En la edición anterior dábamos cuenta brevemente de la inquietud planteada por el presidente de la Liga Mayor Gustavo Bares sobre la crítica situación económica de las ligas y clubes del interior y el endeudamiento que las asociaciones afiliadas mantenían con OFI. En nota para CW41 Bares habló de una suma superior a los cuatro millones de pesos y dijo que se trataba de una cifra histórica.
A iniciativa de la Confederación del Sur el resto de las confederaciones del interior han venido desarrollando diferentes instancias de intercambio con el Consejo Ejecutivo de OFI y tendrían casi definido un memorando, al que en esta semana se le daría el punto final para procurar su entrega al más alto nivel del Poder Ejecutivo.
MEMORÁNDUM| La Semana dialogó con Jorge Ortíz, vicepresidente de OFI, quien dijo que “se está elaborando un memorando para presentarle al Estado y ver de qué forma se puede encontrar algún paliativo para lo que es la situación del fútbol del interior”.
En el documento se detalla todo lo que abarca el fútbol del interior y su incidencia social en cada punto del territorio. Los dirigentes pretenden poder llegar hasta el titular de la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto), Isaac Alfie o a la ministra de Economía Azucena Arbeleche. No consideran por el momento a la Secretaría Nacional de Deportes ya que de ella dependen todas las disciplinas deportivas y tiene recursos muy acotados.
Ortíz explicó que cuando se habla del fútbol del interior generalmente no se entiende la dimensión que el deporte tiene. “Hay que pensar en jugadores, árbitros, entrenadores, en algunos casos hay nutricionistas, médicos, kinesiólogos, los cancheros, la gente que lava la indumentaria, es decir, todo lo que el fútbol mueve”, en las 600 instituciones afiliadas a la OFI.
El dirigente mencionó que “en el fútbol masculino hay más de 97 mil jugadores afiliados, después hay 157 equipos femeninos en tres categorías” y agregó que al haber tenido casi nula actividad en 2020, las instituciones no han podido recaudar fondos propios.
Al respecto se preguntó: “¿cuántos clubes trabajan y recaudan con las cantinas, cafeterías, ventas de alimentos y realización o participación de eventos durante todo el año?”. Recordó que “por ejemplo acá en Libertad, en la Fiesta del Parque Campana instala su puesto y vende una rifa o vende tortas fritas y eso se da en todo el país y se han suspendido todos esos eventos debido a la pandemia”.
INFORMALIDAD| El dirigente dijo que “esos recursos están faltando hoy para pagar la luz, el agua, el mantenimiento de las instalaciones, algunos han tratado de mantener un mínimo de entrenamiento de sus planteles y eso demanda gastos también” y agregó que “hoy en la Liga Mayor hay dos clubes que es muy difícil que puedan mantenerse en actividad oficial, Los Cardenales y Atlanta -El Gráfico, y esos clubes no desaparecen, pero pasan a la informalidad, después hacen un campeonato de barrio o un campeonato comercial”.
Ortíz opinó que esa informalidad implica “una actividad donde no hay seguridad, no existe una ficha médica, mientras que en la actividad oficial hay un contralor de la Secretaría de Deportes, es otra seriedad, hay una regulación”.
El ex presidente de Campana y de la Liga Mayor confirmó la cifra que manejó Gustavo Bares en la nota mencionada al inicio, respecto al endeudamiento de las instituciones con OFI. Dijo que “hasta el mes de diciembre las ligas le debían a OFI 4:080.000 pesos”. En ese monto están considerados también los importes que los clubes puedan adeudar por diversos conceptos como fichajes, cuotas de afiliación y otras obligaciones.
TARIFAS| Entre las opciones que la dirigencia del fútbol del interior le plantearía al Gobierno Nacional “está buscar la manera de evitar que una gran parte del fútbol del interior pase a la informalidad y que miles de gurises dejen de estar en una cancha y vayan a la calle, porque el fútbol quizás no sea rentable, pero sí es una actividad social”.
Ortíz agregó que “estaríamos pidiendo una reunión al más alto nivel para plantear la problemática y buscar entre todos a ver si podemos encontrar alguna solución, que se reconozca la función social del fútbol, que es mucho más que hacer una caravana de vez en cuando”.
La dirigencia pretende tener la oportunidad de reunirse a nivel de la OPP o del Ministerio de Economía y Finanzas y entre los apoyos que demandaría se encuentra la exoneración o bonificación de las tarifas públicas que en estos momentos facturan con la tarifa comercial. Ortíz dijo que “implican costos muy altos para las instituciones, es un tema muy viejo que se viene planteando hace mucho tiempo sin lograr que se revierta”.
Cabe recordar que entre las primeras medidas que se adoptaron tras la aparición de la pandemia, una fue la suspensión del cobro de tarifas públicas a las instituciones deportivas y culturales por algunos meses.
DERECHOS| Consultado sobre si el tema se le ha planteado a la AUF el dirigente dijo que “sin dudas tampoco AUF tiene los recursos, pero ha ayudado en cierta medida en los torneos que se han jugado” y agregó que en algunos casos como en Durazno se han logrado acuerdos por derechos de televisación “pero son contratos puntuales entre la liga y los canales locales, pero en otros departamentos no se ha logrado. “En San José, por ejemplo, el negocio no les resultó atractivo a los operadores de TV por cable y en todo caso, tampoco eso sería una solución sino un paliativo”.
Agregó que “para los partidos de la Copa de Clubes de la Divisional A, por la televisación los clubes recibieron unos cuatro mil dólares, es una suma muy baja y si al club le toca viajar a Melo o a Salto ya queda en rojo. Para poder terminar los torneos de Sub 17, después del receso que hubo al inicio de la pandemia, OFI pagó traslados, alimentación y árbitros”.
Según Jorge Ortíz “la pandemia ha golpeado muy fuerte y ha agravado mucho la situación”. Asimismo sobre la posibilidad de obtener sponsorizaciones de organismos públicos dijo que “con Antel se hizo un contrato para los torneos juveniles, pero fueron 50 mil dólares que parece un platal pero en la distribución es mínimo. Hubo además un torneo que no pudo terminarse y el ente nos comunicó que realizará una quita en el monto establecido y está en todo su derecho porque de nuestra parte no pudimos cumplir con lo convenido”.
Al igual que ocurre con la cultura, generalmente no se percibe al fútbol como una actividad económica, sin embargo en ambos casos se trata de estructuras que abarcan a un sinnúmero de personas que en mayor o menor medida perciben algún tipo de ingresos. Las propias instituciones brindan además diversos servicios a las comunidades, existen pequeñas localidades donde el “club social y deportivo” es la referencia de sus habitantes y se generan desde él importantes actividades y en muchos casos, ante emergencias climáticas, se recurre a sus instalaciones para cobijar evacuados o centralizar tareas de contingencia. Ahora ellos necesitan apoyo.
Por Jorge Gambetta.
