La pandemia de coronavirus generó cambios abruptos en la vida de centenares de millones de personas en el mundo. Las reacciones ante el cimbronazo dependieron de las posibilidades y la personalidad de cada afectado; hubo quienes no pudieron con la situación y hubo otros que lograron reciclarse y sobrevivir al momento más complejo de los últimos 70 años a nivel planetario.
La intención de estas líneas es hablar de una reconversión exitosa o, por lo menos, novedosa. Se trata de un nuevo emprendimiento del impulsor de la cervecería artesanal ‘Chela Brandon’, Claudio Torres, que apremiado por la desaparición de las fiestas y eventos públicos y el limitado funcionamiento de bares y clubes nocturnos donde ofrecer su producto, retomó una idea manejada con su amigo Gonzalo Martínez, para producir, a partir de la cría de insectos, de harina proteica para la alimentación de animales.
Entohops, se llama la empresa que formaron estos dos vecinos del departamento, que trabaja en lo que hoy se llama economía circular. ¿Por qué circular en este caso? Porque los insectos con los que se produce la harina que produce esta empresa, son alimentados a partir de un residuo industrial, que es el llamado “bagazo de malta” de la cervecería propiedad de Torres.
Mencionó Torres que también pueden producirse estos insectos, utilizando otros residuos industriales orgánicos, como la harina o granos. “El insecto que estamos criando ahora se llama ‘Tenebrio molitor’, que es el escarabajo de la harina, que es un insecto que se produce también para la producción de proteína”, comentó Claudio Torres.
INICIOS | El propietario de la cervecería explicó que el proyecto comenzó a gestarse al inicio de la pandemia. “Con mi socio, Gonzalo Martínez, somos amigos hace más de 20 años y él hizo su doctorado en Países Bajos y cuando regresó con su doctorado al país, llegó con esa idea, porque la Universidad en la que estaba estudiando es una de las más importantes universidades del mundo que se encuentra trabajando con insectos para producir proteínas”.
“Él vino con esa idea y siempre estuvimos con ganas de hacer algo juntos, incluso llegamos a hacer algún ensayo con otro insecto, pero la pandemia fue el detonante para que lo encaráramos, porque en mi rubro no se movía nada y por eso nos planteamos comenzar el proyecto”, mencionó Torres.
A partir de ahí los dos emprendedores se presentaron al Fondo de Validación de las Economías Circulares de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE). La propuesta de Torres y Crosa estuvo entre los 10 emprendimientos seleccionados por este fondo. A partir de ello, recibieron un importante monto de dinero con el cual iniciaron su iniciativa. “Instalamos la unidad de cría, que está en la cervecería -ubicada a la altura del kilómetro 44 de la ruta 1-, que básicamente es un contenedor grande donde se crían los insectos y en el medio de ese proceso, nos presentamos a otro fondo, que es el Capital Semilla -también de ANDE-, en el que también fuimos seleccionados y hace algo más de un mes comenzamos una nueva etapa del proyecto en la que aumentaremos un poco la producción y seguiremos haciendo ensayos”, mencionó el propietario de la primera cerveza artesanal de la zona.
Continuó explicando Claudio Torres que la empresa Entohops ya viene haciendo ensayos con su producto con una cooperativa de productores de cerdos que tienen la planta de producción en la zona de San Jacinto, Canelones. “Encontramos en ellos gente que quería probar algo nuevo y que ya venía haciendo pruebas con otras cosas”, comentó Torres.
Mencionó el productor que “la alimentación de los animales de granja significa un gran porcentaje de los costos que tienen este tipo de empresas, por eso siempre están buscando alternativas para abaratar los costos”.
Explicó luego Torres que “dentro de una ración balanceada, para proporcionarles proteínas a sus animales, están usando o harina de soja o de pescado, pero el precio de esos productos depende mucho de los mercados internacionales y eso por momentos les complica, por ejemplo ahora con el precio de la soja, que está muy cara”.
ESTABILIDAD | “Nuestra propuesta -continuó explicando Torres-, es suplantar esa forma de adicionarle proteína (a partir de la soja o el pescado), por nuestra harina, que la compran en pesos, lo que hace que tenga un precio más estable y también es de muy buena calidad”.
Al hablar de las posibilidades de crecimiento que tiene el proyecto en el que está embarcado, dijo Claudio Torres que tienen “un mercado enorme. En el país se producen miles de toneladas de ración para cerdos, gallinas y otros animales. Nosotros queremos ir de a poco, por eso nos enfocamos en la alimentación para producción de cerdos ahora, pero también vamos a tener contactos con productores de peces, como puede ser esturiones”.
Según lo mencionado por Claudio Torres, ellos “han hecho ensayos de laboratorio para ver la composición de la harina que producimos y es muy buena, es decir que también en calidad competimos mucho”.
Por supuesto que también las ventajas ambientales han sido centrales a la hora de lograr los apoyos a su emprendimiento. “Hay una pata de la producción de la harina que tiene que ver con la economía circular; nosotros estamos aprovechando un residuo que hasta antes de la pandemia se tiraba o utilizaba de otra forma”. Mencionó luego que “hay montón de residuos industriales que no se están procesando” y que se podrían aprovechar en proyectos como el que él encabeza.
Otros elementos positivos para el medio ambiente que tiene esta harina es que “la producción de insectos no contamina, no produce gases de efectos invernadero y la cantidad de agua necesaria para producir un kilo de harina es ínfima, comparado con la producción de harina de soja. Es decir que es una producción amigable con el medio ambiente”, dijo Torres.
PRUEBAS | Mencionó además Torres que están en el proceso de registro del producto en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). “Nosotros pensamos que se nos iba a complicar porque somos los primeros en el país y de los primeros en Latinoamérica, hay algo similar en Chile y en Colombia”, pero al parecer, todo transita como para que el producto quede registrado en el corto tiempo.
Mencionó además Torres que con su socio, pretenden “seguir haciendo más ensayos con el producto, porque tenemos que conocerlo más para así poder convencer a los productores para que lo compren”.
Por el momento el emprendimiento sólo empleará una persona, pero en la medida en que el proyecto crezca, pretenden sus impulsores ampliar su plantilla.
