Las distintas variedades de plantas que concentran sus propiedades en las hojas, en casi todos los casos siempre es mejor que sean consumidas crudas.
Los minerales y vitaminas presentes en la parte superior de las plantas, aportan una nutrición balanceada y saludable.
Al llegar los días más cálidos, las ensaladas comienzan a ser los platos más consumidos por aportar éstas frescura y a la vez, destacados nutrientes.
Una buena ensalada verde, siempre será el acompañamiento ideal para todo tipo de carnes, o simplemente como plato único.
Entre las verduras de hoja que se destacan por su especial sabor y sus importantes propiedades, se encuentra la rúcula; su consumo es sin dudas, una excelente opción para esta estación del año.
Datos de la Rúcula
La rúcula (Eruca sativa) es una planta comestible originaria de la región mediterránea, se la utiliza desde la antigüedad para las ensaladas y actualmente es muy consumida en muchas partes del mundo, sobre todo en su lugar de origen.
Otros nombres que se utilizan para la rúcula son rúcola, oruga, roqueta, ruca o jaramago. Existen otras variantes de la consumida habitualmente que se distinguen por la forma de sus hojas, unas se parecen al diente de león y otras a los berros.
La rúcula es una planta anual que desde la antigüedad crecía en el borde de los caminos siendo considerada como una mala hierba y fue recién en el siglo pasado cuando cobró una mayor importancia su cultivo con fines culinarios en muchas cocinas del mundo. Es muy popular en la gastronomía italiana, francesa, griega y española, por ejemplo en Italia es habitual añadir rúcula fresca a las pizzas, pastas, tanto en crudo como ligeramente salteado. Pero indiscutiblemente su uso más popular es en ensaladas, permitiendo de esa forma, disfrutar de su sabor fresco, con un toque levemente picante y amargo lo que permite combinarla a la perfección con una gran variedad de alimentos y jugar con el contraste de sabores.
Aportes de la Rúcula
En la composición de la rúcula se encuentran escasas calorías, grasas, proteínas, fibra, calcio, hidratos de carbono. Uno de sus componentes más destacados es la vitamina C, de la que posee una importante cantidad, también tiene carotenos que son potentes antioxidantes y glucosinolatos, preventivos del cáncer con importantes propiedades protectoras de las células.
Lo interesante de la rúcula, entre otras propiedades, es su baja proporción de calorías. De cada 100 gramos casi 92 gramos son de agua, unos 3.5 g son de carbohidratos, 2.5 de proteína, 0.5 de grasas y 1.5 gramos de fibra dietética.
El contenido de vitaminas y minerales de la rúcula es muy variado, siendo fuente de vitaminas, además de la C, contiene vitamina E, B3, B2, B6, B1, A y B9. También es destacable su aporte en minerales como potasio, calcio, hierro, fósforo, magnesio, sodio, zinc y selenio.
Propiedades
Debido a que es baja en calorías, resulta ideal en dietas de adelgazamiento. La rúcula es una aliada para bajar el colesterol y regular la glucemia en sangre. También al ser rica en fibra, aporta saciedad, y evita el estreñimiento. De todas formas, un alimento sólo no alcanza en casos extremos. La fibra que posee esta planta, unida a otros hábitos saludables en la dieta como consumir frutas y verduras frescas, beber suficiente agua y evitar el sedentarismo, son en definitiva el combo perfecto para mantener una buena salud intestinal. También es depurativa y diurética.
Su cantidad de vitamina C la convierte en una compañera perfecta para las personas con anemia, pues gracias a este elemento el organismo puede absorber el hierro. También es portadora de proteínas vegetales, que contribuyen a mantener los niveles del mineral a raya (aunque son menos potentes que las proteínas de origen animal).
Por su contenido en ácido fólico es recomendable para embarazadas. Y su aportación en potasio ayuda a recuperar el cuerpo tras la práctica de ejercicio físico, por lo que los deportistas pueden comerla sin problema.
Ese toque amargo y picante característico de la rúcula se debe a unos compuestos que posee: los glucosinolatos. Éstos resultan ser de gran beneficio para el organismo debido a que ejercen acción anticancerígena. La Moringa, por ejemplo, también contiene glucosinolatos.
Las hojas de rúcula son ricas en beta-carotenos, muy beneficiosos para mantener la vista en buenas condiciones.
Favorece los procesos digestivos, algo característico de las hortalizas con sabor amargo. Por su contenido en ácido fólico está muy recomendada para mujeres embarazadas. La rúcula es hepatoprotectora, cuidando y manteniendo la salud del hígado.
Posee acción desintoxicante, por lo que se recomienda en dietas en las que se quiera limpiar y depurar el organismo. Es una hortaliza con efectos diuréticos, recomendada por tanto en los casos de retención de líquidos.
La rúcula también tiene acción antiinflamatoria, pudiéndose usar de forma externa en cataplasmas sobre zonas inflamadas e interna en forma de ensalada o infusión para casos de úlceras o incluso ardor de estómago.
Además de lo ya mencionado, tiene la propiedad de ayudar a expulsar los parásitos intestinales. Debido a su gran número de nutrientes, incorporar la rúcula en diferentes preparaciones, es ideal para mantener una dieta sana y balanceada.
Por Yudith Píriz.
