Entre las hierbas que además de dar sabor a las preparaciones, son altamente curativas, se debe incluir sin duda, al potente apio. Ramitas que fortalecen el organismo, y brindan un peculiar sabor y aroma al plato donde se las incorpora.
Como acompañamiento de salsas, ensaladas, en sopas, cazuelas o jugos. El apio se ganó un lugar de privilegio desde que diferentes estudios demostraron que, además de ser un excelente saborizador, era un ingrediente ideal para tratar algunas enfermedades específicas.
DATOS | El apio (Apium graveolens) pertenece a la familia de las Apiáceas, antiguamente conocidas como umbelíferas, al igual que otras plantas desintoxicantes como el perejil y el hinojo. Es originario del sur de Europa y fue muy utilizado en la antigüedad. Sus antepasados eran plantas silvestres poco carnosas y amargas. Apios es el nombre griego, que fue utilizado en latín para designar diversas plantas de las umbelíferas olorosas. Graveolens, significa, precisamente, de olor fuerte. Existe registro del uso del apio como hipotensor desde las medicinas tradicionales del lejano oriente, por lo menos desde el año 200 AC. También existen datos de que los griegos y los romanos, durante la antigüedad, clásica lo utilizaban como calmante. En la actualidad continua siendo utilizado con ese mismo fin en la Medicina Tradicional China.
Según esta milenaria medicina, el apio es de sabor amargo y dulce, refresca y humidifica el organismo.
PROPIEDADES | Se trata de una planta tradicionalmente utilizada en medicina natural para limpiar el organismo, ayudando a eliminando impurezas y desintoxicar la sangre.
Contiene agua, carbohidratos, fibra, proteínas, vitamina A, C, E, B6 y B2, K, niacina, folatos, y minerales como potasio, sodio, fósforo, calcio, magnesio, hierro, zinc y selenio.
La investigación científica moderna, ha confirmado algunas de las propiedades atribuidas en las medicinas tradicionales al apio, como por ejemplo, la utilización de esta planta para tratar la hipertensión en la Medicina Tradicional China, o el uso de la raíz y las semillas de apio en el Ayurveda para combatir los dolores de la artritis, las enfermedades del hígado, y las molestias de la menstruación.
Estudios realizados por Andrés Sierra licenciado en Etnología de la Escuela de Estudios Superiores en Medicinas Alternativas y Complementarias de Puebla, y dedicado desde 1983, al estudio, la práctica y la enseñanza de la Medicina Natural, demuestran algunas de las propiedades del apio para la salud.
“Puedo afirmar, que para tratar la hipertensión, también la gastritis, como alcalinizante natural y diurético, es suficiente el uso del apio en forma natural, incorporando algunos tallos por día, incluyendo sus hojas.
De acuerdo a los estudios, el contenido químico de la planta de apio ayuda a que la presión arterial se reduzca, debido a que relaja las paredes musculares de los vasos sanguíneos y esto hace que la sangre circule más libremente por el organismo.
Es justamente debido a este factor, que los chinos desde hace miles de años usan el apio para curar a las personas que padecen hipertensión. Referido a esta patología, la que se sabe, constituye el factor más importante de riesgo de enfermedad cardiovascular y a nivel mundial se calcula que del 25 al 30% de los adultos presentan hipertensión, el uso del apio puede significar una importante ayuda para su tratamiento.
“El tratamiento médico consiste en recetar fármacos hipotensores y/o diuréticos. Sin embargo, diversos estudios médicos han criticado el uso de fármacos en los pacientes que presenten hipertensión leve a moderada, señalando que es mejor y más eficiente, en estos casos, implementar un tratamiento basado en cambios en los hábitos de vida y de alimentación. En tal caso, la acción del apio como diurético y como tónico circulatorio, explican en parte sus efectos hipotensores, y también su acción analgésica. Digamos una vez más, que el apio destaca también por ser un diurético que no desequilibra la proporción sodio potasio en nuestro organismo y que por lo tanto, no genera efectos secundarios nocivos, a diferencia de los diuréticos farmacológicos Aunque el apio es rico en sodio, (87mg/100gr) es también rico en potasio (287mg/100gr), por lo cual su riqueza en sodio no lo hace contraindicado en los pacientes con hipertensión”, asegura Sierra.
Otras investigaciones aseguran que esta planta, mejora la circulación, disminuye el colesterol, es depurativo, diurético y combate la elevación del ácido úrico, por lo cual se recomienda para combatir problemas como artritis y cuadros gotosos. Se considera que es un potente alcalinizante y remineralizante orgánico.
Otra de sus propiedades, es la de aliviar enfermedades del sistema digestivo, estómago e intestino, ya que estimula el tracto intestinal y tiene un efecto carminativo y calmante.
Además, se lo considera muy apropiada en dietas de adelgazamiento, pues ayuda a reducir el peso, debido a su bajo contenido de calorías y sus efectos diuréticos. Otras investigaciones han dado al apio el poder de ayudar en casos de insomnio, ansiedad o estrés.
En cuanto a las contraindicaciones de su consumo, se establece que no es recomendable para embarazadas y personas con disfunciones renales.
En la Medicina Natural, se recomienda el consumo de apio en ensaladas, sopas, o en tizanas, pero la forma más práctica y rápida para beneficiarse de sus propiedades hipotensoras, es consumirlo en jugos. Estos deben consumirse inmediatamente después de haberlos preparado y se debe emplear el tallo y todas sus hojas. También se utilizan, sobre todo en la medicina ayurvédica, las semillas y la raíz del apio, las que son ricas en aceites esenciales.
En el caso de consumirlo en jugos, se lo puede asociar con otras verduras de hojas verdes como espinaca, acelga, kale y otras, para obtener así, un jugo verde altamente nutritivo y medicinal.
Imagen tomada de la web.
Por Yudith Píriz,