Los ciclos naturales determinan mucho de lo que sucede en el interior de cada organismo vivo. Animales, plantas y el ser humano, cada uno con su respectiva función, conjugan para sí y el resto de los seres vivos, un minucioso entramado indispensable para que sigan existiendo los diferentes entornos y ecosistemas que recrean y permiten renovar los ciclos.
En la estación que acaba de ingresar, se manifiestan determinadas características, que son parte de esos ciclos naturales que el planeta crea y recrea una y otra vez, desde los primeros indicios de vida.
El invierno para el hemisferio sur y el verano para el norte, tienen mucho para ofrecer y aportar siendo muy necesarios en el juego de declive-crecimiento de los ecosistemas.
Adoptar ciertos hábitos y rutinas, puede ser de gran ayuda tanto para el mantenimiento de la salud de órganos y tejidos, como para el estado anímico y la energía. Por ello, seguir ciertas recomendaciones en esta nueva temporada tendrá sin duda, muchos beneficios en la calidad de vida.
PRÁCTICAS Y ALIMENTOS | Desde los preceptos de la legendaria Medicina china, el frío de la estación invernal empuja hacia adentro, al interior de la casa, al interior del ser, contrariamente a lo que sucede en verano que invita al afuera, a los espacios abiertos.
Este momento del año y en esta región del mundo, instintivamente lleva a la búsqueda de refugio, abrigo, pero también reposo, tranquilidad, vivir con más calma, estabilizar las emociones, es tiempo de almacenaje, interiorización y no hacer mucho esfuerzo para que el calor interno no se disipe con facilidad.
Al llegar el solsticio de invierno al Hemisferio sur, ajustarse a las bajas temperaturas, forma parte del fluir con el ciclo que marca la naturaleza, permitiendo que la energía se acumule dentro del organismo, para resurgir en la próxima estación, el Equinoccio de primavera.
Según la Medicina China, a la estación fría, la gobierna el elemento agua, que representa los riñones, la vejiga y el aparato reproductor, su color es el negro, su sabor el salado y la emoción asociada a este elemento, es el miedo.
De acuerdo a estos preceptos, las raíces del cuerpo humano son los riñones y el invierno es el tiempo más importante para nutrirlos y protegerlos. Además de ser un filtro para eliminar los desechos de la sangre, son los encargados de almacenar y proteger la esencia de la vida o Qi.
Algunos alimentos y prácticas, son potenciadores de estos órganos y de la energía vital en su conjunto. Se recomienda por ejemplo evitar los alimentos crudos, optando por preparaciones lentas, al horno, asadas o guisadas. Por su parte, lo que daña los riñones es consumir mucha sal o azúcar, insuficiencia de agua y cualquier exceso. En cuanto a las prácticas, se deben evitar el exceso de trabajo, tanto mental como físico, así como el estrés.
Los alimentos recomendados y en especial para nutrir los riñones son la sopa de hueso, guisos, verduras de hojas verde oscuras, en caso de utilizar algo de sal, se sugiere de preferencia sal marina y algas como Chlorella o Spirulina.
Otros alimentos que nutren son los frijoles negros, garbanzos, nabo, zanahoria, remolacha. En cuanto a frutos secos y semillas, las nueces, castañas y semillas de sésamo negro, son muy recomendables.
Son nutritivas pequeñas cantidades de leche, manteca y ghi (manteca clarificada). Consumir alimentos calientes es ideal como el trigo sarraceno, los ajos, jengibre y la avena, además de otros como apio, cebolla, puerro, calabaza, espárragos, hinojo, maíz, mijo, porotos azuki, lentejas, col y cebada. Los pescados, mariscos, pato, carne vacuna, cerdo y pollo son recomendables.
Otros alimentos para el invierno pueden ser los hongos, huevos cocidos, el café y las especias como pimienta negra, comino, nuez moscada, cardamomo, canela, clavo, romero, perejil, anís estrellado y ginseng.
Otros alimentos importantes son las manzanas, peras, frutas cítricas y miso. Y sobre todo, es necesario consumir mucha agua. En cuanto a prácticas saludables se encuentran los ejercicios, los ideales son los de movimientos lentos como el taichi, el chi kung, yoga, ya que no violentan la energía vital.
Por Yudith Píriz.
