Las abejas y su minuciosa y constante labor, ha proporcionado a la humanidad desde hace miles de años, de excelentes y nutritivos suplementos alimenticios. Todos los productos apícolas, son sin dudas, importantes aportes nutricionales, que ayudan tanto a potenciar ciertas funciones del organismo, como a prevenir y curar patologías.
Gran parte de ellos, contienen aminoácidos, enzimas, vitaminas, antioxidantes, ácidos orgánicos y minerales. La importancia de los productos de las colmenas, tienen que ver con que se trata de alimentos naturales, que en ciertos casos, no sufren procesos de industrialización.
Aun así, también hay que establecer que muchos de los productos apícolas actualmente, han dejado de ser totalmente naturales. Al igual que otros productos, como los agrícolas o ganaderos, no están libres de contaminantes ni de manipulación. En algunas ocasiones, se realizan prácticas que perjudican el producto final y en otros casos, reciben los químicos presentes en flores contaminadas por agrotóxicos o bien por la contaminación atmosférica, de la que nada ni nadie hoy está libre.
También la contaminación puede darse desde las colmenas, o por la sobreexplotación comercial, el mal sistema de manejo y la involución de la genética, el uso excesivo de antibióticos y sustancias químicas, los que han debilitado el sistema inmunológico de la abeja y esto ha incrementado violentamente sus enfermedades y enemigos naturales.
De todas formas, ante productos industriales que se muestran como saludables, los de la colmena, siguen siendo los más sanos y nutritivos.
Por todo ello, las abejas al igual que viene sucediendo desde tiempos ancestrales, siguen siendo una valiosa fuente de salud. En este caso, una breve síntesis de las propiedades del propóleo.
PROPIEDADES | El propóleo, es una sustancia resinosa que las abejas recogen de los árboles y que luego la transforman para desinfectar la colmena ya que, debido a la humedad y temperatura, suele reunir insectos, así como virus y bacterias.
En su composición cuenta con resinas, aceites esenciales, bálsamos, minerales (más de 20 oligoelementos), vitaminas, aminoácidos (7 de los 8 esenciales) y más de 50 grupos de flavonoides.
El propóleo es antibacteriano, antimicótico, anticolesterolémico, antiparasitario, antiinflamatorio, antioxidante, antitóxico, antialérgico, analgésico, anestésico, antituberculoso, antiviral, citostático, estimulante de la inmunogénesis, hemostático, hipotensor y termoestabilizador.
En síntesis, se trata de un excelente biorregulador, rehaciendo la capacidad de defensa, funcionamiento y adaptación del organismo, distribuyéndose a través de la sangre y la linfa. Además de reducir el efecto de los radicales libres, ofrece acción antiviral. El propóleo estimula la reacción inmunológica del organismo.
Sus oligoelementos, ayudan en la curación de estados anémicos y previene la arteriosclerosis. Los flavonoides, le confieren acción terapéutica en muchas dolencias. Es un suplemento ideal para las vías respiratorias, siendo considerado un antibiótico de amplio espectro, presentando además, un efecto antigripal. Su acción antiinflamatoria y anestésica, lo convierten en eficaz protector de la garganta y las cuerdas vocales.
Ejerce además varias funciones en el aparato digestivo, siendo un protector hepático, regenerador de úlceras y preventivo de la parasitosis. El propóleo combina efectos vasodilatadores e hipotensores, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y normaliza la tensión arterial.
En cuanto a la piel, presenta una gran capacidad cicatrizante, desinfectante y antiinflamatoria lo que lo hace indicado para heridas, quemaduras y afecciones en general.
Por Yudith Píriz.
