Consumir alimentos que contengan en su composición varios nutrientes, es indispensables para llevar adelante una dieta balanceada y por ende, saludable. El tomate es sin dudas, uno de ellos. Llegado su punto de maduración natural en esta y la próxima estación, representa un verdadero manjar en todo tipo de platos, principalmente en ensaladas frescas o bien en salsas y rellenos. Este popular fruto se consume en todo el mundo, principalmente al natural, aunque es muy común que se comercialice en forma de salsa o envasados enteros. Tanto en unas u otras presentaciones, es muy utilizado para diferentes preparaciones otorgando a las mismas, su color, aroma y sabor particular.
DATOS | Este alimento tan popular, utilizado en las más variadas cocinas del mundo, se define como fruto en términos botánicos. Sin embargo, en la cocina se le da uso como vegetal.
Los tomates, o frutos de la tomatera (Lycopersicom esculentum), son originarios del oeste de Sudamérica. Los hallazgos arqueológicos de civilizaciones preincaicas del norte del Perú, permiten afirmar que estas culturas ancestrales cultivaban y consumían el tomate, como uno de los ingredientes básicos de su alimentación.
Existe la dualidad con respecto a su origen específico ya que, ciertos estudios demuestran que el tomate es originario de la región de los Andes aunque también, el territorio mexicano presenta evidencias de cultivo de tomate hacia el año 700 A.C. Hay evidencias de que las civilizaciones nativas que habitaron los actuales territorios de estos países, antes de la llegada de los españoles, domesticaran su cultivo. Tras la llegada de éstos al continente americano en el siglo XVI, se diseminó por el mundo.
En sus comienzos, estos frutos nativos y silvestres eran pequeños, como tomates cherry, y predominaban en su origen, los de color amarillo.
La palabra tomate deriva del vocablo tomātl, que en el idioma náhuatl (lengua azteca que aún se habla en ciertas zonas de México), significa “agua gorda o hinchada”.
Este fruto, en un momento fue calificado no apto como alimento. La palabra tomate apareció impresa por primera vez en 1595, y por entonces era erróneamente considerado un fruto venenoso.
PROPIEDADES | El tomate constituye un alimento ideal para incorporar a una dieta saludable, ya que presenta en su composición una serie de elementos que resultan muy adecuados para desintoxicar el organismo y prevenir la aparición de muchas enfermedades.
El primero de ellos se denomina licopeno, un componente al cual deben su coloración roja, con propiedades similares a los betacarotenos de las zanahorias, que tiene propiedades anticancerígenas. El licopeno se encuentra en los tomates frescos, pero especialmente después de su cocción, dado que al contrario de lo que sucede con muchos otros alimentos, este compuesto intensifica su potencial antioxidante con el calor.
También es recomendable consumir el tomate cocido con aceite de oliva, que contribuye a que se asimilen mejor sus compuestos. El licopeno además de tener un efecto antiinflamatorio y antioxidante, tiene el potencial de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según varios estudios.
Otro de sus componentes es el glutatión. El mismo presenta propiedades antioxidantes que ayuda a eliminar los radicales libres, responsables de la aparición de muchas enfermedades. El glutatión, que se presenta en mayor cantidad en los brócolis, se encuentra fundamentalmente en la piel. Es un elemento muy adecuado en la eliminación de las toxinas del cuerpo, especialmente de los metales pesados, que producen deterioro del organismo por acumulación de los mismos. Se ha comprobado como el tomate ayuda a eliminar eficazmente el plomo. Además de esta propiedad, este fruto favorece el buen estado del hígado.
Otros de sus componentes beneficiosos para desintoxicar el organismo son la vitamina C y la vitamina A. El tomate es un fruto que presenta una gran riqueza de ambos. La vitamina A ayuda al crecimiento celular, manteniendo los huesos y los dientes en buen estado y potencia el sistema inmunológico.
En cuanto a minerales, es muy rico en potasio, un mineral que interviene en la regulación de los líquidos corporales, así como en el buen estado de los nervios, el corazón y de los músculos. De acuerdo a estudios, consumir alimentos ricos en potasio está asociado a un menor riesgo de accidentes cerebrovasculares y puede estar asociado también a un menor índice de enfermedad coronaria. Sólo una porción de 80 gramos de tomate, contiene cerca del 5% del potasio que un adulto necesita al día.
El potasio, junto con el calcio, muy abundante también en el tomate, interviene en el equilibrio del potasio-sodio, indispensable para el correcto funcionamiento del organismo. Además de la riqueza en estos dos minerales, su contenido en gammaaminoácidos bútiricos ( GABA) los hace especialmente adecuados para controlar la presión arterial.,
Otros beneficios de los fitoquímicos que contiene el tomate, es que mantienen la salud de los ojos y pueden tener un efecto protector contra la degeneración macular vinculada a la edad y otras enfermedades de la vista.
Como uso externo, el tomate ayuda a curar las heridas de todo tipo, rebaja la inflamación y favorece la cicatrización. Simplemente se tiene que machacar una hoja de tomate y aplicar en forma de emplasto sobre la herida. El fruto también presenta propiedades similares y puede colocarse sobre las heridas con similares efectos, inclusive está indicado para quemaduras de sol, poniéndolo directamente sobre la zona afectada.
Por Yudith Píriz.