Como en otras ocasiones, incluimos en la sección de variedades, otra de las hierbas que tienen mucho para ofrecernos. Al igual que pasa con muchas de las plantas medicinales, en la actualidad, están teniendo un creciente protagonismo en lo que se refiere a sus propiedades para ciertos tratamientos y curas. La vuelta hacia lo natural, ha propiciado que muchas de las plantas que se habían dejado de consumir, hayan tenido su tímido pero creciente regreso, y que cada vez más personas recurran a ellas y se beneficien de sus invalorables cualidades.
Existen muchas hierbas medicinales que han ido ganando ese protagonista de antaño, principalmente debido a sus importantes propiedades, recobrando así, su merecido valor. Una de ellas, la urticante ortiga, la que ha demostrado a través de numerosos estudios científicos, ser una hierba mágica y potente para tratar infinidad de dolencias.
COMPOSICIÓN | En un artículo se decía de la ortiga “podemos comparar la Ortiga con una cuidadosa ama de casa. Siempre está a punto para prestar ayuda, y del mismo modo que una madre diligente tiene siempre bien limpia y arreglada toda la casa, así la Ortiga mantiene en orden todo el organismo humano, especialmente la sangre, el estómago, el canal intestinal, los riñones y los pulmones; de los cuales depende la salud”.
Este es uno de las definiciones más acertadas que he podido leer sobre esta humilde y beneficiosa plantita.
Por todo esto y porque la ortiga ha sido casi olvidada por muchos, es que quisimos quebrar una lanza por ella y tratar de ponerla en el lugar que le corresponde.
Las especies más conocidas son: la Ortiga espinosa, picante o pequeña (Urticaria urnes L.); la Ortiga mayor (Urticaria dioica L.); la Ortiga romana (Urticaria pilulifera L.) y la Ortiga blanca (Urticaria iners L.). Todas las especies de Ortigas son un remedio universal de primer rango y a pesar que su solo contacto produce una irritación muy desagradable, tiene un sinfín de utilidades. Las ortigas ofrecen la cualidad de la fortaleza interior, tanto porque son nutritivas como porque sus fuertes tallos están formados por unas fibras que se consideran de las más fuertes del mundo vegetal.
PROPIEDADES | Contiene elementos indispensables para cuidar nuestra salud. Particularmente notable, es su contenido de calcio y hierro, en lo que aventaja notablemente a todas las demás plantas. La Ortiga es ante todo, depurativa de la sangre y diurética y es un excelente remedio contra las siguientes enfermedades: afecciones de la piel, caspa, caída del cabello, reumatismo , gota, úlceras intestinales, anemia, hidropesía, hemorroides, enfermedades de los riñones, mucosidad de la garganta, de las vías respiratorias y de los pulmones, catarros del aparato respiratorio, diarrea, disentería, urticaria crónica, abscesos del estómago, asma, tuberculosis pulmonar, nefrorragias, flujo hemorroidal, metrorragia, neumorragia, hemorragias de la nariz, sangre en la orina, etc. Son pocas las personas que saben que la Ortiga es ideal para preparar una exquisita comida de salud que no es superada ni por la Lechuga ni por las Espinacas, ya que al mismo tiempo sirve para muchos fines de curación.
En la temporada en que abundan las Ortigas, y especialmente cuando son tiernas, es conveniente hacer una cura se salud con su jugo. El efecto que tiene sobre la salud aparecerá muy pronto, mostrando su poderoso valor curativo.
Hojas de Ortigas secas, bien trituradas, sirven en invierno para sazonar las sopas y otros platos ya que regularizan la digestión y combaten muchas molestias estomacales.
Todo esto es posible gracias a su gran riqueza en vitaminas, especialmente la vitamina A y elementos minerales fundamentales para el organismo, por lo que, insistimos en que debería seguir ocupando un lugar más que destacado entre las variedades herborísticas.
Para depurar, vivificar y reconstruir la sangre, el jugo de Ortigas, es altamente indicado. Si falta hierro en la sangre, como ocurre en los casos de anemia, la Ortiga, y especialmente su jugo, es un remedio eficaz.
Otro de sus beneficios es su poder diurético; expulsa del cuerpo toda clase de impurezas. Un remedio que nutre, depura, limpia, purifica, reconstruye y cura a la vez, como la Ortiga, merece un lugar de honor en toda casa.
Por su rico contenido en calcio, silicio y hierro, sus hojas y sus raíz, son un excelente remedio contra la tuberculosis, el asma, la hidropesía.
La Ortiga alivia, además, toda clase de hemorragias, de los pulmones, de los riñones, de la vejiga, orina con sangre, abscesos del estómago y de los intestinos. Es muy aconsejable para personas que padecen reumatismo, gota, diabetes y cálculos biliares. Se comprende que así sea, pues su virtud es “limpiar”. Limpia y purifica los organismos que la ingieren. Y lo que “limpia” perfectamente, es lógico que también “cure” muy bien, pues sin “limpieza interior” no hay verdadera “curación”. No ha de extrañar pues que la Ortiga combata eficazmente toda clase de úlceras, abscesos (interior y exteriormente) e impurezas de la piel.
Externamente puede ser empleada en forma de compresas con el cocimiento de la planta o cataplasmas aplicadas directamente sobre erupciones de la piel, úlceras, hinchazones.
En lo que respecta a su eficacia para tratamientos estéticos y salud capilar, diversos estudios han comprobado que la Ortiga, especialmente el cocimiento de su raíz, es un remedio eficaz contra la caída del cabello y la caspa, fomentando el crecimiento del cabello.
USOS | Para consumirla, siempre es recomendable, hacerlo en primavera, es decir, cuando éstas son frescas y tiernas. En esta época, todas las plantas tienen más jugo y, por lo tanto, es mayor su poder nutritivo y curativo.
También puede ser preparada y usada de las más diversas maneras, lo mismo que las otras plantas medicinales que sirven para incluir en diferentes preparaciones. Por ejemplo sus gajos y hojas tiernas se preparan en ensaladas, mezclándolas con Lechuga y otras plantas silvestres y verduras.
En forma de jugo fresco, es una de las formas ideales ya que así se aprovechan mejor todos los elementos nutritivos y curativos de la planta. En forma de tisana cruda, que se obtiene cortando las hojas tiernas (también gajos jugosos, si se quiere), que se ponen en remojo en agua fresca durante toda la noche. A la mañana siguiente, se cuela y se toma el líquido resultante. En infusión, al igual que las demás hierbas, se vierte el agua hirviendo sobre la planta fresca o seca, se tapa bien y se deja reposar así por 10 minutos; después se cuela.
Otra de sus formas de preparados, es el polvo de ortiga para condimentar sopas y otros platos; ya que potencia los valores nutricionales de los alimentos, siendo un condimento natural y agradable, apto para cualquier clase de comida.
Por Yudith Píriz.