Una Sopa o Caldo: calor reconfortante en días de bajas temperaturas
Uno de esos manjares que tan bien cae en esta época del año, es la sopa. Incorporarla como plato diario, en todas las edades, representa un menú excelente, ya que en ella se encuentran una combinación de nutrientes que pocas veces se comen de forma aislada o como ensaladas, principalmente en invierno.
En épocas pasadas, era una sana costumbre el plato de sopa o caldo caliente, como una sabrosa entrada para los días fríos.
Las hay tan variadas como la imaginación lo establezca. Tradicionales, caldos a base de huesos, verduras, carnes, así como sopas cremas a partir del licuado de verduras como zapallos, arvejas , habas u otras verduras que no sólo le dan su aroma y sabor particular sino que además le ofrecen el color característico de su componente.
Esa costumbre que estuvo arraigada desde nuestras abuelas, las que, por lo general tenían más tiempo para cocinar esos manjares cargados de nutrientes, lamentablemente se ha ido perdiendo, producto de lo apurado de la vida actual. En la solución de los menús, en ocasiones sencillos y rápidos, se van perdiendo otra variedad de platos que aportan mucho para mantener una alimentación saludable y de calidad.
Pero siempre es bueno, en la medida de lo posible, hacer un lugar para volver a cocinar, incursionando en platos tradicionales como por ejemplo, una sabrosa sopa nutritiva.
La Sopa, un concentrado de nutrientes
Las sopas en realidad, no ocupan demasiado tiempo y teniendo en cuenta todos los beneficios que aporta, compensa muy bien esos minutos dedicados a su preparación.
Con tan solo unos 20 o 40 minutos, dependiendo de los ingredientes que contenga, se puede preparar una exquisita sopa, incluso se puede guardar para otras ocasiones.
El disfrute de degustar un buen plato de sopa, es poco igualable a otras preparaciones, por muchas razones que van desde su riquísimo aporte de minerales y vitaminas, por su sabor único y por el calor que proporciona al organismo en la días de bajas temperaturas.
Pero lo más importante, el agua donde se han cocinado las verduras, legumbres, carnes, se convierte en un verdadero concentrado de nutrientes, debido a que ese líquido, ha retenido lo mejor de sus ingredientes.
Muchos estudios demuestran que los caldos, son una excelente forma de obtener una nutrición de calidad. Principalmente los vegetales, se sabe, son una de las principales fuente de nutrientes para el organismo, pero a muchos de ellos no se los consume crudos, o bien por su sabor o por su textura poco agradables.
Por ello, la mejor forma de beneficiarse de las vitaminas y minerales que tienen en su composición, es justamente a través de su cocción y el agua que dejan como remanente.
Es importante realizar la cocción correcta para evitar la pérdida de nutrientes, permitiendo así conservar prácticamente inalterados sus componentes activos.
El Caldo, de los alimentos más saludables para consumir
Por todas estas razones, el caldo o la sopa, es uno de los alimentos más saludables que se pueden consumir. Además de aportar minerales y vitaminas producto de la cocción de sus ingredientes, presenta además otro factor destacado y que tiene que ver con la ingesta de agua, lo que permite mantener el organismo hidratado en un momento del año en que se consume menos agua. También permite incorporar otros compuestos como fibra, proteínas, hidratos y otros nutrientes que el cuerpo necesita a diario.
La tradicional sopa, es una preparación sencilla, versátil y muy necesaria en días fríos, que ayuda a mantener la temperatura corporal, permite obtener diferentes sabores y colores e incorporar una alimentación rica y variada.
Como si fuera poco, la sopa al tener tanta cantidad de agua, suele ser una preparación de baja densidad calórica, es decir, con mucho volumen y pocas calorías, por lo tanto, su ingesta distiende el estómago, ofrece saciedad sin aportar muchas calorías, lo cual la convierte en una aliada en el control de ingestas posteriores.
Un último aspecto a favor de la sopa es su bajo costo, pues en líneas generales, resulta una preparación económica y rendidora, apta para comer sano, rico y con poco gasto. Es importante para la elaboración de una sopa nutritiva y saludable, tener en cuenta algunas recomendaciones debido a que, dependiendo de la preparación de la misma, se puede o no potenciar sus efectos positivos para la salud.
Emplear verduras variadas en su elaboración, de manera de garantizar la presencia de diversos nutrientes y más fibra.
Utilizar aceite de oliva como cuerpo graso en reemplazo de otro tipo de materia grasa, ya que este favorece la salud sin aportar colesterol. Añadir legumbres a las sopas es una estrategia muy saludable, pues de ellas se podrá obtener más fibra, más proteínas y valiosos minerales. Es adecuado incorporar avena, arroz o fideos, si lo que se quiere es convertir a la sopa en un plato único aun ligero, pero con un poco más de sustento calórico.
También se puede agregar semillas o frutos secos picados para incorporar fibra, vitaminas, minerales y un toque crocante que suma textura a la sopa. Es importante en caso de emplear carnes, escoger las más magras, así como también se pueden añadir yogur, quesos bajos en grasas o huevo. También las hierbas y especias, son otras incorporaciones que se le pueden hacer a la sopa, las que le otorgan un sabor potenciado.
Tipos de Sopas
Utilizando la imaginación, se pueden preparar un sinfín de variedades de sopas, todas ellas, con gustos y aderezos al gusto de los paladares más exigentes.
De zanahoria, de coliflor, de calabaza, de morrón, de hongos, de puerro, al estilo mejicano (picante), de brócoli y tantas más al gusto de cada comensal pero siempre con ese aporte inmejorable de nutrientes y muy apetitosas.
Otras de las sopas que desde siempre han tenido un lugar de privilegio, es la tradicional sopa de pollo, sin su piel y grasa. La sopa de pollo no sólo es muy sabrosa, también es ideal para mantener un buen estado de salud en general. Esta puede presentar muchas formas de preparación y como el pollo es una gran fuente de proteína, que ayuda a construir y fortalecer los músculos en el cuerpo, además de los tejidos, la piel y el cabello, es altamente nutritiva.
A esta sopa también se la ha clasificado como beneficiosa para eliminar inflamaciones de las mucosas y la congestión pulmonar. Por esto en muchas culturas es la gran favorita a la hora de calmar a las personas que padecen de frío, ayudando a recuperarse de gripes y resfríos y otras patologías de las vías respiratorias.
A esta sopa se le incorporan verduras a elección como, cebollas, ajo, jengibre, sal y pimienta negra, como forma de potenciar su acción desinflamante. También se le pueden agregar verduras, zanahorias ricas en vitamina A, papas, repollo, coliflor, tomate, huevo, apio, crema agria, hojas de laurel, una pizca de hierbas frescas, hongos.
También las sopas de pescado, son ideales para aportar proteínas y grasas de calidad.
Para los que no consume carnes y no pueden incorporar ninguna materia grasa, las sopas de verduras son un plato muy sabroso y desintoxicante del organismo. La ventaja de las sopas de vegetales únicamente es que al tomarlas calientes, como entrada, preparan el estómago para poder digerir y aprovechar al máximo los nutrientes del plato principal.
Por lo general, dependiendo de los vegetales que se utilicen, estas sopas cuentan con ingredientes naturales, ricos en vitaminas hidrosolubles, especialmente vitamina C, provitamina A (betacaroteno) y vitaminas del grupo B. De la misma manera presentan inalterados los minerales que contienen las verduras originales, entre los que destacamos principalmente el potasio.
Por todos sus innumerables beneficios, la sopa fue y seguirá siendo, una de las preparaciones más saludables para la estación invernal.
Por Yudith Píriz.
