de la Asociación de la Prensa del Uruguay (APU).
Foto tomada de San José Ahora.
Por Jorge Gambetta.