Tras emergencia sanitaria, el Comedor municipal volvió a la presencialidad:
Desde la jornada del lunes 2 de mayo, volvió la presencialidad al comedor 78 de la Intendencia de San José en la ciudad de Libertad, tras el cese de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus, que había llevado a que la comida que se otorgaba en esa dependencia oficial pudiera retirarse en viandas para comer cada persona en su casa. El número de comensales ha bajado sensiblemente, según la información que la encargada Luisa González brindó a La Semana, el mismo día en que se produjo el cambio en el modo de entrega.
El lunes 2, el panorama en la calle 25 de Agosto entre Detomassi y Leandro Gómez, no era el habitual. Para todos se había vuelto normal ver allí una larga fila de personas esperando fuera del edificio de la comuna para retirar la comida diaria que la comuna en acuerdo con Instituto Nacional de Alimentación (INDA), brinda. Esto ocurrió durante los casi dos años de pandemia.
Según lo mencionado por la encargada del comedor, Luisa González, durante los momentos más bravos de la pandemia, se llegaron a servir 250 viandas diarias en el lugar. La actividad del funcionariado del comedor libertense fue intensa durante todo este tiempo, ya que además de las viandas para Libertad, cocinaban para los comedores de Delta y Playa Pascual, por lo cual se elaboraban unas 600 viandas por día.
Según cuenta González, la realidad hoy es bastante diferente. Para comenzar en esta nueva etapa de servicio en el propio comedor, hay un total de 90 personas. “Poco a poco venía disminuyendo el número de personas que retiraba la comida que se elaboraba acá. Algunos porque expresaban que habían encontrado trabajo, otros porque estaban haciendo changas, se la arreglaban de otra forma o les ayudaba alguien más”, comentó González.
Desde este mes de mayo, toda persona que quiera recibir la comida del comedor, deberá ir a comer a él. Solo se entregan viandas para llevar al hogar a aquellas personas que presenten un certificado médico y este es un documento individual. “Esto quiere decir que no se puede presentar un certificado para que toda una familia retire viandas”, aclaró la encargada del Comedor 78 de Libertad, que mencionó que el número de personas que comen en su casa está cercano a las 15 personas.
Las puertas del servicio se abren a las 11 de la mañana. Comentó González que en principio se pensó en hacer dos turnos, uno de 11 a 11 y 30 y el otro desde las 11 y 30 a las 12, pero por la cantidad de comensales que estará concurriendo, al menos por el momento, se entendió que no era necesario. Mencionó González que los niños, que reciben su comida diaria en las escuelas, pueden concurrir al comedor los días feriados y los sábados y tendrán su plato.
Comentó la funcionaria que ahora, los que están volviendo a comer al recinto de la Intendencia son los mismos que lo hacían antes de la pandemia. “Hay alguno que falleció y a su vez hay alguno nuevo, pero en general son los mismos que antes”, dijo Luisa González, que depende del área de políticas sociales de la Intendencia.
Consultada sobre si la baja de la cantidad de comensales se debe a que hay gente que tiene vergüenza de ir a comer allí, dijo González que en general no es así, lo que ocurre es que “la gente volvió a arreglárselas por las suyas”.
Comentó que solo una persona le reconoció que no quería concurrir a comer allí por vergüenza. “Pero esa persona, que tiene cuatro o cinco hijos, mientras se entregaban las viandas, estaba desde las 10 y media haciendo la cola, por lo que es algo inentendible su actitud”, comentó finalmente Luisa González.
Por Javier Perdomo.
