Han transitado diferentes caminos musicales como solistas, integrantes de coros, dúos, bandas y conjuntos de candombe. Sus edades son una mixtura como la que puede encontrarse en cualquier familia medianamente numerosa, desde la adolescencia de Martina a la veteranía de Carlos o el “Villa” y en esa heterogeneidad han encontrado la necesaria sintonía como para hacer del canto murguero un lenguaje común que les apasiona y les une.
Son Nómades porque no tienen un lugar fijo para encontrarse, van de aquí para allá según “pinte” la ocasión, porque lo importante es “el encuentro”. El ensayo es la excusa y cada integrante un puntal para el colectivo en las buenas y en las malas mucho más.
El pasado viernes se presentaron en el Tablado del Parque Clauzolles, el sábado viajaron a Kiyú para participar de las noches artísticas del Parador Suri y ya tienen agendada otra actuación para decir presente en la Fiesta de la Uva y el Vino el próximo 6 de abril en Ciudad Rodríguez.
EL TALLER| Agustina Silveira es una de las primeras integrantes de Nómades y explicó que “el grupo quedó luego de un Taller de Murga que dieron Fito Lacava y Adrián Smith en la Casa de la Cultura y dos de sus integrantes Martín Sánchez y Alejandro García tuvieron la idea de volver a juntarnos. También se sumaron como percusionistas Néstor Oteguy y Rafael ‘Villa’ Sellanes”.
El multifacético Adrián Smith no dudó en apoyar la iniciativa “y nos hacía los arreglos corales, cada uno fue convocando a otras personas que sabíamos que había participado en bandas o que eran solistas y hace unos dos años se armó un grupo de unas 15 personas que luego fue decreciendo”, como puede acontecer en todo nuevo proyecto.
Sin embargo “cuatro o cinco nos manteníamos al firme y nos encontrábamos en todos los ensayos”, agregó Silveira.
SIN DIRECTOR| Pero las múltiples actividades de Smith le impedían participar en forma permanente y “cuando no pudo seguir por su trabajo con otras murgas, estuvimos hablando a ver si nos disolvíamos o no y como ese grupito se mantenía con ganas de continuar empezamos a ensayar en la sede de Son del Sur, que muy amablemente nos cedió su espacio y cuando ellos necesitaban el local nos encontrábamos en un salón de Juventud Unida o en la casa de alguno de nosotros”.
Y de ese andar de un lugar a otro sin renunciar al encuentro regular “un día pensando el nombre del grupo dijimos que éramos un poco nómades, yendo de aquí para allá para ensayar donde pintara y nos gustó a todos”.
Gracias a la tecnología “como Adrián no podía acompañarnos nos iba pasando audios con los arreglos de las distintas voces. Estábamos al firme Alejandro García, Leticia Gallareto, Carlos Borgunder , el ‘Villa’ y yo porque Néstor no podía, porque tenía que atender sus responsabilidades en la comparsa, pero seguimos con la idea y muchas ganas”.
Así fue como Nómades avanzó en la conformación de un repertorio mínimo y “vimos que no necesitábamos de un Director y nos podíamos ir manejando entre nosotros y fuimos tomando decisiones entre todos y hoy por hoy no tenemos Director si bien Adrián nos sigue dando una mano tremenda con los arreglos vía audio con las voces de cada cuerda y los arreglos en cada canción”.
Pero el grupo es muy diverso y todos tienen conocimientos básicos de cómo hacer, entonces, “si a uno se le ocurre determinada voz lo discutimos y resolvemos entre todos”.
La franja etaria de Nómades “va desde 16 que tiene mi hermana Martina que se integró el año pasado hasta la de Carlos o el ‘Villa’ que creo son los mayores”, explicó Agustina Silveira que acotó que “no somos una murga, tampoco un coro murguero, no nos etiquetamos porque en lo instrumental tenemos un desde un cajón peruano hasta un saxo”.
Contó que “se había integrado Leandro Silva que ahora está con Sociedad Anónima y su padre Daniel nos dio una mano en la percusión y Alvarito Álvarez también toca el saxo, entonces tenemos como una identidad propia y vamos adaptando el estilo según las posibilidades, así que simplemente somos Nómades y hacemos covers de murga-canción con temas que vamos eligiendo entre todos”.
EL DEBUT| Pero el grupo necesitaba presentarse en público y “cuando ya llevábamos un año y teníamos un repertorio de seis o siete canciones, un día Carolina Silva que presentaba su último libro en la Casa de la Cultura nos invitó a tocar en esa instancia”.
A partir de allí “fueron surgiendo invitaciones para tocar en diferentes lugares porque a mucha gente le gustó ver un grupo de Libertad haciendo ese tipo de repertorio y entonces nos invitaron de la escuela de Colonia Italia, también nos presentamos en el paseo de artesanos en Kiyú”.
El grupo ha logrado una gran conexión. La artista explicó que “en principio ensayábamos todos los martes porque nos hacía bien el encuentro, se fue armando un grupo muy cálido donde se nos iba el tiempo en charlas y estamos muy motivados por los toques en vivo que nos están surgiendo, estamos trabajando en ampliar el repertorio y queremos aportar a la diversidad de estilos musicales en Libertad”.
Nómades va más allá de sus actuaciones y su música “lo sentimos como un lugar de encuentro, diverso y casi terapéutico”, dijo Silveira y explicó que “una de las integrantes sufrió una pérdida muy dura el año pasado y debió alejarse, pero ahora volvió porque siente que el grupo es como un refugio. Yo misma he tenido mis momentos de crisis y el día del ensayo estaba al firme porque me sentía contenida por todos, hay como una retroalimentación precisamente desde la diversidad que lo conforma”.
REPERTORIO| Nómades también salta de un estilo a otro para encontrar su propia identidad. “Tratamos de interpretar temas conocidos, alguno de ‘Pitufo’ Lombardo, de Emiliano y el Zurdo, algunas despedidas murgueras muy reconocidas, temas como Descolgando el Cielo que todos identifican”, contó.
El no contar con una batería de murga clásica genera múltiples opciones que colorean las versiones, “la percusión varía según las posibilidades, el ‘Villa’ toca el cajón peruano y a veces en algún tema introduce el redoblante. Si Daniel Silva nos puede acompañar toca bombo y platillos, Alvarito toca el saxo que también aporta un toque diferente y por supuesto que la guitarra siempre está presente”.
Silveira opinó que “en Libertad hacía falta un grupo que incursionara en el género de la murga porque aporta esa alegría que transmite una murga y la gente se contagia, al menos es lo que percibimos nosotros desde el escenario”.
Finalmente la integrante de Nómades expresó que “confiamos que a medida que nos surjan presentaciones mucha gente se entusiasme y se acerque o que se formen otros grupos similares y nos encanta ser los primeros en tratar de sostener este estilo porque además a Libertad le gusta mucho porque cuando viene alguna murga la gente acompaña y disfruta y que se nos llame de otras localidades también está muy bueno porque la gente nos va conociendo y ayuda en la difusión”.
Recuadro
La integración de Nómades
Percusión: Daniel Silva, Leandro Silva, Rafael “Villa” Sellanes; Saxo: Álvaro “Alvarito” Álvarez; Guitarra y voces: Alejandro “Pata” García, Gonzalo Borgunder, Agustina Silveira; Voces: Carlos Borgunder, Martín Sánchez, Patricia Castrillo, Leticia Gallareto, Martina Silveira; Arreglos: Adrián Smith y Nómades.
Imagen cedida por el grupo.
Por Jorge Gambetta.
