El Instituto Camino Abierto (ICA), cumplió años y al igual que su legión de fundadoras y fundadores, 28 años después continúa en la sanadora lucha de alejar las desigualdades y potenciar las equidades de oportunidades.
Marisa Mederos recordó a La Semana que la creación formal del ICA fue con un hogar en Montevideo, “pero siempre entendimos que las libertades para la inclusión necesitan espacios amplios y es por eso que después de mucho estudiarlo, se decidió comprar el predio del kilómetro 33 entre las dos rutas, hoy conocido como Los Tulipanes”.
Hubo mucho esfuerzo y remodelaciones para convertirlo en una granja hogar, lo que ha llevado al punto que su expansión edilicia llegando al tope de no poder construir sobre piso firme. Años pasaron y llegó el momento de asociarse o aliarse con otras organizaciones platenses como AJUPEN, El club de Abuelos CdP o la Comisión Hogar “Dr. Héctor Beovide” y ser partícipes de una experiencia única en Uruguay de la mano del BPS (Banco de Previsión Social), ser creadores del proyecto Comunidad Inclusiva en Ciudad del Plata.
Mederos dijo que “en parte por eso se da el nacimiento de Las Violetas. Si bien la falta de espacio es real en Los Tulipanes, nosotros junto a AJUPEN, el Club de Abuelos y la Comisión Hogar Dr. Héctor Beovide, co-gestionamos y administramos el predio de la Comunidad Inclusiva desde 2014 cuando se firma el primer comodato con el BPS y con su extensión a 25 años más a partir de 2019”.
“Pasamos por un proceso de poder elegir, de acuerdo a cada necesidad, y nos tocó esa parte del casco central del ex colegio de hermanas”, narró. “Ahí comenzamos el peregrinaje para conseguir el préstamo no reembolsable con el BPS y hacer las reformas”, recordó.
Nuevamente la Granja Hogar Los Tulipanes, volvió a abrir sus puertas junto a Marisa Mederos y Ana Morales y con las y los gurises de Los Tulipanes fueron un tsunami de afecto, amor y agradecimiento muy difícil de poder transcribir. Cada gesto, cada abrazo lleva una carga emocional indescriptible.
Los dos hogares en comunión (Las Violetas/Tulipanes) almorzaron juntos, viviendo una jornada más de armonía e integración, donde el molesto viento de la jornada sabatina no fue excusa para que ellos y ellas pasaran un momento esperado.
ESPECTÁCULOS | Luego vinieron los invitados al escenario; la llegada del Núcleo Orquesta Infantil y Juvenil de Ciudad del Plata, una ceremonia del reencuentro sellando un pacto de volverse en un infinito disfrute música con la mayor familia de cuerdas platenses, que nuclean e intiman con la música.
Después los dueños de casa bajo la batuta del profe Iván Quimpo deleitaron a los presentes con una “Samba para armar” y la “Cumbia de la bicicleta”. Dijo Quimpo que lo presentado es parte del trabajo con los residentes de ambos hogares y en la creación ellos son los responsables.
Al igual que Serrat en su canción “Fiesta”, todo volvió a la
normalidad y cada uno a su lugar. Alejandro “El Chileguayo” Rojas, hizo el deleite de los presentes con una selección de grandes títulos rioplatenses, desde Gardel hasta Tabaré Cardozo.
El público se retiró del lugar con la firme convicción de que auxiliares, docentes, técnicos y equipo de dirección, continuarán abriendo caminos en post de la integración social y comunitaria de cada uno de los residentes.
Los Tulipanes y Las Violetas son una muestra de integración social, comunitaria e igualitaria inédita en un país, que muchas veces, mira de costado las desigualdades. Todos sus residentes dan la bienvenida en cada actividad del mes de diciembre y cada vez que la ocasión lo reclama. Como terminar si al distinto lo llaman igual, si el igual es uno más. Si dan la oportunidad de hacerse sentir como cada uno/una del todo en una jornada festiva, donde se festeja por sobre todo la vida. Hasta el año próximo Los Tulipanes/Las Violetas.
Por Carlos García.
