En medio de los preparativos para la actividad del pesebre navideño, que se realizará el viernes 23 de diciembre, el padre Giusseppe Calderone, padre “Pepe”, recibió a La Semana para conversar sobre el significado de la Navidad para la comunidad católica, en un año más que particular debido al fallecimiento del padre Francisco Carrillo y las obras en el centro parroquial.
Comenzó comentando “Pepe” que la comunidad parroquial tiene un nuevo integrante. Recordó que después de la partida del padre Francisco “quedé por un tiempo solo y después vino el padre Lintu, que estaba previsto que llegara antes que ocurriera lo de Francisco, pero el que sí vino por el fallecimiento de Francisco fue Bruno, un seminarista que vino de Italia”.
Explicó Pepe que “cuando estamos en el proceso de formación, todos hacemos una experiencia de un año afuera de nuestro país de origen. Yo también vine a Uruguay, me tocó venir a Playa Pascual y en tiempo vine varias veces a Libertad, porque somos una misma comunidad”.
A la hora de comentar cuál es el mensaje central que pretende transmitir como sacerdote principal de la parroquia libertense, el padre Pepe dijo que es la propia “persona de Jesús y todo lo que él nos transmite. Nosotros no seguimos una teoría, una filosofía, sino a una persona, que es Jesús”.
El sacerdote agregó que “sentimos la necesidad de descubrir la verdadera naturaleza de la Navidad, que a veces está escondida detrás de mucho consumismo; de demasiado consumismo. El otro día estaba en un centro comercial y miraba una góndola y no había ni un pesebre, ni siquiera una señal del festejado real. El centro de la Navidad, que para nosotros es él, como que lo olvidamos atrás de mucho consumismo que nos aturde”.
El sacerdote cree que ir “a la raíz de lo que es la Navidad nos ayudaría a todos a redescubrir también el mensaje real de Jesús. El mensaje de la salvación, el amor, la paz, en este tiempo en que de a poco estamos saliendo de la pandemia y comenzamos a vivir de una manera más normal”.
“Esta Navidad debería significar ir a lo esencial, en un tiempo en que estamos llenos de ruidos, de mensaje de todo tipo, creo que redescubrir el mensaje de Jesús nos ayudaría a descubrir el valor del silencio, de lo esencial, de las cosas pequeñas”, agregó el padre Pepe.
Respecto a las actividades prevista para la parroquia para la Navidad, dijo que el jueves 22 habrá misa en Colonia Italia con pesebre viviente, el 23 en Libertad será el pesebre viviente. “Empezamos a las 20 horas en el banco (25 de Agosto y la avenida), con todos los niños que quieran participar y después llegamos a la plaza, donde se hará la actuación del pesebre”, explicó Pepe, que añadió que el 24 la misa de Nochebuena es a las 21 horas y el 25 será la misa de Navidad.
SIGNIFICADOS | Al referirse a lo que significó el fallecimiento del padre Francisco, el padre Pepe dijo que “siempre hay algo por lo que uno puede ser más o menos afectado. Obviamente la muerte de un compañero de comunidad fue una pérdida enorme. Pensábamos que la cosa comenzaba a estar más tranquila con el coronavirus y Francisco se enferma en ese momento y fallece a las pocas semanas”.
“Cuando logramos ver estos acontecimientos con los ojos de la fe, seguramente tengan otro valor. Como humano, la muerte es el dolor más grande que se puede vivir, pero cuando uno ve que una persona se va dejando una huella importante, se percibe de otra forma”, agregó el párroco libertense.
También hizo referencia a las mejoras en el templo parroquial. “Toda la reforma que se hizo llevó mucho sacrificio económico y en cuanto a tiempo, también sacrificio en relación a la disponibilidad de espacio y de tiempo para dedicarle a la gente, pero releyéndolo con los ojos de la fe, fue un año donde uno aprendió muchísimo, de todas estas cosas que el Señor permitió, porque todos sabemos que cuando el Señor permite algo es por un bien mayor”, mencionó el sacerdote.
De cara al futuro, comentó que “la reforma de la Iglesia fue un reconstruir la casa, pero lo que tenemos que tratar de reconstruir es la casa espiritual, la comunidad, que no sea sólo un arreglo de paredes. Eso sería inútil si no tiene una renovación interior”.
Por Javier Perdomo.
