En varias oportunidades se han incluido en esta sección, frutas y verduras, o los diferentes usos de las hierbas medicinales, con el propósito de acercar algunas de sus importantes propiedades y sus variadas alternativas con respecto a la salud.
Esta semana, la invitada es la cúrcuma, una de las especias más antiguas utilizadas por el hombre para realzar platos y para combatir variadas dolencias. Representa uno de esos alimento-medicina que se han venido utilizando desde hace miles de años, sobre todo, desde la cultura oriental. Las civilizaciones antiguas adoraron muchas plantas por sus propiedades curativas, las que constituían su mayor fuente de medicamento. Ahora se pueden comprobar algunas de esas creencias, a través de estudios científicamente demostrados.
Proveniente de la planta Cúrcuma Longa, esta especia ha sido utilizada en la India desde hace siglos por sus propiedades medicinales. Se ha ido popularizando su consumo, debido al plus que otorga a los platos, debido a su único y destacado aroma y sabor que transfiere a las más variadas preparaciones.
Características de la Cúrcuma
La cúrcuma es un rizoma con raíces comestibles que crecen horizontalmente bajo tierra. Está relacionada con el jengibre y se parece bastante en su exterior. Su ingrediente activo, la curcumina, a menudo se extrae y se usa en muchos estudios clínicos para el cáncer y la inflamación crónica, como la artritis reumatoide.
Su uso se centró por sus propiedades culinarias y medicinales, principalmente en la cocina hindú y en la medicina ayurvédica. La cúrcuma ha sido utilizada para darle a las preparaciones un toque especial a partir de su sabor, entre amargo y picante, además de proporcionar un color característico a los polvos de curry, las mostazas, las mantequillas y los quesos. Desde lo medicinal, ha sido utilizada por las culturas tradicionales del mundo oriental, adjudicándole un notorio efecto anti-inflamatorio, antioxidante y anti-tumoral presente en su composición. Muchos, la consideran la reina de todas las especies.
A medida que surgen más evidencias científicas, la cúrcuma se reconoce cada vez más como una “súper especia”, otorgándole algunos la propiedad de ser una fuente de juventud, con un potencial milagroso en la medicina moderna. Muchos estudios científicos publicados en los últimos años demuestran que el consumo de cúrcuma en forma regular, puede en realidad mejorar la calidad de vida y prolongarla. La curcumina, el extracto bioactivo de la cúrcuma, promete un gran futuro para evitar y/o retrasar las enfermedades relacionadas con la edad.
Lo ideal sería consumir al menos 5 gramos de cúrcuma al día (media cucharadita de café), se puede añadir a muchos platos como sopas, guisos, arroces, jugos vegetales, ensaladas, a los que les da no sólo un sabor característico sino además, color y un buen aporte de vitaminas.
Propiedades de la Cúrcuma
Innumerables estudios, farmacotoxicológicos establecen la posibilidad de obtener fitofármacos con acción antioxidante, antiinflamatoria y anticancerígena, entre otras, con menor potencial de efectos adversos que otros medicamentos.
Según una investigación realizada en 2012 en Cuba, la cúrcuma, posee una gran cantidad de beneficios para la salud. El estudio asegura que se destacan muchas plantas que contienen flavonoides, polifenoles, glucósidos, taninos y otros compuestos con marcada acción antioxidante, que a la vez actúan como antiinflamatorios, dada la relación que existe entre las enfermedades inflamatorias y el estrés oxidativo. Esto se debe a su composición fitoquímica, el polifenol natural curcumina, así como a otros compuestos presentes en esta raíz.
En dicho estudio se establecía que la cúrcuma presenta importantes propiedades comprobadas en investigaciones de laboratorio. “La cúrcuma es una fuente de antioxidantes naturales, comparada, en sus efectos preventivos del daño por radicales libres, con las vitaminas C y E. Se ha podido confirmar, su propiedad antioxidante, hepatoprotectora e inmunomoduladora”.
Con respecto a su poder antiinflamatorio, se establece, “se pudo comprobar la actividad antiinflamatoria de la cúrcuma, que puede ser beneficiosa para personas con osteoartritis y artritis reumatoidea. El rizoma de esta planta, es lo que justifica sus indicaciones en procesos inflamatorios artríticos, particularmente en pacientes con tendencia a trombosis, arteriosclerosis y tromboembolismo”. Como Inmunomodulador se demostró que, “los curcuminoides y polisacáridos presentes en la cúrcuma, produce efectos inmunoestimulantes, que pueden ser de importancia para pacientes con cáncer, especialmente cuando la función inmune está deprimida como en caso de haber pasado por tratamientos con quimioterapia. El principio antitumoral de la cúrcuma es la curcumina, capaz de inhibir el crecimiento de muchos tipos de células tumorales (ovario, mama, colon, hígado, pulmón, páncreas, estómago, vejiga)”.
De acuerdo a lo que se pudo investigar a partir de su estudio, lo que potencia estas acciones es la curcumina. “Esta sustancia es una de las más anticancerosas que existen, capaz de ayudar a frenar la progresión de las metástasis, induciendo a la destrucción de las células tumorales. También es alcalinizante, creando un medio hostil para la célula tumoral y representa una importante protección de las mucosas, hígado y riñones de los efectos secundarios de la quimio”.
Se establece además que no presenta efectos secundarios ni contraindicaciones, y que en esto contrasta con el enfoque de la oncología convencional que utiliza tratamientos tóxicos como agente único. La curcumina se ha convertido en un potente agente para prevenir el cáncer multimodal.
Debido a sus importantes propiedades, incluirla en diferentes preparaciones junto a otros condimentos, es una buena opción para consumirla de forma regular.
Por Yudith Píriz.