Recurrir a las verduras de hojas verdes, siempre es muy recomendable en casi todas las dietas pero por lo general, se recurre a las conocidas acelgas, lechugas, escarolas o espinacas. Sin embargo, hay otras especies y como para darle una saludable variación a los platos, y salirse un poco de lo habitual, una buena opción es el berro.
Sus propiedades son muchas y excepcionales, ya que pocos vegetales contienen tantas vitaminas y minerales como este potente vegetal. En ensaladas, salsas o como parte de algunas preparaciones, el berro es altamente recomendado debido a los nutrientes que aporta al organismo, todos ellos de alta calidad.
CARACTERÍSTICAS | El berro, (Nasturtium officinale), es una planta herbácea de la familia de las crucíferas (Brassicaceae) acuática. Las hojas son pequeñas y compuestas, de gusto agradable como condimento y en ensaladas. Los romanos, por ejemplo, la llegaron a considerar como un excelente afrodisíaco, además de un buen estimulante de la mente. Mientras que, en la Edad Media, los monjes la utilizaban para los problemas de intoxicación sanguínea.
Para unos o para otros, siempre el berro representó una planta particular y habitualmente utilizada en la cocina de muchas partes del mundo. Su origen se sitúa en algunas regiones de Europa y Rusia. Desde aquí se extendió a toda Europa para luego, ser exportada al norte de África, América y el Caribe. La planta silvestre crece de una manera abundante en la mayoría de los riachuelos y arroyos poco profundos, prefiriendo zonas encharcadas o con poca corriente.
Existen diversas variedades de berro, dependiendo de su uso gastronómico y de las condiciones del ecosistema en el que estén cultivados.
PROPIEDADES | En cuanto al aspecto nutricional, sus hojas son de las más nutritivas dentro del grupo de otros vegetales de hojas verdes. El berro es un alimento que se destaca por contener altos niveles de vitaminas A, B, E y la C, que está presente en mayor cantidad.
Presenta además cantidades considerables de yodo siempre que el suelo y el agua lo contengan (200 a 500 microgramos en cada kilo), calcio, potasio, zinc, magnesio o hierro (éste último incluso en niveles superiores a las espinacas), aminoácidos y fibra.
El Berro es además considerado una planta medicinal debido a que, a partir de sus hojas, se hacen muchos remedios caseros para diversas enfermedades. Esto llevó a que muchos laboratorios fabricaran preparados tanto medicinales como para uso cosmético a base del extracto de sus hojas. Algunas de sus principales propiedades son diuréticas, expectorantes, aperitiva, fortificante y ligeramente hipoglucemiante. Este vegetal presenta carotenoides, que actúan como antioxidante previniendo el envejecimiento celular y protegiendo el organismo frente a los radicales libres a la vez que se aumentan la eficiencia del sistema inmunitario.
El berro además, posee propiedades como depurativo de la sangre, colagogo, refrescante y facilita la eliminación de los residuos ácidos del metabolismo, y además por su riqueza mineral, estimula la producción de glóbulos rojos.
Sus excelentes virtudes son conocidas vulgarmente con el calificativo “fuente de salud”. Es considerado un tónico general, estimulante del corazón y del sistema nervioso.
Utilizado externamente el berro constituye un excelente aliado para ayudar a curar los problemas que se producen en la piel. Esta capacidad le viene otorgada principalmente por la existencia de dos componentes que poseen propiedades antisépticas y curativas o regenerativas de la piel: Zinc y Vitamina C, mientras que el flavonoide le proporciona propiedades bactericidas al mismo tiempo que ayuda a conservar la vitamina C. Es un tonificante general del organismo ya que aumenta el apetito y la secreción de jugos digestivos, muy útil en caso de astenia (debilidad) y fatigal. Por su contenido en yodo se recomiendan los berros en caso de hipotiroidismo.
Su acción expectorante, favorece la eliminación de mucosidad bronquial haciéndola más fluida.
Es además preventivo de la aparición del cáncer, debido a unas sustancias llamadas glucosinolatos que previenen el desarrollo de células cancerosas. Los glucosinolatos no son exclusivos de los berros sino que aparecen en otras plantas como las coles, el brócoli, las coles de Bruselas, los nabos, los rábanos y la mostaza.
Para quienes sufren de problemas hepáticos, del bazo, cálculos, ictericia o problemas de la sangre deben recurrir al berro tomado en cualquiera de sus formas, sea en tés, jugos como en ensaladas. También se lo recomienda para enfermedades de los riñones, gota, problemas cardíacos, tumores glandulares, enfermedades de los pulmones e intestinos. Las personas que sufren de diabetes encontrarán en el berro un alimento ideal, además de constituirse en remedio ya que disminuye el exceso de azúcar en sangre. Quienes padecen de Bocio por su parte, también se verán beneficiados de su consumo debido al alto contenido de yodo natural y de hierro.
Tiene la ventaja añadida de ser hipocalórica y tener un alto valor energético.
Otros nutrientes presentes en menor medida en este alimento son, vitamina B6, vitamina B2 y B3, fósforo, hidratos de carbono, selenio, ácidos grasos poliinsaturados, sodio, grasa, ácidos grasos saturados y ácidos grasos monoinsaturados.
El Berro adelgaza y aumenta las fuerzas del organismo en general. Por todo ello, se lo considera un alimento altamente recomendado para personas débiles y convalecientes. De todas formas, el berro se debe consumir con moderación, pues en grandes dosis puede provocar irritación de la mucosa gástrica y renal. En exceso no es recomendable para embarazadas y niños.
EN LA COCINA | Representa una exquisitez que mejora, en sabor y en estética, cada plato donde se lo utiliza. Al igual que todas las verduras de hojas verdes, es conveniente consumirlo crudo para obtener todos sus beneficios, aun así, si se lo incorpora a salsas, es preferible hacer una cocción corta, de pocos minutos, así mantendrá gran parte de sus nutrientes. Su forma estéticamente delicada y su sabor, ligeramente picante, lo convierten en uno de esos ingredientes que transforman una ensalada en algo más que una mezcla de lechuga y tomate. Es una tentación estar frente a un plato de berros con aceite de oliva, o mezclada con un platillo de zanahorias ralladas o como acompañamiento de quesos y nueces.
Al ser una planta en constante contacto con el agua, queda expuesto a contaminaciones, por lo que es de gran importancia que proceda de cultivo ecológico y que antes de consumirlo se lo lave bien y se lo deje por unos minutos en un recipiente con agua, sal y un poco de vinagre, de esta manera se eliminan insectos o bacterias que pudiera contener. Esto es válido para cualquier verdura que se coma cruda.
Una vez comprados, deben utilizarse casi de inmediato, o se pueden conservar en la heladera dejándolos envueltos en el plástico o, mejor aún, colocándolos en agua. Debido a su característico sabor amargoso, siempre resulta un ingrediente fresco y que le aporta un toque especial a las ensaladas o guarniciones.
Imagen ilustrativa, tomada de la web.
Por Yudith Píriz.