El pasado jueves se cumplió una nueva instancia por el juicio que le presentara la Cooperativa de Viviendas Sueños Libertad (COVISUEL), a quien fuera su tesorera y su esposo, que fueron expulsados del grupo por haberse quedado con más de 900 mil pesos. Ambas personas debieron concurrir a declarar y ahora se espera la acusación formal de la Fiscalía.
Hagamos un repaso de lo ocurrido. En el año 2016, la cooperativa tenía todo pronto para comenzar con el relleno del terreno en que supuestamente se concretaría la construcción del complejo de viviendas. Se necesitaban 700 camiones con material de desecho para rellenar el enorme predio ubicado sobre la calle Rivera y para ello contaban con una cifra aproximada de 900 mil pesos, reunidos con la cuota social y en distintos eventos benéficos que habían realizado durante los anteriores cinco años.
Pero la cuestión comenzó a complicarse cuando le pidieron el dinero a la Tesorera para pagar el transporte del material. Comenzaron las evasivas, que lo tengo en casa, que lo traigo tal o cual día, hasta que en una asamblea, el esposo de la Tesorera reconoció que el dinero no estaba, que había desaparecido.
JUICIO | Por supuesto que ambos fueron expulsados de la cooperativa y de inmediato, los sobrevivientes de la cooperativa (tras la Tesorera, varios cooperativistas más, decepcionados, se fueron de la cooperativa), contrataron al abogado Roberto Placeres para que los representara. El 28 de marzo de 2017, la demanda fue presentada ante el Juzgado Letrado de Libertad y en este año y algo, los cooperativistas ya habían sido citados a declarar en dos ocasiones y el pasado jueves fue el turno de la pareja acusada.
Según lo que pudo saber La Semana, quien fuera la Tesorera se responsabilizó por completo de la falta de dinero, quitándole toda responsabilidad en el hecho a su esposo y presentó un certificado médico que establece que sufre de la enfermedad llamada ludopatía (adicta al juego), y que se está tratando de esa adicción. La mujer reconoció en la sesión que el dinero se desapareció en el juego.
Según comentó el abogado Roberto Placeres, lo que resta ahora es que la Fiscalía haga la acusación formal, algo que debería ocurrir en los próximos días. En caso que la Jueza haga lugar al petitorio de la Fiscalía, esta persona sería procesada sin prisión, ya que no cuenta con antecedentes penales.
Consultado el representante legal de los cooperativistas dijo que la única restante acción que podrían emprender sus defendidos sería una demanda por daños y perjuicios, pero en vista que se sabe que la acusada de la estafa es insolvente, es probable que todo quede con el procesamiento sin prisión.
Grisel Pérez, una de las cooperativistas afectadas dijo que si bien ven positivo que se llegue a la acusación formal, saben que no conseguirán más que eso. El dinero ya no se recuperará más y eso es una razón más para el desaliento general que tienen los integrantes de esta cooperativa que hace más de siete años está trabajando por construir su casa propia.
DESALIENTO | Según contó Pérez, esta semana será crucial para el futuro de la cooperativa, ya que si logran un acuerdo por un nuevo terreno, seguirán para adelante, sino es probable que la cooperativa se disuelva, ya que el propietario del terreno de calle Rivera les complejiza una situación de por si ya compleja y desean dejar atrás ese relacionamiento.
El nuevo terreno está en el barrio Progreso y tiene todos los servicios públicos, por lo que de inmediato podrían ponerse en marcha para poner todos los papeles al día y poder concursar por un préstamo del Ministerio de Vivienda en la primera mitad de 2019, pero todo eso dependerá de cómo se desarrollen las negociaciones que tendrán lugar esta semana.
Por Javier Perdomo.
