La amplia variedad de hierbas que existen, son siempre aliadas de las diferentes preparaciones, por lo que no pueden faltar en las cocinas. Al presentar la doble cualidad de potenciar los sabores de las comidas y a su vez, ofrecer importantes propiedades medicinales, son sin duda, un ingrediente a tener en cuenta.
Tomillo, ciboulette, orégano, cilantro y tantos más, han enriquecido los platos del mundo desde hace siglos. Son empleadas como reguladores de ciertos desequilibrios orgánicos, siendo preventivas y curativas. Una de ellas es el comino, el que es utilizado también, tanto en gastronomía como en preparados medicinales.
DATOS| El comino, cuyo nombre científico es Cuminum cyminum L., es una planta herbácea anual de escaso crecimiento perteneciente a la familia de las umbelíferas y originaria del norte de África.
Ya los egipcios la utilizaban, no sólo para condimentar sus platos, sino también como medicamento. Hoy en día, esta hierba aromática propia de tierras mediterráneas, sigue siendo utilizada sobre todo en la cocina árabe y mediterránea.
La planta del comino, que recibe el mismo nombre que su fruto, tiene una altura media de 30-40 cm, con abundantes ramas salpicadas de hojas finas en forma de aguja y flores, de color rosa o blanco, agrupadas en forma de paraguas invertido (umbela).
Su fruto es ovalado, de 1,5 cm de espesor, entre 5-6 milímetros de largo, estrías longitudinales y recubierto por una densa vellosidad que le confiere un tacto áspero. Las semillas, de color amarillo, marrón o negro concentran los nutrientes y principios activos de la planta, siendo consumidas en seco, tanto tostadas o naturales.
El comino crece en climas cálidos con abundante humedad, aunque soporta temperaturas extremas y hasta los 3.550 metros de altitud.
Existen varias clases de este condimento dependiendo del color de su semilla e intensidad del aroma: comino blanco y comino negro. El comino blanco es el más abundante en la gastronomía europea y asiática. El comino negro (Cuminum nigrum) es de menor tamaño que el blanco, pero con un sabor más fuerte, amargo y de olor más penetrante, se da preferentemente en Asia. Esta hierba se diferencia de otras por tener un sabor bastante más intenso, con un toque ligeramente amargo. Su aspecto es similar al de los granos de arroz pero más pequeños, delgados y de color café.
A lo largo de los siglos el comino se ha utilizado para cocinar, aderezar, conservar alimentos, aromatizar y también como remedio medicinal y cicatrizante para diferentes usos.
Ha representado un papel esencial en las cocinas de culturas muy distintas por ejemplo, en los currys indios, o en las salsas africanas o en los panes centroeuropeos. Pero más allá de su uso típico de cada región, la tradición popular ha mantenido sus usos medicinales, especialmente como digestivo, relajante y carminativo.
En cuanto a su sabor, resulta excelente como condimento de ensaladas, y además da un característico toque de aroma y sabor a diferentes platos de legumbre, verdura, carne y pescado.
Otros de sus usos son el terapéutico y como componente en perfumería y cosmética.
PROPIEDADES| El comino es un grano con un gran poder aromatizante y medicinal. Entre los principales compuestos que presentan las semillas de comino se encuentran, el calcio, magnesio, sodio, fósforo y potasio, así como vitaminas A, C y E.
Debido a su interesante composición, presenta muchos beneficios para el organismo.
El principal atributo es su capacidad carminativa, es decir, favorece la expulsión de gases del aparato digestivo y reduce la hinchazón abdominal. Debido a ello, es un buen alimento en el caso de sufrir flatulencias o parásitos intestinales. Además, activa las glándulas salivales, por lo que activa la primera digestión de la comida.
Además, el aceite esencial de comino se emplea como complemento alimentario por sus propiedades nutritivas, ya que contiene una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados para tratar diarreas y dispepsia funcional (estados de indigestión).
Dichas propiedades se deben a un compuesto activo presente en su aceite esencial, el aldehído cumínico o cuminal. Ese compuesto es el que permite su acción como tónico estomacal, aperitivo y estimulante intestinal por lo que se usa en el tratamiento de la inapetencia, el estreñimiento, la aerofagia o las digestiones pesadas.
Estudios recientes indican que el comino en polvo, es un poderoso aliado para reducir la grasa corporal y el colesterol, según la facultad de Medicina de la Universidad Shahid Sadoughi (Irán).
También se ha podido demostrar que reduce los niveles de azúcar en sangre, y es muy rico en hierro, imprescindible para la creación de glóbulos rojos y de gran ayuda para las personas con anemia.
Se lo utiliza además, en tratamiento de afecciones broncopulmonares, por su poder analgésico y antimicrobiano. Debido a su acción antimicrobianas, también ayuda a combatir la placa bacteriana que causa la caries, el mal aliento y la gingivitis.
El comino se comercializa en dos presentaciones, natural o tostado y su envasado se realiza en potes de cristal para su correcta conservación.
En la cocina se lo puede utilizar entero o en polvo, aunque una vez molido pierde gran parte de su aroma. Su aceite esencial, es empleado en cosmética, como complemento nutricional o en tratamientos terapéuticos y veterinarios.
Por todas sus variadas propiedades, utilizar comino en las preparaciones, es una opción rica y además, curativa.
Por Yudith Píriz.
*Imagen de Directo al Paladar.