Muchos especialistas, sobre todo los que trabajan con medicinas complementarias o alternativas, o desde los enunciados de la Tradicional Medicina China, están de acuerdo en afirmar que toda la existencia está conectada y que mantener un correcto estado de salud, depende principalmente del equilibrio entre lo interno y lo externo del organismo. Para lograr armonizar el cuerpo, es fundamental adaptarse a los cambios externos que ofrece una nueva estación.
CAMBIOS | Una de las características principales de la primavera, tiene que ver con el renacimiento, con un nuevo despertar, donde los seres vivos recuperan su fuerza creadora y se suman a la fiesta de la vida. Salen de su letargo invernal, animales y plantas, recuperando su impulso vital que les permitirá mostrar, todo su despliegue de transformaciones, movimientos y colores.
A pesar de que las estaciones ya no son tan marcadas como antes, aun así, este momento del año es sin dudas, uno de los más perceptibles en muchos aspectos.
Al ir gradualmente desapareciendo los días grises y fríos, se va dejando paso a un aumento de la luz solar, lo que se traduce en vida. Esto se manifiesta tanto en las personas, las que se sienten con más energía como en plantas y árboles que comienzas a despuntan sus brotes, por lo que la primavera siempre se traduce en el gran despertar del sueño invernal. La metamorfosis de esta etapa del año, es un espectáculo cautivante, el que muestra la magia del renar.
Dicho proceso produce en las personas, una sensación de bienestar, el que cada vez más es relacionado por especialistas, como una de las claves para mantener el organismo en un sano equilibrio.
SUGERENCIAS| Al respecto, la Medicina China tiene su propio concepto de lo que representa vivir en armonía con los ciclos naturales y sus beneficios para la salud integral de la persona.
Según su concepción, la madera es el elemento que corresponde a la primavera, así como el viento, encargado de movilizar energías, su dirección corresponde al punto cardinal Este y rige durante la mañana. Es la estación privilegiada de la energía Yang, expansiva, activa y ascendente, representa los comienzos, siendo un momento de renovación y cambio,
El elemento madera rige el crecimiento, desarrollo y expansión, los impulsos, deseos, ambiciones, la creatividad, la expresión de la felicidad, del movimiento, acción, libertad, de la fluidez. Este elemento está relacionado con el estado de tendones, músculos y ligamentos. Estos dan flexibilidad, pero en caso de no estar armonizados, causarán rigidez. Eso se traducirá en la necesidad de hacer cambios en la forma de vivir, porque también podría representar una mente rígida, con miedo a los cambios.
Para desbloquear la energía del elemento madera es importante crear, expresarse, fluir, gozar, pintar, bailar, pasear, por ello, la primavera es un buen momento para iniciar cosas, tener planes, proyectos. También el elemento madera también regula la vista, por lo que es necesario consumir alimentos que regulen esa área del cuerpo.
Es una estación en la que las plantas brotan, tornándose verdes y flexibles, los días son más largos y calurosos, se está más afuera, disminuye el apetito, y se comienza a limpiar el organismo de residuos acumulados de la alimentación pesada del invierno, pero también a nivel emocional, donde se hace una limpieza de esas emociones estancadas. El cuerpo se limpia y renueva, la alimentación acompaña.
El Hígado y la Vesícula Biliar son grandes depuradores orgánicos. Así, la primavera es el momento para limpiar, desintoxicar y comer más liviano incluyendo en la dieta plantas jóvenes, brotes, crudos y mucho verde, su color característico.
Ambos órganos, necesitan espacio, libertad y por tanto cualquier tipo de estancamiento o bloqueo, tanto física, como emocional o mental, impedirá el libre flujo de la energía en estos órganos. Se aconseja mantener una mente tranquila, revisar hábitos y las emociones, ya que la ira, daña al hígado.
Es un momento ideal para hacer dietas, tanto de adelgazamiento como de desintoxicación debido a que hormonas y enzimas están muy activas y con el mínimo esfuerzo, el organismo se deshace de líquidos retenidos, tóxicos o grasa almacenada. Al ser el hígado un órgano de filtración de toxinas, se lo debe ayudar evitando todo lo que dé calor, como embutidos, picantes, café, alcohol, grasas saturadas y trans, fritos, medicamentos.
Con respecto a las alergias en esta estación, se recomienda evitar un alto consumo de carnes rojas, sustituyéndola por pescado. También reducir la ingesta de azúcar y alcohol, ya que ellos causan “calor” en el cuerpo, inflamándolo.
Algunos alimentos recomendados son: germinados, tomate, berenjena, melón, chauchas verdes, calabaza, zanahorias, rábanos, espárragos, apio, frijoles o granos, centeno, arvejas, habas, lentejas, espinacas, acelgas, alcachofa, perejil, alfalfa, diente de león y algas. En cuanto a frutas, las frutillas y cerezas son ideales. La vainilla y la canela, son ideales ya que le dan vigor al organismo.
En cuanto a los métodos de cocción, se recomienda evitar los fritos, salsas y en su lugar hacer salteados, escaldados, vapor y hervido corto. En cuanto a los hábitos, se recomienda levantarse más temprano para absorber la energía yang del Sol, y después del reposo invernal, la nueva estación invita a abrir la mente a nuevas ideas y experiencias, salir, tomar sol y moverse.
Imagen ilustrativa, tomada de la web.
Por Yudith Píriz.
