En la tardecita del domingo 6 de marzo, en el barrio Monte Grande se realizó una movilización de un grupo de madres, padres y familiares de posibles escolares en las escuelas de Educación Inicial (Jardín de Infantes), 122 y a la escuela Primaria 123, ambas de tiempo completo, por la falta de cupos para residentes de las inmediaciones del centro escolar.
Los más memoriosos entre los vecinos, después de los reclamos para que se construyeran ambos centros de estudios, desde la anterior administración se decía que les darían prioridad a los alumnos que viviesen en el barrio y en la cercanía geográfica.
Los vecinos organizados decidieron después del encuentro redactar una solicitud que harán llegar a todas las autoridades posibles de la dirección General de Educación Inicial y Primaria, al ejecutivo de ANEP (Administración Nacional de Educación Pública), presidido por Robert Silva así como a la Inspección Departamental de San José.
Al cierre de esta edición, aún no estaba redactada la carta a enviar, pero sí se sabía de antemano que contaría con una importante cantidad de firmas de vecinos.
Quien sí se llevó deberes fue el edil frenteamplista Carlos Ribeiro, quien estuvo en el lugar del encuentro y se llevó como deberes brindar un completo informe a la bancada del Frente Amplio sobre la problemática y encontrar la estrategia de denunciar por la vía de la “Media Hora Previa” o a través de una “Moción Urgente” para que lo que ocurre en esas escuelas sea analizado por todo el corporativo legislativo josefino.
A los familiares de muchos escolares, faltando menos de 24 horas para el comienzo de un nuevo año lectivo, les estaban respondiendo que estaban en listas de espera.
ASOMBRADA | Una madre contó a este medio que envía a su niño a la escuela 89 y a la bebé al Centro CAIF “Desde el Pie” y encontró como respuesta, por parte de las autoridades departamentales, que cuando la niña que concurre a salita de 1 año salga del CAIF, podrán emparejarla con el hermano para que vayan juntos. “Tengo que esperar dos años y vivo a sólo dos cuadras de la escuela”, dijo asombrada la madre. Esta situación se estaría dando en otras familias también.
Por Carlos García.