Al cierre de la presente edición papel, lunes 8 de marzo, se realizaba el encuentro conmemorativo del Día Internacional de las Mujeres en la plaza de los 33 de Libertad, que desde 2016 organiza el colectivo “Mujeres en Libertad”. Con el fuego como centro, el grupo celebró su quinto aniversario, haciendo oír su voz, haciendo saber que lejos de mejorar, las cosas para las mujeres tienden a empeorar, en tiempos de pandemia mundial.
Previo a la conmemoración, dos de las integrantes del colectivo -Graciela Oteguy y Marcela Arévalo-, dialogaron con La Semana, realizando un balance sobre la experiencia de lucha de este quinquenio de las mujeres libertenses.
Graciela Oteguy es de las fundadoras de “Mujeres…”, y al hablar de los inicios del grupo dijo que cuando decidieron conformarse “no sabíamos bien qué iba a pasar, pero desde el primer momento, la unión de las mujeres en pos de derechos, de las ganas de luchar por la igualdad, hizo que se afianzara el grupo y el trabajo realizado nos hace sentir más fuertes, a pesar de las dificultades que a veces tenemos, por tener que auto-solventarnos”.
Respecto a por qué decidieron conformarse como grupo, dijo Graciela Oteguy que “lo primero fue la necesidad de que las mujeres estuviéramos organizadas; varias de nosotras, de las que iniciamos esto, teníamos actividades sociales, pero veíamos como disperso el tema de la mujer en particular, por lo que dijimos que Libertad se merece que las mujeres estén organizadas y haya un lugar donde tratar todos estos temas”.
“A partir de ahí hemos buscado participar en otros grupos a nivel nacional. Una de las primeras experiencias que tuvimos fue cuando en el segundo 8M nos visitó Lilian Abrascinskas de la Intersocial Feminista y a partir de ahí se nos abrió la oportunidad de estar en contacto con grupos como Mujeres en el Horno, Mujeres de Negro y otras organizaciones con las que hemos tenido intercambios”, contó Oteguy.
GANANCIAS | En estos años de vida, el grupo se ha ido afianzando y transformándose en una referencia a la hora de abordar la problemática de género, en particular todo lo que tiene que ver con la violencia.
Marcela Arévalo se integró al colectivo hace tres años y entiende que 2020 fue el año de consolidación. “El año 2020 fue un año en que llegamos mucho. Durante la campaña electoral departamental, cuando tuvimos reuniones con muchos candidatos y ahí empezamos a caer en que estábamos marcando un paso importante. Los talleres y la exposición que hicimos en la Casa fueron también cosas que nos hicieron más visibles que en otros años”, dijo Arévalo.
Graciela Oteguy reconoce que los posicionamientos del colectivo han hecho que alguna gente las vea con desconfianza, pero aclara que eso no ha impedido que “tengamos diálogo con todos”, más allá de la identificación política que algunas de sus integrantes pueda tener.
PÉRDIDAS | Si bien el colectivo ganó presencialidad en 2020, también es cierto que a la hora de hacer un balance de lo que ha dejado la pandemia en este último año, éste no es tan positivo.
Según entiende Marcela Arévalo, en este año de pandemia, “más allá de qué se ha incrementado la violencia por el aislamiento, la mujer ha perdido muchos derechos; perdimos en derechos que todavía no eran nuestro del todo, pero que íbamos en buen camino. Ahora se ha retrocedido, porque es la mujer la que se ha quedado desempleada, es la mujer la que ha quedado con menos horas de trabajo o trabajando desde casa; es la mujer la que se queda a cargo de los hijos mientras el hombre sigue trabajando; es la mujer la que se tiene que encargar de la escuela virtual con el nene; es la mujer que debe quedarse a cargo de los adultos mayores. Todo eso, con el tema de la pandemia, nos ha hecho retroceder varios casilleros”.
“Esto tenemos que hacerlo saber, no nos olvidemos; sí estamos en pandemia, pero tenemos que seguir luchando y dándonos cuenta que tenemos los mismos derechos y que también nosotras queremos cuidar nuestro trabajo, queremos trabajar, estudiar, seguir por el camino que íbamos, que se ha torcido bastante”, agregó Marcela Arévalo.
RECLAMOS | En relación a los principales puntos que contiene la proclama leída en la noche del lunes, dijo Graciela Oteguy que serán los mismos de años anteriores, porque no se ha avanzado. “Vamos a pedir que se cumpla con lo que establece la ley de violencia de género, que estén los recursos para que la ley funcione. Además en Libertad tenemos un viejo anhelo que es que una unidad de violencia trabaje acá, porque tenemos que derivar los casos que no llegan a Ciudad del Plata o San José y la movilización es uno de los temas que dificulta a personas que están en una situación límite. También haremos hincapié en el tema trata de personas, en el tema abuso de menores”, dijo Oteguy.
Consultada Oteguy si han pedido reunión con las nuevas autoridades del Ministerio del Interior o Jefatura de Policía de San José, aclaró que no lo han hecho, “porque además, nosotras recién ahora nos estamos reuniendo en forma presencial. Estuvimos siempre conectadas por medios tecnológicos, pero pocas veces en forma presencial”.
Graciela Oteguy aclaró luego cómo trabaja el colectivo a la hora de encarar un tema de violencia doméstica o familiar. “Las reuniones de esas personas no son con el grupo; tenemos dos o tres integrantes que están formadas para escuchar y después para derivar a donde sea necesario. Muchas veces ha venido gente que el grupo no se entera ni siquiera del nombre; simplemente tratamos la problemática”, comentó Oteguy.
Desde el año pasado, “Mujeres en Libertad” colabora activamente con Casa de la Cultura. Consultadas cómo surge esta cercanía con la institución cultural, recuerda Graciela Oteguy que “la primera reunión del colectivo fue en el hall de la Casa; a partir de ahí el lazo entre ambas instituciones ha sido constante y se ha ido estrechando. Nosotras como colectivo estamos agradecidas, intentando dar una mano. La Directiva siempre nos ha tenido en cuenta y nosotras creo que hemos respondido”.
Por último Marcela Arévalo, comentó que Mujeres en Libertad es un “colectivo que nos solventamos como podemos, tenemos insumos, algunas lapiceras, algunas libretas, algunas tasas, stickers, para poder vender, también pañuelos. Esa la forma en que nos solventamos”.
INVITACIÓN | A su vez, hizo un llamado a acercarse a ellas. “A todas las personas que escuchen de nosotras, que se animen a leer, a escribirnos, a acercarse al colectivo. Yo entré queriendo aprender, sintiéndome muy perdida en el mundo de las mujeres, en el que no encontraba un lugar y Mujeres en Libertad me lo dio. A partir de ahí mis fronteras se abrieron y creo que eso está bueno que todas las mujeres puedan descubrirlo”.
“Todas las mujeres que se sientan extraviadas que se acerquen, que seguro se van a ir gratificadas”, dijo por último Marcela Arévalo.
Por Javier Perdomo.
Fotos: Sebastián Parentelli.
