Fuera de la mala suerte o de cuestiones supersticiosas, el tema del suministro de agua en el departamento está causando preocupación y por ello la Junta Departamental de San José, anunció que se realizará una reunión extraordinaria este martes 6 de febrero, en la que se analizará los problemas de abastecimiento que durante varios días padecieron los barrios de la zona norte de San José de Mayo (ver nota aparte), así como también los inconvenientes que una vez más se produjeron en Ciudad del Plata, al igual que en el balneario Kiyú, en donde el agua se presenta turbia.
Más allá de estos anuncios, los vecinos del balneario Kiyú siguen manifestando su malestar por la mala calidad del tratamiento del agua potable con la que se abastece al balneario. Durante todo el año, y aún más durante la temporada de verano se nota con mucha preocupación este hecho.
En el año 2016, ya se presentaban denuncias de los propios empleados de OSE, asegurando que el agua que distribuye el ente no es de la mejor calidad. En su momento, el sindicalista Rodolfo Pérez dijo que “el agua viene cada vez más contaminada” y que se necesita invertir en tecnología e instrumentos para mejorar el servicio de potabilización, algo que “es cada vez más caro”.
No es la primera vez que vecinos del balneario Kiyú expresan su preocupación y malestar por la mala calidad con que llega el agua potable de OSE.
Una de las afectadas, vecina del Parador Chico, quien pidió mantener el anonimato, expresó su inquietud a La Semana: “el tema es que desde el principio, desde que me mudé a Kiyú, he observado la deficiencia en la calidad del agua que distribuye OSE. Por ejemplo, viene con tanta cantidad de cloro que sale totalmente blanca; de hecho, sin exagerar, hay veces de mañana cuando me estoy lavando los dientes, que parece que me estoy lavando con hipoclorito. Y además, me atrevo a decir que es pesada, porque basta ver que uno deja un balde blanco con agua y al final, hay tierra”.
En opinión de esta vecina “todo eso se nota en el cuerpo, en la piel que queda áspera, el cabello y a la final eso puede acarrear problemas de salud, no soy especialista pero debe ser así. Lo que sí he notado es que en el verano se incrementa más este problema”.
PERJUICIOS | La vecina que dialogó con La Semana dijo que ha tratado de instalar un purificador de agua pero sus recursos no se lo han permitido. “Anteriormente había deficiencia también en la cantidad de agua que se abastecía por acá por el Parador Chico, pero en este último año no lo he notado, a pesar que hay una gran cantidad de personas que visitan y pernoctan en Kiyú. Pero la calidad de cómo está llegando el agua es cada vez más preocupante, a pesar de que dicen que es potable, les aseguro que no se puede tomar. Además, estropea la ropa, el lavarropa, todos los artefactos por donde circula el agua. Imagino cómo deben estar los termofones. Basta ver cómo quedan los utensilios con que uno cocina”, asegura la vecina.
Hay que mencionar que si bien no hay datos concretos aún, los habitantes del balneario aseguran que este año es el de mayor cantidad de veraneantes que han asistido al balneario.
La vecina aprovechó la oportunidad para solicitar no sólo la atención de OSE para que se aboque a esta problemática, sino para que de la misma manera se debe planificar mejor el urbanismo, pues como ella menciona, en Kiyú no hay saneamiento.
“En todas las zonas balnearias, padecen de lo mismo, no hay saneamiento. Este tema es mucho más preocupante, aquí están sólo los pozos negros, donde desembocan todas las aguas negras, la de los baños, el lava ropa, la cocina, en fin, todas. Y el problema surge en realidad porque muchas personas pasan demasiado tiempo sin limpiarlo y entonces eso desemboca en las cunetas”, dijo.
Pero no solo ocurre eso, dijo, “si no que cuando llueve mucho, esos pozos se desbordan. Hace unos días, que llovió muchísimo, eran ríos de aguas negras que circulaban por las cunetas. Y yo me pregunto, a dónde va a desembocar esto. Definitivamente al río, porque que yo sepa acá no hay ninguna cámara séptica que funcione para eso. Entonces eso va en desmedro a la salud humana y en desmedro de las napas, de los cultivos; a la larga se esté echando todo a perder”.
Creo que el Estado debería de adoptar las medidas prioritarias en los lugares donde haya más de mil habitantes en prestar los servicios básicos mínimos de saneamiento”, opinó.
URGENCIA | Otra pobladora del balneario, al igual que la anterior, también mencionó a La Semana que más que un inconveniente es verdaderamente un problema de salud: “noto que el agua sale de la canilla muy blanca y con mucho olor a cloro. Por ejemplo en el mate, cuando lo preparo, la yerba se pone totalmente negra y por supuesto ya no puedo prepararla con agua de OSE, debo usar agua embotellada. Y también he notado que la piel se me irrita”, mencionó.
Ambas entrevistadas, vecinas de Kiyú, dijeron que es urgente que se tomen medidas “porque a pesar de que está claro que la solución es costosa tanto para el departamento como para los habitantes, coinciden en que en todo aquello que vaya en mejora de la población y de la calidad de vida, vale la pena invertir el dinero y el del agua sería un punto esencial.
Los pobladores de Kiyú, hacen un llamado tanto a OSE como al Municipio de Libertad, para que se aboquen en la solución de estos problemas que ya son tema de preocupación, antes de que pase a mayores consecuencias.
Por Livia Cedeño.
