El pasado martes 8 de marzo en la avenida Río de la Plata de Playa Pascual, cientos de mujeres marcharon reclamando igualdad de oportunidades y el derecho a ser ellas mismas las que tomen las decisiones sobre sus cuerpos y sus pensares.
Sobre las 18 y 45 del martes, la avenida Río de la Plata se fue convirtiendo lentamente en una ola violeta que taparía centenares de metros de extensión sobre el pavimento. Una especie de tsunami viviente, avanzaría minutos más tardes en la avenida, entre consignas pintadas en distintos materiales.
La avanzada se caracterizó por el ritmo que le dieron con instrumentos de percusión de distinta índole; entre chicos y repiques, se veía algún redoblante y se sentía la voz ancestral de instrumentos de percusión de pueblos originarios latinoamericanos.
En la Parada 5 del barrio balneario de Playa Pascual, se comenzó a construir la ola violeta que avanzaría en un marco de fraternidad y sonoridad de la reindivicacion del “Día Internacional de la Mujer”. La edición de este 2022, quedará marcada en las retinas y en la memoria para próximas conmemoraciones como el día de la mayor demostración de concentración en años en la hoy Ciudad del Plata.
Cientos de marchantes de a pie sin importar credo, religión, raza y menos ideologías, todas cubiertas por un mismo color el de su bandera violeta, todas con una misma voz y sentir, reclamar sus derechos y pedir que se pare con los actos de violencia en todos los sentidos, el físico, el psicológico, el económico y también el social por parte de quienes no comprenden de esta lucha igualitaria.
Metro que se avanzaba, metro en que las y los vecinos que eran sorprendidos por la marcha, saludaban respetuosamente y hasta lograron sumar voluntades.
En todo el trayecto, desde la parada 5, hasta la Costanera -más de 400 metros-, fueron un grito de rebeldía ante la realidad y en ningún momento hubo ni desborde por parte de las marchantes, ni desubicación por parte de quienes ocasionalmente pasaban por el lugar. Todo funcionó en perfecta armonía.
LA PROCLAMA | El Municipio de Ciudad del Plata adhirió a la actividad con la amplificación a cargo de Paulo Techeira, quien adornó la escenografía natural de la costanera con luces violetas en todos sus matices y esto ya se podía ver cuando faltaban pocos metros para llegar al destino.
Una vez en el lugar se procedió a la lectura de la proclama, en la que más allá de lo escrito se volvió a resaltar el angustioso tema de la “violencia doméstica” en Ciudad del Plata, donde los índices de consulta indican que aumentan más los casos de violación al marco legal. Madres solicitando apoyo para casos de consumo problemático de distintas drogas, madres en búsqueda de asesoramiento legal para ir en rescate de un hijo o hija que está procesada/o por un hurto, o lo que empeora el relato, adultos hombres aprovechando las debilidades de hogares totalmente desprotegidos. Entrar en más detalles llevaría a transmitirles las más horrendas situaciones que se puedan imaginar.
La síntesis de la proclama y lo intercambiado con varias referentes de la lectura final, es lo siguiente: “Estamos hartas de la doble moral, de la apropiación de nuestros cuerpos, de la falta de oportunidades, de la servidumbre doméstica disfrazada de matrimonio y/o amor maternal», decía la proclama, en la que también se hizo referencia a casos de violencia de género sucedidos en este 2022.
“Este país quedó conmocionado a fines de enero, cuando se conoció la denuncia de una presunta violación grupal en una casa del barrio costero Cordón, en Montevideo. Otro resonado hecho ocurrió a mediados de febrero, cuando dos mujeres denunciaron haber sido abusadas sexualmente por tres policías al interior de un patrullero. La atención más reciente está puesta en la desaparición de una adolescente de 16 años que fue vista por última vez en un taxi. El conductor fue detenido el lunes, luego de que en su casa se encontraran dos cadáveres descuartizados. En Uruguay, de 3,5 millones de habitantes, se realiza una denuncia por violencia de género cada 14 minutos”, agregaba la proclama.
Por Carlos García.
