Las diferentes variedades de tés tienen, de acuerdo a sus características, interesantes propiedades medicinales. Entre ellos, uno de los que más beneficios presenta para la salud, es el té verde, que ofrece importantes nutrientes que ayudan en los diferentes procesos orgánicos.
CARACTERÍSTICAS | Al hacer referencia a los tés en general, se establece que proceden de la Camellia sinensis, un arbusto que no suele sobrepasar los 6 metros de altura y que es originario de Asia.
Dicha planta, brinda los brotes y hojas que luego se convertirán en té negro, rojo, verde, Ooolong, Pu-erh y las distintas variedades que existen, dependiendo del tratamiento que se le aplique.
En el caso del té verde, se trata de una variedad que tiene una larga historia. A pesar de que en occidente se lo utiliza desde hace relativamente poco, apenas algunas décadas, no lo es para los asiáticos, donde ha estado presente desde hace más de cinco mil años en la cultura oriental.
En la actualidad, se ha distribuido por gran parte del mundo y existen muchos países productores de este tipo de té. De todas formas, India y China son los que producen el 70% de la producción mundial, seguido por Sri Lanka, Japón, Turquía e Indonesia.
Se lo cultiva en lugares de específicas condiciones, tanto climáticas como de altitud. El té verde nace en tierras altas y con climas cálidos y húmedos.
Existe una gran variedad de tés verdes. Algunos de ellos son el Gunpowder, se trata de una variedad que se produce en la provincia China de Zhejiang, las hojas son enrolladas para mantener mejor sus propiedades. Otra variedad es el Sencha, el que procede de Japón, y su elaboración es sin triturar sus hojas. También está el Kokeicha, el que cultiva en la región de Shizouka del Japón, siendo una variedad del té matcha. Otros tipos son el Bancha, también procedente de Japón y se trata de la variedad con el sabor más intenso, un aroma muy característico y muy parecido a la hierba fresca, el Mao Feng, procedente de las montañas Huang Shan de China, es muy apreciado por su altísima calidad, aroma y sabor y por último, el Kukicha, también japonés, siendo su principal característica la de conservar las propiedades antioxidantes, además de presentar un bajo nivel de teína.
PROPIEDADES | El té verde presenta una larga lista de nutrientes que lo convierten en un verdadero potenciador de la salud. La composición natural de las hojas de este té, aporta un gran número de antioxidantes y nutrientes, aspecto que lo hacen tan especial.
A pesar de que todos los tipos de té presentan importantes beneficios para la salud, el verde posee un mayor poder antioxidante. Ese poder se debe al proceso de elaboración a las que son sometidas sus hojas. Allí, se aplica un método denominado “fijación”. Su principal objetivo es evitar la oxidación de la hoja a través de la aplicación de calor.
De acuerdo a variados estudios científicos, el té verde posee polifenoles en una cantidad aproximada de 30-40%, por lo que está entre uno de los primeros alimentos ricos en antioxidantes, delante de muchas frutas y verduras, así como de otros tipos de tés. Esta propiedad es muy importantes para la salud, ayudando a evitar el estrés oxidativo, sobre todo a nivel celular. Dichos compuestos polifenólicos del té verde, ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, colaboran a reducir el riesgo de cáncer y ayudan a retrasar el envejecimiento.
Entre esos polifenoles están los flavonoides, que se dividen en 6 grupos, entre ellos están las catequinas.
También se ha demostrado que dos componentes claves del té verde, ayudan a aumentar el metabolismo y quemar la grasa corporal. Los dos componentes son la cafeína (un compuesto del grupo de las Xantinas que tiene propiedades termogénicas) y de las catequinas (antioxidantes). Además, se ha comprobado que éstas actúan como potenciadoras de la movilización de los lípidos acumulados en el tejido adiposo, y de esta manera, quemando estas grasas y contribuyendo a la reducción de la grasa corporal.
También se ha comprobado mediante estudios, que la L-theanina, un aminoácido presente en el té verde, puede ayudar a reducir los niveles de estrés y de ansiedad, generando una agradable sensación de bienestar, además de contribuir a mejorar la calidad del sueño. Esto se debe a que el consumo de té verde ayuda a aumentar los niveles de ácido gamma-aminobutírico (más conocido como GABA), un neurotransmisor que tiene efectos relajantes sobre el sistema nervioso central. En ese sentido, otro aspecto positivo del té verde está relacionado con una sensación de relajación, además de estimular la producción de ondas cerebrales alfa, creando un estado de relajación profunda.
También aumenta los niveles de dopamina (el neurotransmisor que regula la motivación, el deseo y el aprendizaje) y de serotonina (que regula el estado de ánimo, el placer y la felicidad).
Otro de los beneficios del té verde, es su propiedad para fortalecer el sistema inmunológico. Justamente la L-theanina , facilita una sensibilización de células del sistema inmunológico innato, llamados linfocitos gamma delta T. Esto se asocia con un incremento de la respuesta temprana a los microorganismos y a células tumorales.
Este efecto fue descubierto a través de un grupo de investigadores japoneses que en 1992, observaron en un estudio que dos componentes del té verde, tenían la capacidad de mejorar la resistencia del organismo ante los virus como el de la gripe, actuando con un efecto antiviral natural.
En el caso de la cafeína, o la teína denominada por muchos, pero que en realidad son el mismo compuesto químico, presente en el café, té, mate, también está presente en el té verde pero con diferentes dosis.
La concentración de cafeína presente en el té verde en relación con el café, se ha demostrado ser mucho menor. Los datos establecen que el café de filtro suele tener aproximadamente 65 mg de cafeína por cada 100 ml, mientras que el té verde, contiene unos 15 mg/100 ml (por lo que una taza clásica de té de 150 ml tiene unos 22-23 mg de cafeína).
Esa escasa cantidad de cafeína que aporta el té verde, se absorbe lentamente, manifestando una suave estimulación, sin afectar el sistema nervioso. Otro de sus beneficios tiene que ver con la ayuda que ofrece para disminuir el riesgo de padecer diabetes.
Se ha demostrado, que el consumo de té verde ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre y a mejorar la sensibilidad a la insulina. Esto se debe a que los polifenoles presentes en el té verde, en particular, la catequina, junto con la cafeína, disminuyen la resistencia a la insulina y los niveles de azúcar en sangre, convirtiéndolo en un aliado para la prevención de esta enfermedad.
Por todos sus beneficios, siempre es interesante incluir el té verde dentro de una dieta balanceada.
Imagen ilustrativa, tomada de la web.
Por Yudith Píriz.