En esta época del año, pasadas ya los días festivos y para muchos, las vacaciones, lo primero y fundamental que se debe tener en cuenta, es tratar de volver a los acostumbrados regímenes de alimentación, buscando con esto, que el organismo se recupere de algunos excesos.
Para ello, una buena desintoxicación es saludable pero además, necesaria.
En este caso, nada mejor que utilizar frutas, en especial las de estación. Para ayudar a limpiar el organismos de dulces, harinas, alcohol u otras toxinas, elegir una fruta que permita desintoxicar y obtener energía, es lo ideal para el retorno a las actividades.
Para ello, las ciruelas son una opción muy recomendable. Si bien es cierto que estas frutas pueden consumirse de muchas formas, dígase frescas, desecadas, en mermeladas, dulces y acompañando otros alimentos, para cumplir el objetivo de depurar el organismo, la forma recomendada para su consumo es en su estado natural o en su defecto, en cocciones como compotas. De estas dos formas, su destaque de nutrientes y su potencial como fruta desintoxicante, se ve realzado. Incorporarlas en la alimentación, presenta importantes beneficios debido a su destaque fundamental, que tiene que ver con su alto potencial de nutrientes.
Hablemos de la Ciruela
La ciruela es el fruto del ciruelo (Prunus domestica), un árbol de pequeño tamaño perteneciente a la familia de las rosáceas, a la que pertenecen otras especies como el almendro y el cerezo.
Se trata de una fruta sabrosa y muy saludable, lo que se traduce en un excelente aporte al organismo, recomendada para niños y adultos.
COMPOSICIÓN | Consideradas desde tiempos muy antiguos, como un verdadero elixir de juventud, las ciruelas han tenido desde siempre el liderazgo por su capacidad de mantener sano el organismo. Su fama estuvo centrada básicamente en el conocido y tradicional remedio para la constipación, siendo un laxante natural, repleto de fibras. Pero eso no es todo, cada vez más se descubren muchas otras propiedades de esta potente fruta. Posee un alto contenido de vitamina E, que las convierte en un antioxidante esencial para combatir el efecto de los radicales libres, manteniendo los órganos en buenas condiciones, lo que se traduce en un notable rejuvenecimiento. Las ciruelas son ricas también en potasio y no poseen sodio, si a esto se le suma, un valor moderado de calorías, la convierte en una de las frutas aliadas en las dietas para perder peso, o para limpiar el organismo de toxinas acumuladas. Aportan provitamina A, que abunda en aquellas de color oscuro, lo que se potencia con la vitamina E, para actuar como excelentes antioxidantes. La ciruela es una fruta rica en fibras especialmente en pectina, fructosa y azufre.
Tiene en su composición, un alto contenido en vitaminas, además de muchas sales minerales de hierro, calcio, magnesio y potasio.
Se las puede conseguir frescas o deshidratadas, estas últimas, son sin dudas, las más concentradas en nutrientes, aunque presentan un alto contenido calórico, por lo que, a diferencia de las ciruelas frescas, no son muy recomendables en dietas de adelgazamiento.
BENEFICIOS | Como síntesis, las ciruelas alivian el estreñimiento, son altamente antioxidantes, previenen el envejecimiento prematuro, así como promueven la salud cardiovascular y reducen el riesgo de contraer cáncer y osteoporosis.
Con respecto a su propiedad laxante, esta puede ser suave o inmediata, de acuerdo a la cantidad ingerida y está dada principalmente por su riqueza en fibra, lo que permite combatir los estados de estreñimiento, aumentando el volumen de materia en el intestino grueso, favoreciendo un aumento de contracciones intestinales y por ende a la evacuación. Como un antiguo remedio casero para este mal, se pueden dejar reposar dos o tres ciruelas en un vaso de agua durante la noche, y tomar el agua resultante por las mañanas. Además de laxante, presenta la dualidad de poder controlar los estados de diarreas ya que la pectina regula el intestino en general. Su riqueza en ácidos grasos y su elevado contenido en potasio, resultan muy importantes para el tratamiento de la hipertensión arterial. Otra de sus características y de acuerdo a variadas investigaciones, estas frutas poseen boro, lo que, sumado a otros compuestos químicos, son capaces de prevenir la osteoporosis, particularmente en las mujeres durante la menopausia, pero también para los hombres después de los 65 años, condición que afecta a los huesos, poniéndolos frágiles y exponiéndolos a las fracturas.
Para ello, el consumo de 10 ciruelas diarias, puede prevenir o evitar naturalmente el deterioro de los huesos.
Otra de sus propiedades tiene que ver con cuadros nerviosos. Se ha comprobado que las personas que consumen habitualmente ciruelas, disminuyen su estrés, ya que las mismas previenen el nerviosismo y mantienen el cuerpo equilibrado y tranquilo, siendo excelentes para combatir la depresión. Se suele aconsejar consumirlas luego de períodos de vacaciones ya que ayudan a reforzar el ánimo y favorecen la concentración sobre todo para los estudiantes, cuando tiene que regresar a clases.
Son recomendables además para los cuadros de anemia, por su alto contenido en hierro.
Ayudan en casos de tos, bronquitis, además de favorecer la expulsión de las secreciones acumuladas en los pulmones y sedar el organismo.
Es altamente desintoxicante y eso favorece los problemas de obesidad, de la piel, de la gota, de la artritis, reúma, ayudando a mantener sana la piel, la vista, dientes y huesos.
DESECADAS | Las propiedades nutritivas de la ciruela desecada, son enormes, en mayores proporciones que las frescas. Está comprobado que es la fruta que contiene más compuestos antioxidantes, superando a las uvas pasas, arándanos, moras, fresas, ciruelas frescas, naranjas, uvas negras, cerezas, kiwis y pomelos.
Para las personas que realizan trabajos físicos pesados o ejercicios de forma regular, las ciruelas pasas, ayuda a obtener mayor energía.
Estas presentan más propiedades nutritivas que las naturales, debido a que el proceso de secado hace que el agua disminuya y se concentren más los componentes naturales.
Estudios llevados a cabo en la Universidad de Florida y Oklahoma han demostrado que las ciruelas secas son las más efectivas, para incrementar naturalmente la densidad ósea del hueso o suprimir la perdida, gracias a su composición mineral muy rica en vitamina K, boro y potasio (combinación esencial para la salud ósea).
Contienen mayor cantidad de fibra, casi 5 veces más que las frescas y ayudan a disminuir naturalmente los niveles de colesterol y los triglicéridos, favoreciendo la salud cardiaca, así como la aterosclerosis, trombosis y accidentes cerebro-vasculares.
Las ciruelas deshidratadas y el jugo de ciruelas contienen Sorbitol, un suave estimulante del colon que ayuda a reducir el tiempo de tránsito de las deposiciones y consecuentemente el riesgo de constipación, cáncer colorectal y las hemorroides.
De acuerdo a muchos estudios, las ciruelas ya sea frescas o deshidratadas son consideradas una de las frutas más saludables que existen, ya que ayudan a tratar enfermedades y también prevenirlas por lo que resulta un alimento sumamente recomendable para consumir de forma regular.
Por Yudith Píriz.
