Tener la posibilidad de defender una selección uruguaya y en un Mundial no es algo fácil de lograr pero tampoco es un sueño imposible y si no pregúntenle a Damián Bravo, futbolista oriundo de Ciudad del Plata, quien a sus 46 años se vistió de celeste para participar del primer Mundial de Fútbol de Arena que se acaba de disputar en Río de Janeiro.
Con la participación de 10 países, durante seis días se desarrolló en la capital carioca el primer mundial de esta modalidad que tiene mucho en común con el fútbol playa, pero también algunos matices, sobre todo en la reglas. Uruguay, como no podía ser de otra manera, estuvo presente en el mismo culminando en el cuarto lugar en una actuación más que aceptable.
El Mundial comenzó el martes 8 y culminó este domingo 14 a la noche. Recién llegado al hotel tras el partido por el tercer puesto y la ceremonia de premiación y antes de emprender un largo viaje de retorno de más de 40 horas, Damián Bravo accedió gentilmente a esta comunicación donde dio sus primeras impresiones de esta experiencia y también contó los detalles de cómo se dio esta posibilidad de defender a la celeste en un Mundial.
“Un sueño hecho realidad” asegura y agrega “uno como apasionado del fútbol lo que sueña es un día poder representar a la selección uruguaya en un Mundial, sueño que después, con los años va quedando de lado por eso todo esto fue inesperado para mí y estoy feliz de la vida”.
En cuanto a lo organizativo el entrevistado cuenta que “fue un Mundial soñado, como los que uno ve en la tele, estamos en un hotel de lujo, se jugó en un estadio impresionante, la organización ha sido muy buena”.
En lo que refiere a esta nueva modalidad de fútbol, Bravo explica que “nosotros ahí en Uruguay jugábamos fútbol playa pero este mundial es de fútbol arena, que son dos modalidades distintas. Fútbol playa se juega de cinco jugadores, pero esto es una modalidad que se juega de seis jugadores, por eso este es el primer mundial” y agregó también “cambia el reglamento en algunas cosas. Por ejemplo se juega dos tiempos de 20 minutos en lugar de tres tiempos de 13 y se juega en un estadio de arena pero no en la playa”.
Según el entrevistado “es algo que hizo Brasil para competir con el Mundial de Fútbol Playa de FIFA pero el nivel es muy bueno y por lo que se vio en la plata que invirtieron, esto va a crecer y mucho. Se habla de que el año que viene podría jugarse la segunda edición en Bolivia o Francia”.
A propósito de esta segunda edición, Uruguay estaría clasificado directamente por haber terminado entre los cuatro primeros.
CONFORMES | Esta primera edición del Mundial de Futebol de Areia Raiz tuvo la participación de 10 selecciones: Brasil, Chile, Paraguay, Bolivia, Colombia, México, Angola, Túnez, Francia y Uruguay. En principio se iba a desarrollar en el mes de marzo pero a raíz de la pandemia se postergó para diciembre. La situación sanitaria también disminuyó el número de participantes.
Los charrúas ganaron en el debut ante Túnez 4 a 3 y también lo hicieron en la segunda presentación ante México 5 a 3. En el último partido de la fase de grupo cayeron ante Paraguay 6 a 2 pero igualmente lograron el pasaje a la segunda fase. Allí el rival fue otro sudamericano: Chile, quién llegaba invicto con una racha de tres victorias.
Sin embargo Uruguay se hizo fuerte y se impuso por 3 a 1 logrando el pasaje a semifinales, instancia donde se las vería con el dueño de casa y gran favorito, Brasil. Si bien el desempeño celeste fue bueno, el equipo norteño se quedó con el triunfo por 4 a 1 clasificando a la final y mandando a Uruguay al partido por el tercer puesto. Este último juego se disputó en la tardecita del domingo y culminó igualado 2 a 2 siendo triunfo cafetero en los penales.
En la final como no podía ser de otra manera, Brasil se impuso a Francia con un marcador de 4 a 2 y se quedó con este primer mundial de fútbol de arena.
Sobre esta actuación Damián Bravo dijo que “nosotros estamos felices de la vida porque cuando llegamos acá no pensábamos la magnitud que tenía esto” y agregó que “se pasó la serie, se eliminó a Chile que venía con puntaje perfecto y en semifinal quedamos eliminados con Brasil, nada más ni nada menos. Veníamos a llegar lo más arriba posible pero estamos conformes con el cuarto puesto que logramos”, agregó.
Vale destacar que además de Damián Bravo, el plantel contaba con otro integrante josefino como Pablo Perdomo.
DE CASUALIDAD | Antonio Damián Bravo se considera un fanático de fútbol y tiene una larga trayectoria como jugador, tanto en cancha grande como a nivel de fútbol 5, fútbol 7 y fútbol sala. Sin embargo su vínculo con el fútbol playa comenzó hace apenas un año y casi de forma casual.
Luego de llevar a sus hijas a conocer el balneario Boca del Cufré decidió alquilar una casa para pasar un fin de semana allí. Precisamente ese fin de semana y en ese lugar se estaba desarrollando las finales de la Liga Uruguaya de Fútbol Playa. “Yo no tenía idea de lo que era pero, fanático del fútbol como soy, ya no hice playa ese día y me quedé observando”.
Entre los equipos que estaban definiendo el torneo estaba Fénix y Damián Bravo se acercó a conversar el técnico de ese equipo. “Le consulté como era el tema para arrimarse a entrenar y él me informó que ellos practicaban tres veces por semana en la playa de Pocitos y me invitó a que fuera sin compromiso”.
Como no podía ser de otra manera Bravo fue a una práctica y “enseguida me encantó el deporte” y desde allí todo lo sucedió muy rápido. Primero tuvo la oportunidad de jugar Pre Libertadores con Fénix, luego la posibilidad de jugar un amistoso con la selección de la Liga Uruguaya ante un equipo de Argentina. Su buena actuación en ese partido, donde terminó como goleador le abrió la oportunidad de jugar en la selección y viajar al Mundial en Río de Janeiro; “cuando me dijeron no podía creer”, asegura.
Sobre cuáles son las características principales del fútbol playa el entrevistado opinó que como todo deporte tenés que estar bien físicamente pero lo fundamental es la técnica porque se maneja mucho el dominio la pelota, tratar de jugar por arriba, para patear tenés que levantar el balón. Es un futbol muy técnico”.
Como es común en muchos deportes, para viajar a competir la delegación uruguaya debió sortear algunos obstáculos. Si bien desde la organización se hacían cargo de los pasajes en avión, la aerolínea suspendió los vuelos por lo que en determinado momento el viaje corrió riesgos. Allí debieron hacer tratativas a nivel de los consulados ya que por tierra las fronteras estaban cerradas. Finalmente lograron viajar, haciendo un recorrido por tierra y otro en avión. Pero esto les significó un gasto extra que debieron solventar con la ayuda de algunos sponsors, a los que el entrevistado quiso agradecer especialmente.
Bravo también recordó todo el sacrificio de este último año. “Yo desde enero que me enteré de este Mundial estuve entrenando mucho, yendo a Montevideo a la playa de Pocitos en pleno invierno con mucho frío a entrenar pero todo ese sacrificio tuvo esta recompensa que para mí es única, un sueño hecho realidad y sinceramente me podría retirar del fútbol tranquilo ahora”.
Trayectoria
Antonio Damián Bravo Camacho tiene una larga trayectoria en el fútbol. Sus inicios fueron en Unión Bambina y también en esa zona del departamento defendería a los desaparecidos equipos de Nacional, River Plate e Isusa. En la Liga Regional de Ecilda Paullier también defendió varias camisetas entre las que se encuentran: Estrella del Sur, Resero, Juincam, Rampla Jrs., Huracán de Juncal y Peñarol. También supo defender a Atlanta El Gráfico en la Liga Mayor además de jugar en la Liga Maragata de Futsal. Recientemente defendió a San Lorenzo en el torneo de senior, equipo por el cual dijo sentir un cariño especial.
Por Marcos Soto
