Aprovechando la conmemoración del día internacional de lucha contra la violencia hacia la mujer –que a nivel internacional se conmemora el 25 de noviembre-, el pasado jueves 23, el Centro de Primer Nivel de Atención de Libertad, presentó formalmente el grupo de trabajo de “Violencia Basada en Género y Generaciones”, que está integrado por la doctora Miriam Durán, la psicóloga Silvana Luzardo, la asistente social Lorena Dalgalarrondo y la directora Ana María Piñeyrúa.
La presentación la realizaron la doctora Durán y a la psicóloga Luzardo, quienes comentaron que los días jueves desde las 12 y 30, “atendemos a los pacientes que son derivadas de las distintas policlínicas de ASSE en la zona”.
Sobre la metodología de trabajo, dijo la doctora Durán que en el centro de salud se hace con las personas “una primera entrevista y a partir de ahí valoramos el riesgo que corren y en base a eso, organizamos un plan de acción, siempre que la persona esté de acuerdo”, dijo Durán, que reconoció que en ocasiones “hay que accionar de forma inmediata”.
A su vez la psicóloga Silvana Luzardo explicó que “denunciar una situación de violencia de género, no implica una denuncia judicial o policial, solo con el hecho de hablar ya estamos denunciando, por eso hablar de lo que me pasa, de lo que vivo, permite darse cuenta a la persona que lo que está viviendo es una situación de violencia”.
A veces esa violencia –prosiguió diciendo Luzardo-, “es emocional o psicológica y entonces puede pasar desapercibida, pero cuando empezamos a informar y a difundir de qué estamos hablando cuando hablamos de violencia, que no es solo la violencia física, el golpe, sino que también la manipulación, la violencia sexual o los insultos, la humillación y la degradación de la mujer por el solo hecho de ser mujer o el manejo económico solo a través del hombre, al racionalizar todas esas cosas, se van desnaturalizando”.
IDAS Y VUELTAS | Opinó la psicóloga que en materia de casos de violencia ir y venir, es decir denunciar y arrepentirse “es esperable en personas que están sufriendo situaciones de violencia, no es tan fácil salirse, pueden darse cuenta, pero no tienen los recursos o las armas suficientes para moverse de ese lugar. Como equipo tenemos que estar preparados para eso, que venga y deje de venir, que cuando quiera y sienta que es el momento cuente con apoyo”.
Prosiguió contando Silvana Luzardo que “la evaluación de riesgo de cada caso lo hacemos desde un inicio, desde el momento en que la persona llega, si hay alto riesgo tenemos que tener en cuenta otros actores u otra institución de la que la persona sea parte y así trabajar intersectorialmente varias instituciones a nivel local o nacional. También puede haber actores interinstitucionales participando del trabajo”.
La dependencia económica juega un rol fundamental a la hora de la violencia y la permisividad. “Para muchas mujeres el económico es uno de los principales obstáculos que sienten que les dificultaría tomar otra acción y visualizarse en otro lugar, sobre todo cuando hay hijos o no hay vivienda de por medio, pero tratamos de dejarle claro a la persona que no es un impedimento. No es sencillo cuando no hay un ingreso propio, pero no es imposible salir del círculo de la violencia”, explicó Silvana Luzardo.
Reafirmó sus dichos añadiendo que “el propio círculo de la violencia promueve el aislamiento, es parte del proceso de violencia. El prohibir tener amistades, ir a la casa de la familia, tener trabajo”.
Por eso es que Luzardo entiende que “ninguna situación de violencia se puede manejar por una sola persona ni institución. Necesitamos trabajar a la par con varias instituciones para poder abordar situaciones en conjunto; las escuelas tienen un rol importante también y además el INAU debe intervenir. A veces la primera puerta que tocan los niños es el sistema de salud”.
MALOS PADRES | Hablando precisamente sobre los niños, ante la consulta de si un hombre agresor de su pareja, puede ser un buen padre, la psicóloga Luzardo dijo: “un padre que ejerce violencia hacia la madre, ejerce violencia también hacia los hijos, que son víctimas indirectas de ese abuso y ataque a su madre”.
“Cuando hay situaciones de violencia, lo esperado es que los padres no tengan contacto con los niños, porque la forma de vincularse marcó una modalidad de vincularse que no está siendo sana para los niños. Es muy difícil para esos niños después, cuando la mamá termina en el mejor de los casos golpeada u hospitalizada, tener que volver a reencontrarse con ese padre”, añadió Luzardo.
Al ser consultada sobre cómo definiría la violencia de género, Luzardo dijo que se trata de alguien que ejerce una relación de poder sobre otra sin considerar las decisiones de esa persona”.
Respecto a cómo se está desarrollando el trabajo desde que comenzó a funcionar el grupo, dijo Silvana Luzardo que en estos momentos están realizando “seguimiento judicial de los casos de personas que ya venían con una situación de denuncia”.
Por Javier Perdomo.