Ante el comienzo de un nuevo año educativo, La Semana visitó el Club de Niñez Isabelitos, ubicado en el barrio Santa Mónica. Con lista de espera y por tercer año consecutivo, integrantes de la Directiva de la Comisión Amigos de Santa Mónica, grupo de gestión del club de niñez, brindaron detalles de cómo trabajarán en este año.
Viernes por la tarde, el amplio salón del club está a horas de llenarse de niñas y niños y se convertirá en una enorme aula, llegando y dejando las túnicas o partiendo al mediodía, poniéndose el blanco uniforme para ir hacia la escuela.
Así funciona el club de niñez que brinda en dos turnos desayuno, almuerzo y merienda a 85 niños y que tiene 30 niños en espera, lo que habla de un servicio desbordado y con una la necesidad de ampliar el edificio y por lo tanto, el personal a cargo y el equipo técnico-educativo.
LA EDUCACIÓN | Antes de aterrizar en lo interno del club, vale la pena sobrevolar la realidad educativa de Ciudad del Plata con sus cuatro centros de educación media (Liceo y UTU), los 12 centros de Educación Inicial y Primaria desde Delta El Tigre hasta Colonia Wilson, los seis centros CAIF y la problemática de la baja tasa de natalidad que los está gradualmente poniendo en zona de riesgo.
Volviendo a los centros CAIF que se multiplicaron en un 300 % en la última década y anteriormente siempre con lista de espera, hoy cubren los cupos necesarios en forma ajustada a cada realidad y según el entender de algunas personas consultadas, “faltan políticas de difusión en cuanto a la calidad y cantidad de servicios que brindan”, que se sepa que son de libre acceso para la población sin importar clase ni condición social.
Hay gente que dice que cuando se crearon eran para las familias más vulnerables, pero hoy los CAIF son de libre acceso a toda la población y eso se desconoce. Son una pata más de la educación pública.
También hay que mencionar el Centro Adolescente y Juvenil de Playa Pascual y la existencia de dos clubes de niños, Delta El Tigre e Isabelitos.
EL CLUB | Saliendo de un Club de Verano que funcionó a la par de verano educativo o escuela de verano durante parte de enero y febrero y a horas de la fiesta de cierre del Club de Verano. Gran parte de la jornada era liderada por el cuerpo educativo en forma lúdica, brindando diariamente desayuno, almuerzo y merienda. “La alimentación en las familias concurrentes al club y las dificultades económicas por la falta de trabajo o endeudamiento es la pandemia silenciosa”, dice Ysabel Femia, quien está al frente del club.
“Nosotros ya estamos pensando en cómo encararemos el invierno y la olla de los fines de semana nos parece una certera medida”, dijo.
Son 85 niños y niñas en dos turnos los que asisten. El amplio salón de la comisión ya les queda chico y piensan en agrandar la planta física y en espera de arquitectos de INAU que es el órgano con el que mantienen el acuerdo de funcionamiento y sus constantes auditorias, pero ahí se queda la relación y otro tipo de apoyos no llegan.
Preocupada Femia también dijo que deben encarar la “violencia doméstica”, donde debemos acudir y a quienes debemos consultar fuera del club para mantener la discreción y no exponer al menor a represalias de sus responsables. Incluso contó un caso en el que los responsables del club estuvieron en la seccional acompañando a un menor y tuvieron que mover cielo y tierra para encontrar una respuesta.
Así encaran este 2024, Juan González. Leo Colla, Eduardo Arévalo. Lurdes Acosta, Luis Pesqueira, Raquel Morales, Eduardo Arballo e Ysabel Femia, con problemas pero llenos de confianza en sus fuerzas y en el equipo técnico-educativo que son motor y combustible en Isabelitos.
Para este año estaría necesitando para completar el equipo técnico un cargo efectivo de Trabajador/a Social que cumpliría funciones a partir del mes de abril 2024. Por más información llamar al 092 056786 (Ysabel Femia).
Por Carlos García.
