Algunos de los alimentos que siempre es interesante incorporar en la dietas, son sin dudas las crucíferas. A pesar de que para muchos, estas verduras no están dentro de las más ricas o comunes a la hora de agregarlas a cualquier plato, tanto por su aroma al cocinarlas como por su sabor fuerte al consumirlas crudas, aun así, son tantas sus propiedades que estos aspectos para nada eclipsan sus potentes atributos.
Por todos ellos, bien merecen tener una oportunidad en las mesas. Reivindicar su presencia en la alimentación, es de gran importancia ya que son verdaderas potenciadoras de la salud, que superan ampliamente a muchas otras verduras que son más populares y consumidas.
DATOS | Son verduras muy versátiles y de fácil preparación. Como todos los demás tipos de coles, las de Bruselas (Brassica oleracea var. gemmifera) se derivan de la col silvestre y, por tanto, pertenecen a la gran familia de las crucíferas, al igual que la berza, la lombarda, los grelos, el repollo, brócoli, la coliflor, entre otros.
Pero mientras el brócoli o la col verde presentan una sola cabeza, una planta de coles de Bruselas lleva hasta 40 yemas que son como pequeños repollos que crecen de las axilas de las hojas.
La primera evidencia del cultivo se remonta al siglo XIX en el norte de Francia y Bélgica, de ahí su nombre. Hoy, los Países Bajos, Francia y Gran Bretaña se consideran las principales zonas de cultivo.
PROPIEDADES | Las coles de Bruselas son verduras muy ricas en nutrientes y vitaminas. Para mencionar algunas de sus propiedades se pueden citar la de proteger de los resfriados, las infecciones gripales y ayudar a contrarrestar los efectos de los agentes cancerígenos. Son excelentes antioxidantes, nutritivas, diuréticas y ayudan a adelgazar, además de mantener el colesterol en sus niveles adecuados.
Investigadores de la Universidad Médica de Viena, la Academia de Ciencias de la República Checa y la Universidad de Belgrado, a través de un estudio concluyeron que las coles de Bruselas reducen la producción endógena de radicales libres y disminuyen el daño oxidativo sobre el ADN, lo que previene el desarrollo de células cancerígenas.
De toda su familia, las coles de Bruselas contienen la mayor cantidad de glucosinolatos, que también le dan su sabor algo amargo. Estos tienen un efecto muy beneficioso sobre los intestinos y el sistema inmunitario, como descubrieron científicos alemanes en 2011.
El estudio de los investigadores de Friburgo, dirigido por el profesor Andreas Diefenbach, mostró que los glucosinolatos activan el sistema inmunitario mejorando el entorno intestinal y estimulando la formación de nuevos folículos linfáticos (placas de Peyer), donde los glóbulos blancos ejercen su función defensiva. Cuanto mejor es la salud intestinal, más eficaz es el sistema inmunitario.
Se trata de las verduras de su género que más calorías y más vitamina C aportan. Además, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), son ricas en ácido cítrico que potencia la acción beneficiosa de la vitamina que, a su vez, contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
Destaca su contenido en potasio, fundamental para el normal funcionamiento de los músculos, y la fibra insoluble que favorece la saciedad y el tránsito intestinal. Su alto contenido en agua, sus propiedades diuréticas, su bajo contenido en grasas y su fibra la convierten en aliada de los procesos de adelgazamiento. Diversos estudios han concluido que el incremento de consumo de este alimento, puede reducir el riesgo de padecer obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
También resalta en su perfil nutricional la vitamina K, que ayuda a mejorar la salud ósea al aumentar la absorción y fijación del calcio. En cuanto a la salud femenina, está especialmente indicada en embarazadas por su alto contenido en ácido fólico. Por último, el beneficio más desconocido de comer tanto brócoli como coles de Bruselas es que, según un estudio publicado en la British Journal of Nutrition, reduce el riesgo de la acumulación extensa de calcio en la aorta, un marcador clave en la enfermedad estructural de los vasos sanguíneos. Se pueden tomar crudas, pero lo más habitual es cocerlas, hornearlas o hacerlas al vapor aunque pierdan parte de sus propiedades en el proceso. Son una opción perfecta para woks y salteados, para acompañar un plato de pasta o incorporar a una ensalada.
Valor nutricional de las coles de Bruselas por 100 gramos
Calorías: 51 kcal
Proteínas: 3,5 g
Grasas totales: 1,4 g
Colesterol: 0 g
Hidratos de carbono: 4,1 g
Fibra: 3,8 g
Calcio: 30 mg
Magnesio: 19 mg
Potasio: 375 mg
Fósforo: 60 mg
Vitamina C: 100 mg
Imagen ilustrativa, tomada de la web.
Por Yudith Píriz.
