El 57% de las empresas encuestadas en la “segunda ola” del Observatorio Económico de San José, vieron disminuidas hasta en un 50% las ventas en el primer semestre del año 2020, según establece el informe presentado el jueves en la Sociedad de Productores de Villa Rodríguez.
Como es sabido, el Observatorio está conformado por los centros comerciales de San José de Mayo y Libertad, la Asociación Rural de San José y la organización que resultó anfitriona de este nuevo informe, ampliatorio del primero, que se diera a conocer meses atrás y que reflejaba la situación del comercio durante el segundo semestre de 2019.
En este año, la encuesta fue realizada vía telefónica y por formulario web, entre el 28 de setiembre y el 25 de octubre. Al igual que en la primera edición, se envió a todas las empresas socias de las cuatro gremiales que conforman el OESJ, pero en esta segunda ola, a partir del apoyo de la Intendencia, también se contó con información brindada por empresas no socias, lo que permitió mejorar la representatividad en diferentes localidades de todo el departamento.
En esta oportunidad se obtuvieron 333 respuestas, casi 50 más que en la primera muestra cuando la encuesta fue respondida por 268 empresas. De Libertad respondieron 66 (en la primera fueron 34 respuestas), 129 respondieron en San José (114 en la primera), 61 de la Asociación Rural de San José (92 en la primera), y 48 de la Sociedad de Productores de Leche de Rodríguez. 29, fueron las empresas no socias de ninguna de las cuatro organizaciones participantes que respondieron a la encuesta.
ANÁLISIS | Según el informe presentado, el período analizado “estuvo caracterizado por la expansión de una pandemia a nivel mundial. Específicamente en marzo llegaron los primeros casos de COVID-19 a nuestro país y la actividad económica se vio fuertemente impactada. San José no fue la excepción, especialmente en lo que refiere a los sectores comercio, industria y/o servicios, que durante estos meses han mostrado un deterioro en términos de actividad, empleo, cantidad de empresas y expectativas a futuro, lo que indica que deberán enfrentar un proceso de reactivación económica con varios desafíos”.
“Desde marzo -continúa diciendo el informe-, el 27% de las empresas maragatas pertenecientes a este conjunto de sectores se vieron obligadas a cerrar temporalmente al menos 1 a 2 semanas a causa del confinamiento, e incluso el 10% de ellas tuvieron que cerrar más de un mes. Como consecuencia, el empleo cayó considerablemente y fue el sector que más tuvo que acudir al seguro de desempleo. Entre aquellas empresas que enviaron personal a seguro, 2 de 3 tuvieron que enviar a más del 75% de trabajadores de su plantilla. Asimismo, el 42,5% de las empresas aún no han podido reincorporar a todos sus trabajadores”.
En cuanto a los niveles de venta, “los datos reflejan una contracción de este conjunto de sectores durante el primer semestre del año, donde el 57% de las empresas indicaron que sus niveles de ventas disminuyeron en términos interanuales, e incluso el 37% de ellas estiman que la caída de sus ventas asciende a un 50%”, dice el documento, que añade que “a pesar de esto, los indicadores departamentales analizados con periodicidad más reciente (consumo de combustible, beneficiarios de seguro de desempleo, empleo por caja de aporte), indican que la actividad está transitando una fase inicial de recuperación, aunque estas señales aún son muy incipientes y con cierta irregularidad”.
“A modo de ejemplo, los beneficiarios de seguro de desempleo en San José, a octubre 2020 (último dato disponible), son 2415 personas. Si bien se trata de una cifra elevada desde una perspectiva histórica (el promedio mensual de beneficiarios de este seguro se ubicaba aproximadamente en los 1700 previo al coronavirus), esto parece señalar que el empleo habría mantenido una recuperación moderada en octubre, dado que el pico máximo de beneficiarios del seguro de desempleo se registró en abril y mayo, cuando superaron los 5300 beneficiarios”, dice el documento.
AGRO | En concreto en este sector, la información recabada respecto al sector agropecuario indica que viene presentando un importante deterioro en término de empresas y empleo en los últimos años. Específicamente en agosto 2020 se constataron 206 empresas menos respecto a agosto 2017, lo que se traduce en una pérdida de 835 puestos de trabajo en el mismo período.
También continúa siendo el sector productivo con mayor endeudamiento del departamento debido a los problemas de rentabilidad y la falta de políticas crediticias flexibles para el sector.
“A pesar de estos resultados, el nuevo año agrícola 2020/2021 comenzó con mayor optimismo debido a un dólar más alto y a una mejora en los precios de los commodities a nivel mundial que se ha registrado en los últimos meses, como la soja, el trigo y los lácteos. Asimismo se ha incrementado la remisión de leche a plantas industriales. Todas estas señales positivas se han visto reflejadas en una mejora en las expectativas de los productores maragatos”, dice el documento, que agrega que “más allá de los problemas de rentabilidad que enfrenta el sector, todo indica que el próximo año, si no ocurren problemas climáticos importantes y se mantiene la evolución de los precios internacionales, el sector podría comenzar una fase de mejora en los niveles de actividad y probablemente sea el sector que más pueda ayudar a atenuar la caída de la actividad económica y comercial del departamento. Esto suponiendo que el impacto en materia climática durante los próximos meses no sea significativo”.
CONCLUSIONES | El documento presentado concluye que “ante estos desafíos, tanto el sector privado como las autoridades del gobierno departamental deberán enfrentar esta realidad, teniendo como guía de trabajo central la supervivencia y el desarrollo de las empresas locales, que son generadoras de fuentes genuinas de trabajo, lo que en definitiva permitirá mejorar los niveles de vida para toda la sociedad”.
“Será fundamental generar nuevas oportunidades de inversión, dado que las empresas maragatas probablemente seguirán teniendo dificultades para contratar trabajadores, y por lo tanto el empleo presentará una recuperación más lenta que la actividad en general. El desafío de mediano plazo no pasa sólo por dinamizar la economía local en este año atípicamente malo, sino por hacer de eso un proceso sostenible en el mediano y largo plazo, y para ello se necesita impulsar el desarrollo de nuevas inversiones en el departamento”, agrega.
Por último afirma el documento es “también es importante avanzar en transformaciones estructurales, principalmente en lo referente a las desigualdades territoriales y la heterogeneidad de desarrollo en las diferentes localidades del departamento. En 2019 San José presentó la segunda tasa de pobreza más baja del país junto con Maldonado, pero sin embargo posee 9 asentamiento irregulares, todos ellos en la zona de Ciudad del Plata. Es necesario trabajar en materia de inserción laboral y acceso a la educación para los más jóvenes. No sólo porque San José es uno de los departamentos con menor proporción de personas con niveles educativos terciarios, sino también porque la tasa de desempleo en jóvenes maragatos menores de 29 años es sustancialmente mayor al resto de la población”.
Por Javier Perdomo.
