Temprano en la mañana del lunes 21 de marzo, quedó inaugurado oficialmente un nuevo paseo público en la ciudad. Se trata del “Arboreto Libertad”, que se fue construyendo durante años por iniciativa del vecino Augusto García y que él mismo donó a la Intendencia de San José, para que toda la comunidad y visitantes de todo el país, lo puedan disfrutar de ahora en más.
Como ya habíamos venido informando en el correr de los últimos meses, se conformó una comisión encabezada por Paola Magnano y Julio Ancheta, con la participación de jerarcas de distintas reparticiones de la Intendencia de San José y el apoyo del Municipio de Libertad, comerciantes, organizaciones ecologistas e instituciones de enseñanza, para transformar el lugar en un espacio público y de disfrute para todos.
La inauguración del espacio público se concretó estando pendiente aún el cercado y la cartelería indicatoria de cada una de las 88 especies autóctonas con las que cuenta el arboreto pensado por Augusto García, según se informó en la oportunidad.
Además de los impulsores de la iniciativa, estaban presentes el alcalde Matías Santos, el director de Parques y Jardines de la Intendencia Gustavo Bares, concejales del Municipio y personas que a título personal han colaborado con la iniciativa ciudadana. También dijeron presentes alumnos escolares y del liceo privado de la ciudad.
Quien no pudo estar por razones de salud, fue precisamente su ideólogo, el doctor Augusto García. Su ausencia fue lamentada por Julio Ancheta, quien fue el encaragado de iniciar el acto oficial de presentación del arboreto.
Contó Julio Ancheta que el doctor García hace 25 años comenzó con el proyecto del arboreto, al que le dedicó casi todo su tiempo desde que sufrió un fuerte quebranto de salud años atrás. Comentó que su donación a la Intendencia estuvo motivada por su interés en que las nuevas generaciones puedan conocer la variedad de especies de árboles que hay en el territorio uruguayo.
Julio Ancheta presentó luego al invitado especial de la jornada, el ingeniero agrónomo Raúl Nin, un auténtico especialista en la flora autóctona, que tiene su propio arboreto en el balneario La Paloma, departamento de Rocha, y que tiene una relación de amistad con el doctor García, debido a su mutua afición por los árboles de la autóctonos de la vieja “Banda Oriental”.
CLASE | Mencionó Raúl Nin que cuando lo invitaron a participar de la inauguración, sintió la necesidad de estar presente por la relación que tiene con el doctor García. De allí en más comenzó una clase magistral sobre ecología, que brindó el ingeniero agrónomo y que fue seguida con atención por todos los presentes.
Entre las cosas que mencionó Raúl Nin, comentó que en Uruguay “tenemos el privilegio de tener todos los tipos de aguas termales, tenemos océano, mares, una hidrografía espectacular”.
“El agua es imprescindible en todo y lo que protege al agua es la vegetación y las formaciones geológicas nos van a dar distintos tipos de suelo y estos distintos tipos de suelo nos van a dar una vegetación específica para cada tipo de suelo, que además va a estar unida a la fauna que va a estar directamente determinada por la vegetación existente”, narró Raúl Nin.
Explicó luego el especialista que “la ecología es el estudio de la biología de todos los ecosistemas” e insistió en que “el agua es todo para los humanos, es fundamental para nosotros”.
Luego ató la historia con la ecología: “Cada vez que pasen un alambrado, averigüen la historia del lugar, porque todo lo que se hizo allí antes, afectó el lugar para la actividad futura”. Por eso, es que entiende Nin que “la historia es la madre de toda la ciencia”.
Contó más adelante que “la matriz energética de nuestro país siempre fue el bosque nativo, nunca plantamos un árbol. El territorio de la banda oriental del Uruguay, lo primero que fue es un astillero, por los grandes árboles que había acá”.
Además, mencionó que “la primera descripción del bosque nativo se hizo en el hoy departamento de San José, en el arroyo Mauricio. Fue Pedro de Souza, que escribe su diario de viaje escrito en el año 1531, cuando tiene que refugiarse de una sudestada por esta zona. Entonces de Souza queda asombrado por la altura de los árboles que había en esta zona”.
Según el ingeniero agrónomo, “toda la actividad en el territorio de la banda oriental, desde 1527 hasta hoy, ha sido siempre contra el bosque nativo”. Entre otras anécdotas comentó que los barcos que se construían hasta 1850, significaban 30 hectáreas de bosque nativo que se perdían en el actual territorio del Uruguay.
Mencionó más adelante que estaba “muy de acuerdo” con la idea de transformar el arboreto libertense en un espacio público, que lo consideró un lugar “perfectible” con el paso del tiempo.
RECORRIDA | Para proseguir la actividad, se invitó al conferencista y a todo el público presente a recorrer el lugar. El ingeniero Nin era el encargado de narrar las características de cada una de las especies que están plantadas en el nuevo espacio público de la ciudad. Minuciosamente explicó sus nombres y propiedades fundamentales.
La actividad también incluyó la plantación de especies que se habían perdido, tarea para la cual se invitó a los alumnos de las escuelas y el liceo privado que se hicieron presentes en la presentación formal del arboreto.
Fotografía: Sebastián Parentelli.
Por Javier Perdomo,
