La planta de salvia, al igual que otras que crecen en estas latitudes, es una especie que presenta un cultivo fácil y rápido, solo de esquejes puede obtenerse una planta que se adapta bien tanto en huertas, jardines y hasta en macetas.
Es una planta que brinda interesantes beneficios, pudiéndose utilizarla como hierba medicinal o como condimento para muchos platos, debido a su intenso aroma y sabor.
DATOS | La salvia cuyo nombre científico es Salvia officinalis, deriva del latín “salvare” que significa salvar o curar, y es una planta originaria del Mediterráneo, Se la utilizado frecuentemente como uso medicinal y gastronómico por sus propiedades y beneficios.
En la antigüedad se creía que podía usarse para tratar cualquier tipo de enfermedad, incluso se consideraba que tenía poderes mágicos y cualidades sagradas.
La popular salvia, tiene uno de los registros más antiguos en los usos medicinales en diferentes regiones del mundo.
Existen diferentes tipos o variedades de esta planta aunque casi todas tienen los mismos beneficios. Los antiguos griegos y romanos usaron la hierba en las reuniones sagradas y también se utilizaba para conservar alimentos.
En muchas poblaciones indígenas, la utilizaban como purificadora tanto de casas como de personas, siendo utilizada para la curación de varias enfermedades, tanto en cataplasmas, infusiones o baños.
También se la solía emplear como sahumerio ya que consideraban que su quema, producía un humo especial el que permitía la purificación espiritual.
NUTRIENTES Y PROPIEDADES | La salvia está compuesta por sustancias como ácidos esenciales, fenoles, terpenos, isoflavonas y fitoestrógenos.
Es una fuente importante de vitamina A, calcio, hierro y potasio, por lo que su consumo ayuda a mantener la salud de dientes, huesos y piel.
Sus hojas tienen tanto propiedades antioxidantes como antiinflamatorias. Al igual que los miembros de su familia, romero y menta, la salvia contiene flavonoides y ácidos fenólicos útiles, que son conocidos por mejorar la salud y ayudar a numerosas dolencias. También contiene ácido rosmarínico, como el romero, que es altamente antioxidante que protege a las células contra el daño provocado por los radicales libres.
Entre sus propiedades se encuentra la de ayudar a relajar la mente, disminuir el nerviosismo y aliviar los síntomas de molestias digestivas y estomacales, ya que aumenta el flujo de bilis y la desintoxicación del hígado.
Además, tiene el poder de aliviar el dolor de garganta y boca y ayuda a disminuir los síntomas asociados a gripe y resfriados, anginas, faringitis, ronquera o afonía.
Otro de sus beneficios es que ayuda a tratar heridas, úlceras y cortes, permitiendo una correcta cicatrización. Es ideal para personas nerviosas, incluso cuando los nervios afectan al estómago provocando cólicos o gastritis.
Además, una infusión de sus hojas antes de dormir, ayuda a conciliar el sueño, por lo que es de gran ayuda para las personas con insomnio.
Diversos estudios e investigaciones, han demostrado su poder para ayudar a mejorar las funciones mentales. Esta relación salvia-memoria fue demostrada en un estudio realizado en 2003, donde se encontró que el aceite de salvia mejora notablemente la memoria, lo que se relaciona directamente con su beneficio para mantener en buen funcionamiento el sistema nervioso, por lo que además reduce la ansiedad, alivia el estrés y la depresión.
En aromaterapia, se usa el aceite esencial de la salvia y se la emplea como relajante muscular y un equilibrador natural de muchas funciones del organismo, pudiéndose utilizarla en baños, inhalaciones, compresas, difusores y para masaje.
Debido a los fitoestrógenos que posee, está indicada en mujeres en estadio de pre y posmenopausia, ya que reduce los síntomas. La salvia, usada como hierba aromática, posee la cualidad de tener un fuerte aroma, por lo que es utilizada para diferentes preparaciones que requieren un aroma y sabor intenso.
Se puede mezclar con otras hierbas como tomillo, orégano, romero, o con pimienta y nuez moscada. Se la puede utilizar para condimentar carnes a la parrilla, como cordero y cerdo, en quesos, cremas y manteca para las pastas.
Por Yudith Píriz.