Son muchos los alimentos que proporcionan un equilibrio saludable en el organismo, y en especial algunos de ellos, tienen una acción reparadora sobre algunos órganos en especial.
En este caso, uno de ellos presenta cualidades destacadas debido a los nutrientes que contiene, pero además, es particularmente recomendado como un hepatoprotector. Se trata del rábano, una hortaliza que tiene mucho para aportar a una alimentación saludable.
Los Rábanos o Rabanitos
DATOS | El origen del rábano es muy antiguo, se remonta a la antigua civilización china, y también se encuentran rastros de su antigüedad en toda la cuenca mediterránea. A pesar de encontrar su origen en China, se considera que los antiguos egipcios y babilónicos fueron los primeros en aprovechar sus virtudes.
La dieta habitual de los egipcios, reservaba un papel fundamental a alimentos el rábano, ya que proporcionaban energía y evitaban contraer enfermedades. Más tarde, el rábano empezó a ser valorado en las culturas griega y romana, siendo estos últimos los responsables de la difusión de su consumo por toda Europa y luego por el mundo.
El rábano, la raíz comestible de la planta, generalmente de color rojo aunque los hay de otras tonalidades, presenta una pulpa blanca y un sabor entre amargo y picante que se debe a los compuestos de azufre (glucosinolatos) que posee.
Pertenece a la familia de las crucíferas al igual que el brócoli, coliflor, coles de Bruselas, rúcula o nabos. El sabor de los rábanos cambia en función de la variedad escogida y del suelo en el que se hayan cultivado. Por lo general su ligero toque picante es más evidente en algunas variedades. Eso se debe al aceite de mostaza, que se encuentra debajo de su piel roja. Para los que gustan de sabores menos picantes, basta con eliminar la piel del rábano o escoger las variedades más pequeñas, que son las que menos pican.
En Oriente, cuentan con una variedad de color verde con la que elaboran el “wasabi”, el cual, deja su sabor picante en la boca sólo unos segundos para, luego, desaparecer.
Es un vegetal que no requiere demasiado cuidado para su conservación, sólo guardarlo en la heladera en bolsas plásticas, pudiendo durar varios días en estas condiciones. De todas formas, es importante al igual que otras verduras y frutas, buscar los que están en mejores condiciones. Los rábanos que se conservan mejor son aquellos cuyas hojas tienen un color intenso, y estén carnosos y con su piel suave al tacto.
NUTRIENTES Y PROPIEDADES | El rábano presenta interesantes nutrientes y pocas calorías. Contiene carbohidratos, fibra, azúcares, proteínas y grasas. Además posee entre sus componentes vitamina C, vitaminas del complejo B, vitamina K, potasio, sodio, calcio, fósforo, magnesio, yodo, hierro y zinc.
El 95% de su composición es agua y es bajo en nutrientes energéticos como las proteínas, glúcidos y lípidos. Esto la hace una hortaliza con un bajo aporte energético (17 Kcal por 100 g de parte comestible).
Otro de sus compuestos es la fibra, 1 g por cada 100 g de la hortaliza. La fibra permite mejorar el tránsito intestinal, baja el colesterol y mejora la tolerancia de la glucosa. Está asociado a una dieta saludable debido a sus propiedades, mejora el sistema digestivo, es diurético, es protector del hígado y la vesícula.
Pero una de sus principales propiedades es la de ayudar a reforzar el sistema inmunitario. Esto se da en una proporción muy interesante, 100 g de la parte comestible del rábano contiene 20 mg de vitamina C y la recomendación de consumo de esta vitamina al día es de 60mg. Por esta razón el rábano también presenta importantes propiedades antioxidantes que ayudan a proteger la piel y las mucosas digestivas, ya que interviene en la formación de colágeno.
Entre otras propiedades, el rábano tiene efectos antibióticos y antivíricos por sus compuestos orgánicos azufrados.
Al ser depuradores del hígado y la vesícula biliar, son excelentes para ayudar al organismo a eliminar toxinas por lo que son recomendados para dietas depurativas y desintoxicantes.
Ayudan a neutralizar bacterias, virus y hongos, debido a su acción antibiótica y antiinflamatoria.
Presentan acción diurética debido a su contenido en agua y potasio.
Ayuda a bajar la presión arterial, eliminando mucho líquido y sustancias a través de la orina.
Posee propiedades relajantes, por lo que son ideales para combatir el insomnio.
El jugo del rábano utilizado externamente es considera curativo para algunas lesiones de la piel, como quemaduras, aplicándolo directamente sobre la herida.
Normalmente, el rábano se come crudo en ensalada, asociado a otras verduras que potencian su sabor, las hojas también pueden agregarse a las ensaladas ya que poseen muy buen sabor.
El rábano, al igual que otras variedades de vegetales que tienen un sabor fuerte y a veces amargo, son recomendados por su gran poder para mantener el organismo sano, limpio y nutrido.
