Cuando se habla de frutos secos quizá las nueces sean entre ellos, una de las especies que más propiedades posee. Al ser un tipo de frutas secas calóricas, son ideales para los meses de frío, siendo de gran ayuda para una infinidad de patologías. Esto se debe a que se trata de una variedad de fruto que posee una alta concentración de nutrientes.
DATOS | Este fruto seco es conocido y consumido desde tiempos remotos. Con respecto a sus orígenes, se piensa que los primeros nogales, el árbol del que se extraen las nueces, tuvieron su aparición en el Este Asiático, otros los ubican en Sudeste de Europa y el Norte y Sur de América. Existen más de quince variedades de la familia de las Juglanáceas, pero la más apreciada es la Juglans Regia, denominada nuez persa o inglesa. Los griegos la llamaban kara (cabeza) por su parecido con el cerebro humano. Los romanos la consideraban el alimento de los dioses, mientras que todos los antiguos coincidían en asociar las nueces con salud y buena memoria.
El origen de la nuez está en un árbol de madera de alta calidad: el nogal. El fruto seco y maduro del “Juglans regia”, nombre científico del nogal, es precisamente la saludable semilla de la nuez. La nuez madura entre los meses de agosto y octubre, siempre y cuando se den las condiciones de clima templado y ligeramente húmedo.
Ricas, energéticas y muy decorativas, las nueces se utilizan frecuentemente como ingrediente para infinidad de platos, son fáciles de combinar y preparar en salsas; como relleno de carnes y aves; acompañando queso, miel a modo de tentempié, además son empleadas como un ingrediente excelente para postres y tartas, y también solas, resultan un sabroso manjar. De una u otra forma, las nueces son muy utilizadas debido a su versatilidad y realce que brindan a las distintas preparaciones.
BENEFICIOS | Lo principal a destacar, es que las nueces brindan un gran aporte energético, como casi todos los frutos secos.
Pero a diferencia de otros, se ha podido demostrar que las nueces son el fruto seco más nutritivo, interviniendo en las tres funciones básicas del organismo: Plástica, energética y reguladora.
Tanto es así, que se lo ha considerado como uno de los frutos “reyes” entre los oleaginosos.
Son una interesante fuente de proteínas de origen vegetal, con un importante contenido de arginina relacionada también con la prevención de enfermedades cardiovasculares. Las nueces se consideran un importante antioxidante gracias a su contenido en vitamina E, que previene del envejecimiento, ciertos tipos de cáncer y de enfermedades cardiovasculares. Aportan cantidades apreciables de vitaminas B1 y B6 que favorecen el buen funcionamiento de los músculos y el cerebro.
Destaca por su contenido en proteínas e hidratos de carbono, además de un 60% de aceite.
Aunque son alimentos grasos, como el resto de los frutos secos, el tipo de grasa que contienen es rica en ácidos grasos insaturados y mejora los parámetros cardiovasculares (colesterol, salud de las arterias e hipertensión) sin alterar ni el peso ni la composición corporal. El 90% de las grasas de la nuez son insaturadas; contienen cantidades considerables de ácido alfalinolénico (6,8% del contenido graso), relacionado con la disminución del colesterol.
Estos ácidos grasos diferencian a las nueces de los otros frutos secos y de la mayoría de los alimentos. La proporción entre ácidos grasos saturados y poliinsaturados que contiene la nuez es de 1 a 7, proporción difícil de encontrar en otros alimentos naturales. Es justamente debido a los destacados compuestos que posee, que su consumo diario, en sustitución de grasas saturadas, es lo que le otorgan la categoría de fruto seco más saludable para el corazón.
Los ácidos grasos omega-3 de las nueces son de la misma familia que lo del pescado azul, y son muy estudiados por sus efectos beneficiosos sobre otro tipo de grasas. Sin embargo, para poder disfrutar de sus beneficios, es importante que su consumo sea habitual, como parte de una dieta sana y equilibrada.
OTRAS PROPIEDADES | La nuez pero también gran parte de los frutos secos, poseen ese gran valor nutritivo, principalmente por ser una concentración de vitaminas altamente beneficiosas para el organismo. Proporcionan vitaminas del complejo B, ácido fólico, selenio, calcio, magnesio, fósforo, hierro, cobre, potasio y proteínas (entre tres y diez gramos), lo que equivale a comer algunos de los nutrientes que se obtienen de los animales y la vitamina A. Siempre es mejor consumirlos crudos, ya que la vitamina E que poseen se pierde cuando se tuestan.
Tal vez su parte menos agradable es que contiene gran cantidad de calorías, nada menos que 600 por cada 100 gramos.
Pero la realidad es que las nueces, tal y como señalan los médicos y expertos en nutrición no engordan por sí solas, es decir, no es necesario tener que suprimirlas de la dieta, pero sí vigilar el resto de alimentos grasos que son ingeridos en el día, para no superar las exigencias calóricas diarias del organismo.
Su contenido en vitamina B es recomendado en momentos de fatiga física o convalecencia y también resultan perfectas para personas que sufren estados depresivos. Igualmente, la vitamina B6 de las nueces puede ser un increíble reconstituyente durante el síndrome premenstrual.
Posee también otras propiedades, entre ellas, ayuda a la circulación sanguínea, evitando la coagulación y la formación de trombos en las venas y arterias. Además, es antiinflamatoria y antialérgica, ideal para los problemas hepáticos y para disolver cálculos.
En la dieta de los adultos mayores, las nueces colaboran en la prevención de la osteoporosis, mientras que son un alimento ideal para las embarazadas, ayudando a un saludable crecimiento del bebé. Sirven igualmente de método de prevención en el desarrollo del cáncer, en la reparación de las pieles poco hidratadas, en la cura del insomnio o como refuerzo de la atención y la memoria.
En caso de estreñimiento, las nueces son una importante fuente de fibra, reguladora por excelencia del tránsito intestinal.
Un resultado esperanzador procede de la investigación realizada por el Departamento de Neuroquímica del Instituto de Investigación Básica en Discapacidades del Desarrollo del Estado de Nueva York. En ella se comprueban los efectos protectores del extracto de nuez contra la muerte celular inducida del péptido beta-amiloide (Aß) y el estrés oxidativo celular. Este péptido es el principal componente de las placas seniles y los depósitos de amiloide cerebrovascular en personas con enfermedad de Alzheimer. Se sabe que este componente aumenta la producción de radicales libres en las células neuronales, lo cual da lugar a estrés oxidativo y muerte celular.
Debido a sus excelentes propiedades, consumir nueces, ya no es sólo un tema de gustos y sabores, sino de salud.
Por Yudith Píriz.