El pasado sábado dos integrantes de la Cooperativa de Ladrilleros Ecológicos de Libertad, regresaron desde San Pablo, Brasil, de adquirir la maquinaria necesaria para comenzar a producir. En no más de un mes o 45 días, estará en Uruguay, lista para comenzar a producir.
La Semana ha seguido desde 2015 el trabajo de este grupo de libertenses, ocho personas entre hombres y mujeres de la diversa edad, que apuestan al sistema cooperativo para implementar un sistema de construcción más amigable con el ambiente y a su vez más económico y rápido para edificar.
La composición óptima de este tipo de ladrillos se compone de un 25% de lodo, 15% de ceniza y el resto de cemento, arena y tierra greda.
Lo que comenzó con un prototipo de máquina construida por ellos mismos, gracias al apoyo de ANDE (Agencia Nacional de Desarrollo), que les otorgó un fondo no reembolsable de 100 mil dólares, se transforma en un proyecto de gran porte, que dará trabajo a estas familias.
Gracias a ese dinero es que se puede adquirir la maquinaria que Raúl Bonilla y Nelson Rolando, fueron a ver y adquirir. El domingo –y a pocas horas de haber llegado al país-, los dos cooperativistas recibieron a La Semana, en medio de una reunión con la presidenta de la cooperativa Eugenia Rolando, hija de Nelson Rolando, preparando tareas que iban a desarrollar en Montevideo, como parte de las etapas que tiene la importación de la maquinaria.
Según lo dicho por Raúl Bonilla, al viajar “la idea era concretar el negocio, porque ya hacía tiempo que veníamos negociando con esa empresa y se dio ahora la ida”.
PRUEBAS | “Estuvimos tres días, llegamos allá el jueves y regresamos el sábado”, contó Bonilla, quien como primer balance de su viaje, dijo que desde acá ellos habían “apuntado bien al tema, la máquina era similar a lo que nosotros veníamos implementando, el sistema es el mismo”.
Durante el tiempo que estuvieron en Brasil, “probamos las máquinas, las vimos en funcionamiento y pudimos fabricar algunos ladrillos nosotros mismos”.
Nelso Rolando a su vez comentó que “hicimos unos cuantos ladrillos, era más o menos lo que esperábamos. La negociación se hizo en los términos que habíamos hablado con anterioridad y fue bastante bueno el resultado. Era lo que esperábamos. Es una empresa que se maneja a nivel internacional con exportaciones de maquinaria para la construcción, es una empresa seria”.
La maquinaria adquirida por los cooperativistas tiene un costo de 60 mil dólares, incluidos todos los trámites de importación. El resto del dinero aportado por ANDE se está invirtiendo en la construcción del galpón y en algunos prototipos que deberán hacerse para marketing, porque hay que darlo a conocer.
Pero no solo eso, con esos prototipos, también se deberán realizar dos construcciones para la Intendencia de San José, en la zona de las cabañas en el balneario Kiyú. Esto, como parte del acuerdo alcanzado con la comuna por la cual ésta les cedió el terreno donde estará la sede de la cooperativa, en calle Rivera y camino a Buschental. A{un no se ha decidido qué tipo de construcciones serán, ya que el tema está a estudio de la sección Arquitectura de la Intendencia.
Respecto a la llegada de la máquina a Uruguay, dijo Raúl Bonilla que los diseñadores “aseguran que en 30 días la traen, pero en los papeles se puso 45 días. Ellos la traerían hasta Libertad, la instalarían y se harían las primeras pruebas de producción junto con ellos, hasta que conozcamos la máquina, porque es totalmente distinta a las que hay en el país hasta ahora”.
PRONTOS | Una vez que estén realizadas las pruebas, dijo Rolando “ya estaríamos en condiciones de arrancar. Estamos buscando clientes, pero no ofreciendo el producto, porque para ofrecerlo, tenés que tener una certificación de calidad del material, unas pruebas hechas, porque esto debe ser algo serio”.
Pero que no estén vendiendo no quiere decir que no haya planificación, por el contrario, dijo Bonilla que “no bien estén las máquinas acá y se comience a hacer ladrillos, tenemos pensado hacer un plan de marketing, pero no nos queremos apresurar”.
Ahora sí “vamos a arrancar con más fuerza, porque tenemos una meta, una fecha para comenzar a trabajar, incluso con ANDE, que puso el dinero, tenemos metas que cumplir”, explicó el integrante de la cooperativa de ladrilleros.
Los cooperativistas dicen que hace muchos años que tienen expectativas respecto a este tipo de producción. Creen que ha sido lento el proceso, aunque reconocen que “después que se diseñó un proyecto de trabajo serio, fue todo más rápido. Lo que más nos costó fue hacer el proyecto”, dijo Bonilla.
Comentó que en la plaza uruguaya hay algunas empresas que se dedican a los ladrillos ecológicos, pero que como cooperativa serían la primera de Uruguay y una de las pocas que hay en América.
Consultados sobre por qué han optado por el trabajo cooperativo, dijo Nelson Rolando que “en la cooperativa somos todos iguales, vamos a partes iguales, tenemos los mismos derechos, las mismas obligaciones. Todo el trabajo es más grupal”.
Aclaró el cooperativista que hoy todos los integrantes del grupo tienen otros trabajos, pero “el objetivo final es vivir del ladrillo, trabajar todos en esto”.
APRENDIZAJE | Si bien tienen claro la demora que ha tenido el proyecto, no creen que haya sido tiempo perdido. Por el contrario, piensan que “hemos aprendido muchísimo, si hubiera salido hace cinco o seis años atrás, capaz que ahí tendríamos falta de aprendizaje y no habríamos llegado a nada”, dijo Bonilla.
Nelson Rolando aporta a su vez que “lo hemos hablado muchas veces entre nosotros y creemos que si hubiese salido hace unos años atrás, hubiese sido más difícil de lo que puede ser hoy. Con el paso de los años nos dimos cuenta que éramos inexperientes y hemos ido aprendiendo”.
A la hora de la despedida, el compromiso queda asumido, la próxima nota será con la maquinaria instalada y ya produciendo sus primeros ladrillos. Si todo sale bien, esto ocurrirá en menos de dos meses más.
Por Javier Perdomo.
