Como “gratificante” catalogaron los integrantes de la comitiva de Casa de la Cultura de Libertad a la reunión que mantuvieran el pasado martes 2 de marzo con la intendenta Ana María Bentaberri en las oficinas de la Intendencia en San José de Mayo.
La delegación de la Casa de la Cultura estuvo integrada por Aldo Pérez, Sebastián Torres y Martín Schwager, a quienes acompañó el alcalde Matías Santos. En San José los esperaba la Intendente, acompañada del director de Cultura Pablo Pucheu.
El encuentro fue catalogado como esperanzador por la comitiva de la institución cultural libertense, ya que Bentaberri les expresó su intención de trabajar con las instituciones que ya están funcionando en cada localidad y que por intermedio del Municipio llegarán fondos para hacer más llevadera la situación económica de la institución privada y sin fines de lucro, que durante 2020 tuvo grandes problemas para sostenerse, ya que estuvo paralizada buena parte del año a causa de la pandemia de coronavirus.
Es intención de la administración Bentaberri generar cuatro nodos culturales en el departamento y uno de ellos estaría focalizado en la institución libertense, según lo comentado por parte de la delegación libertense que fue a San José.
Como tarea, la delegación de la Casa, se trajo la de elaborar un presupuesto de gastos anuales para presentarlo en el correr de este mes a la Intendencia, para que ésta a su vez lo incluya en la discusión presupuestal que estará comenzando a la brevedad. De concretarse este aporte oficial, la situación sería óptima para la Directiva de la Casa, que no debería andar corriendo mes a mes para pagar las cuentas.
En la reunión del martes quedó definido que el director Pablo Pucheu, estará visitando la institución en esta semana para comenzar a delinear qué actividades estarán desarrollándose durante el año. Los directivos de la institución cultural piensan en que el aporte pueda vehiculizarse en actividades o disciplinas artísticas que hasta ahora no ha habido en la Casa.
LOS PROBLEMAS DE SIEMPRE | Históricamente la institución se ha mantenido con el aporte mensual de sus asociados (que en los últimos años ronda los 500 socios), y lo que dejan los talleres y espectáculos (cuando dejan), que se presentan en la sala María Búa. Por supuesto que esto no alcanza para mantener la infraestructura con la que cuenta la Casa.
El sostenimiento económico ha sido uno de los problemas centrales de la institución cultural de Libertad a lo largo de sus más de 20 años de vida. La falta de apoyos oficiales ha sido la queja de todas las comisiones directivas que han pasado por la esquina de Morquio y 25 de Agosto y si bien en los últimos dos quinquenios los aportes de instancias nacionales y departamentales se habían incrementado en forma notoria, la pandemia dejó en evidencia que no eran suficientes, ya que en 2020 los actuales directivos debieron dar el grito de alerta ante lo que era un inminente cierre a causa de la imposibilidad de hacer frente a los costos fijos sin instancia de recaudación alguna.
El acercamiento de varios asociados dispuestos a respaldar a la Directiva en la tarea de dirigir la institución en tiempos de emergencia social y el surgimiento de apoyos oficiales concretos para superar la etapa de pandemia posibilitó terminar el año 2020. Este 2021 parece comenzar con mejores perspectivas para la Directiva, que tiene pendiente el cierre de la asamblea de 2020, que tenía una segunda instancia prevista pero que debió suspenderse por las medidas de restricción que decretó el gobierno a fin de año debido al incremento de casos de coronavirus en todo el país.
Por Javier Perdomo.
