Un letrero con las siglas del Instituto Nacional de Colonización (INC), y otro con la firma del Municipio de Libertad, alertan sobre la prohibición de no tirar basura en la zona; sin embargo, una montaña de suciedad y escombros responde de manera sarcástica al respeto que tienen hacia las autoridades y hacia el propio ambiente, quienes viven o circulan de manera transitoria por el balneario Kiyú.
No es la primera vez que se denuncia por medios de comunicación e incluso por las redes sociales, el increíble contraste que tienen las hermosas y famosas barrancas de Kiyú. A menos de 100 metros del monumento a “El Grillo”, y que le da la bienvenida a los visitantes de este balneario, se encuentra un gran basural esparcido por todo el camino, que al final llevará a distintos calles y playas de este paradisíaco lugar.
A la vista de las autoridades y, aparentemente de la mayoría de los pobladores, este paisaje discordante amenaza con crecer más y más y resulta preocupante notar esto durante la temporada de verano, una de las épocas de más concurrencia en el lugar y -es de suponer-, de más entrada de divisas al departamento, por ser uno de los lugares predilectos de los veraneantes para visitar durante la estación más esperada del año.
Más de un kilómetro de basura y desperdicios de todo tipo pueden encontrarse en este lugar, el rincón escondido de Kiyú, una zona que ha pasado a representar “la alfombra en donde esconden lo que no quieren que la visita vea cuando llegan a su casa”.
Pero, ¿qué consecuencias puede traer tal nivel de contaminación? Amén de la parte estética del lugar, las consecuencias de mantener espacios naturales como vertederos municipales, pasarían a ser la causa de importantes focos de enfermedades; leptospirosis, diarreas agudas, dengue, parasitosis intestinal son algunas de las enfermedades que trae la basura.
CONSECUENCIAS | Según los especialistas, todo foco de basura aumenta invariablemente la presencia de moscas y mosquitos. Estos insectos toman bacterias y virus en sus patas que luego se depositan sobre alimentos u otro tipo de sustancias que son ingeridas por humanos. Así se desencadena una transmisión de infecciones virales o bacterianas que producen distintas enfermedades como diarreas agudas o parasitosis intestinal. Esto, sin contar con que la basura cuando es expuesta durante mucho tiempo al aire libre causa erupciones en la piel, mal olor, proliferación de fauna nociva y en invierno las infecciones respiratorias se complican, debido a la contaminación del aire.
Además, la basura que se tira al aire libre es una fuente de alimento para los roedores, cucarachas y otros insectos que propician el desarrollo de enfermedades. También los líquidos que se derraman de la basura, tras su descomposición, son una fuente infecciosa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe emitido en marzo del 2017, más de una cuarta parte de las defunciones de niños menores de cinco años, son consecuencia de la contaminación ambiental.
La doctora Margaret Chan, Directora General de la OMS, dice que “la insalubridad del medio ambiente puede ser letal, fundamentalmente para los niños pequeños, que son especialmente vulnerables a la contaminación del aire y el agua debido a que sus órganos y su sistema inmunitario se están desarrollando y a que todo su cuerpo, en especial sus vías respiratorias, es más pequeñas”.
Este informe sigue especificando más adelante que las cinco principales muertes de niños menores de cinco años, guardan relación con el medio ambiente: 570 mil niños menores de cinco años fallecen como consecuencia de infecciones respiratorias (entre ellas las neumonías) causadas por la contaminación del aire en espacios cerrados y en el exterior; otros 361 mil niños menores de cinco años fallecen a causa de enfermedades diarreicas, debidas al acceso insuficiente a agua salubre, saneamiento e higiene.
Pero hay más: 270 mil niños fallecen en el transcurso del primer mes posterior al parto por diversas causas —entre ellas la prematuridad—, que podrían prevenirse proporcionando acceso a agua potable y a instalaciones de saneamiento e higiene en los centros de salud, y reduciendo la contaminación del aire. Además 200 mil defunciones por paludismo de niños menores de cinco años podrían evitarse actuando sobre el medio ambiente, por ejemplo, reduciendo el número de criaderos de mosquitos o cubriendo los depósitos de agua. Otros 200 mil niños menores de cinco años mueren a causa de lesiones o traumatismos involuntarios relacionados con el medio ambiente, como envenenamientos, caídas y ahogamientos.
HANTAVIRUS | Por otro lado, el Ministerio de Salud Pública del Uruguay (MSP), en un comunicado que emitió el pasado 8 de febrero de este mismo año, difundió una serie de medidas a tener en cuenta para evitar contraer algunas enfermedades que están relacionadas a la falta de higiene de algunos espacios y la proliferación de roedores.
En el mismo, destacó que más allá del control que se pueda tener sobre la presencia de ratas y ratones, no todos los espacios están libres y esto puede generar peligros a la hora de efectuar limpiezas o pretender realizar salidas a lugares menos urbanizados.
Entre las enfermedades transmitidas por roedores, en el mismo comunicado destacan las siguientes: Hantavirus, que son un grupo de virus presentes en ciertas especies de roedores, capaces de causar una enfermedad llamada síndrome pulmonar por Hantavirus. Al momento de acampar, elegir lugares desmalezados, sin leñas ni troncos, ni rastros de ratones. Usar carpas con piso, que cierren y no tengan agujeros. Al ingresar a bosques, caminar por senderos habilitados. Evitar caminar entre matorrales y arbustos. Almacenar los alimentos en recipientes herméticos. No dejar platos o utensilios sucios al alcance de los ratones. Embolsar la basura colocándola en recipientes con tapa.
En caso de entrar a galpones o locales que han permanecido cerrados durante mucho tiempo, primero abrir puertas y ventanas por varias horas, luego humedecer el piso con agua e hipoclorito antes de barrer de modo de evitar que se levante polvo, en cuyas micro partículas pueden estar restos de deyecciones del ratón infectado con el virus del hanta. Limpiar pisos, mesadas y superficies utilizando solución de hipoclorito de sodio. Evitar la formación de basurales descartando los residuos en los recipientes destinados para tal fin.
LEPTOSPIROSIS | La leptospirosis es una enfermedad transmitida al hombre por algunos animales: ratas, apereás, perros, ovejas, vacas, cerdos, comadrejas, nutrias, zorros, murciélagos, caballos, entre otros.
Se recomienda no bañarse o sumergirse en aguas dulces estancadas o de poca corriente, que pueden estar contaminadas con orina de los animales infectados.
Es de esperar que tanto las autoridades competentes como la propia población de Kiyú, se aboquen a esta problemática latente, y no se tenga que atravesar por situaciones en donde pasa a ser emergencia sanitaria, como ha ocurrido en otros lugares del país, esta vez no sería por un conflicto laboral ni por inundaciones, sino, por la propia inoperancia de quienes deben velar por el cuidado del ambiente, llámense autoridades o pobladores.
Por Livia Cedeño.