El básquetbol en Libertad ha evolucionado bajo la constante perseverancia de pequeños grupos de aficionados, y muchas veces por enormes esfuerzos personales. Ocurre en todas las disciplinas mal llamadas “menores” que nunca lograron captar el interés de las dos instituciones históricas del medio.
Así surgió en los años de 1970 el Olimpo, un grupo de estudiantes y amigos entre los que se puede recordar a Ricardo Facal, Raúl “Pollo” Bauzán, Ricardo Banchero, el recordado Mario Lindner o el artiguense José Sityá, que lograron acondicionar la cancha en el fondo de El Asador y durante un corto tiempo organizaron algunos campeonatos y compitieron en San José de Mayo.
Más cercano en el tiempo surgió el Street Basket de la mano de Ruben Suárez con su proyecto de inclusión social y así fue que comenzaron un puñado de gurises a juntarse en la cancha de la Plaza de Deportes y bajo el nombre de IUESEI fueron a competir en la Liga de San José, antecedente inmediato a la actual Liga Departamental.
Este último grupo de amigos fue la base con la que un día “se encontró” Juventud para apoyar institucionalmente la idea de Gustavo Lema, otro apasionado ex jugador, para respaldar el proceso fundador de la actual Liga. Luego se sumaría a Juventud Ruben Suárez con su ya armado proyecto de categorías formativas desde mini a juveniles surgido en el Gimnasio San Isidro desde la experiencia del Street Basket.
Juventud pudo competir a buen nivel en 2019 y 2020 pero es obvio que en cada fecha eran los técnicos y jugadores, más algún allegado, los que debían solucionar la logística de traslados, delegados, planilleros, asistentes y todo lo que rodea la competencia deportiva.
La falta de diálogo o la ausencia de respuestas a las necesidades del plantel (ante todo un grupo de amigos), llevó a que alguno intentara un acercamiento al tradicional rival futbolero y Campana “se encontró” un plantel armado, entrenado, con ganas de jugar y sin un sentido de pertenencia muy arraigado.
JUVENTUD | Aunque se mostró sobrio y muy moderado en sus expresiones el presidente de Juventud Federico Barba, dijo a La Semana que “estamos bastante desgastados con este tema” y explicó que “una semana antes de que se sorteara el Fixture se presentó Campana a la reunión de la Liga y planteó que quería armar un equipo de básquetbol. La dirigencia pensaba que Juventud podía poner algún reparo y ante su sorpresa nosotros nos manifestamos encantados, siempre queremos disputar clásicos y tener clásicos también en básquetbol nos pareció genial por lo que dimos nuestro voto afirmativo para el ingreso”.
A la dirigencia verde le duele que Campana “ya había tenido conversaciones con los jugadores y sabía que eran en su totalidad de su plantel, pero en Juventud nadie tenía conocimiento de la situación”.
Barba admitió que los jugadores pueden tener cierta razón respecto a la falta de atención de la dirigencia. “Puede ser real, nosotros somos seres humanos, lo que hacemos es solamente por pasión y la verdad es que a veces se nos hace imposible estar en las prácticas de todas las categorías del fútbol y del básquetbol, porque somos muy pocos”.
Entre las excusas de los jugadores está el financiamiento. Barba dijo que “todas nuestras categorías tienen una comisión que se autofinancia; hacen rifas o plantean algún apoyo de la Directiva, el básquetbol nunca logró formar una subcomisión, entendemos que quizás hubo una ausencia de nuestra parte, pero yo ya me había comprometido a acercarme más a Gustavo Lema, estábamos dispuestos a corregir y dar una mano en el básquetbol y nos pasa todo esto”.
Barba reconoció el esfuerzo realizado por el presidente de la liga Rafael Perroni, a quien Juventud le solicitó una mediación. “En principio se reunió con ellos para que nos dieran una lista de jugadores con la que pudiéramos armar un equipo competitivo, ante esto los ex jugadores de Juventud nos presentaron una lista con dos o tres jugadores activos y el resto de los nombres son personas aficionadas al básquetbol”.
Las conversaciones han seguido procurando que retornen a Juventud al menos cinco o seis jugadores, de lo contrario “es muy probable que Juventud no participe. Le daremos fuerza a las formativas durante uno o dos años y de allí puede surgir un equipo competitivo de Mayores”, dijo Federico Barba.
Si bien el malestar existe en la calle Lavalleja también es real la intención de superar el momento de la mejor manera y tomar nota de la experiencia, “somos fundadores de la liga y nos duele la falta de comunicación previa” agregó Barba y explicó que “vamos a superar esto, ya hemos hablado con los chiquilines que promovieron el ingreso a Campana. Hubo pedido de disculpas de las dos partes, terminamos en excelentes términos tanto con ellos como con Campana y eso es lo que más nos importa”.
CAMPANA | El presidente de Campana Juan Pablo Güelvenzu dijo que este problema “le llegó a Campana cuando algunos jugadores vinieron a pedir apoyo para formar un equipo de básquetbol para competir en la Liga” y agregó que los tricolores no tenían ningún proyecto de básquetbol. “Andamos a las corridas para sostener el fútbol, nunca hablamos de tener básquetbol”, comentó.
Dijo que “se les ofreció el salón para que pudieran entrenar, porque era algo de lo que plantearon, que no tenían donde practicar y les dijimos que lo primero que tenían que hacer era armar una comisión. Creo que todas las respuestas sobre este tema hay que buscarlas con los jugadores”.
Según explicó Güelvenzu cuando se votó en la Liga el ingreso de Campana “no teníamos idea que los jugadores eran todos o casi todos los integrantes del plantel de Juventud” y agregó que “lo primero que les habíamos dicho fue que hablaran con Juventud, que había una institución que se debía respetar”.
Güelvenzu sostuvo que los jugadores “conforman un grupo que viene jugando desde que eran IUESEI, son amigos y quieren jugar juntos” y admitió que no hubo comunicación institucional previa con Juventud por este tema.
FORMATIVAS | Seguramente Juventud participará en 2021 sólo en formativas de la liga. En algún momento se consideró la posibilidad de participar en Mayores con el plantel U19, pero la idea fue descartada por parte de Rubén Suárez, quien entendió que los jugadores “no están aún para competir con mayores. No se les puede exponer a lesiones probables por diferencias físicas notorias” aunque admite que alguno puede alternar con el plantel principal.
Si algo positivo puede tener este tema para Juventud es que ya se ha formado un grupo de apoyo a las Formativas que consiguió comprometer Ruben Suárez con algunos padres y madres de los planteles menores con la intención de sostener el proyecto deportivo en lo inmediato.
Juventud y Campana tendrán que aprender de la dura lección. Los jugadores también deberán reflexionar sobre el relacionamiento con las instituciones, la liga a su vez deberá afianzar un sistema de fichajes que evite estas situaciones, que obligue a los clubes a solicitar los consentimientos necesarios para el pase de jugadores de una temporada a otra.
Los proyectos deportivos no caen del cielo ni se hacen de la noche a la mañana, hay procesos a seguir y en cada disciplina se requiere gente dispuesta a trabajar y apoyar. Nada es posible a impulsos personales por muy bien intencionados que sean.
No hubo ni hay proyecto alguno, ni en Juventud ni en Campana, que contemplen el desarrollo del básquetbol, hay amigos que quieren jugar juntos, hay impulsos personales comprometidos pero con resistencia finita, hay una Liga que viene intentando desarrollar el deporte en el departamento, hay que hablar, dialogar, trabajar en conjunto sin buscar pequeñas ventajas circunstanciales que conducen a la conocida máxima de “pan para hoy y hambre para mañana”.
Desde los jugadores sólo tenemos algunos comentarios respecto a que todos adoptaron personalmente la decisión de migrar a Campana. “Yo quiero jugar con mis amigos”, dijo uno de ellos a La Semana al tiempo que admitió que las conversaciones siguen, pero eso fue la semana pasada. El lunes a la noche vencía el plazo para presentar la lista de jugadores ante la Liga, aunque ante lo especial de la situación en el caso de Juventud podría tener una extensión de algunos días.
(Imagen de archivo del plantel de Juventud -SP-)
Por Jorge Gambetta.
